¿Qué son 17 años en el devenir de la historia humana?
Nada.
¿Qué son 17 años en comparación con el tiempo transcurrido desde la creación del universo?
Nada.
Pero para 85 familias esos 17 años son 17 siglos de agonía.
Para 85 almas que reclaman justicia es volver a morir 17 veces, es temer que esas muertes se prolonguen por toda la eternidad.
Para la parte sana de la sociedad argentina es el desencanto, es la bronca, es el saber que no hay justicia.
Pero para la otra parte de la sociedad, esa parte enferma encarnada en D’Elia, es la oportunidad de vomitar veneno, de burlarse de todo aquello que hace a una sociedad civilizada.
Mientras la justicia argentina reclama a Irán la entrega de los responsables, este personaje entrevista por radio a Mohsen Rabbani, uno de los que tienen pedido de captura por INTERPOL, mientras se pasea tranquilamente por Brasil, y le da la oportunidad de reírse en la cara de todos los argentinos, insultando la memoria de las víctimas.
¡Y qué decir del “bravo indígena vencedor de los romanos! Ahí está el inefable Evo recibiendo con todos los honores a otro de los buscados. Total, después pide disculpas al gobierno argentino y a la comunidad judía, y listo. A otra cosa.
Y el maniático de Teherán, mientras desarrolla sus armas nucleares y amenaza con borrar del mapa a Israel, sigue protegiendo a los criminales.
Mientras tanto, como dije antes, 85 familias agonizan 17 veces.
Y 85 almas se siguen levantando de sus tumbas y gritan. “¡Ya nos mataron 17 veces! ¡Basta! ¡Queremos descansar en paz!”
¿No es así Lily?
(A Lily Szwimer Z´´L y a las otras 84 víctimas de AMIA)
Israel Winicki
|
|
|
|
|
|