Carta al infierno de Tzvi Meiri para el oficial de la S.S., comandante del campo de exterminio Aushwitz
Finalmente llegó el momento que sepa estas cosas de mi parte, preso número 17724 de Aushwitz: Fui yo quien fue traído aquí con mi familia como bestias, en un vagón de animales, en condiciones que no pueden ser descriptas durante dos noches y dos días hacia su campo, sin que nos den agua o podamos bajar para hacer nuestras necesidades durante todo el camino. Ni sentarse se podía, organizamos turnos para que alguien pueda sentarse de vez en cuando. Fui yo quien fue arrastrado brutalmente de los vagones. Al llegar a ese lugar horroroso, en el cual me despedí de mi familia, y a la que en su mayoría no volví a ver con vida. Fui obligado a desnudarme, fui llevado a golpes dentro de una manada de gente totalmente humillada!, al igual que yo, a la selección.
Fui seleccionado a seguir viviendo, por el momento, y a sufrir. Pero fue algo temporario, hasta agotar mi última gota de vida. Soy yo quien fue vestido con un pijama finito a rayas y dos zuecos de madera para pierna izquierda, me tatuaron un número y me tiraron junto con todos a una jaula enorme llamada el campo de los gitanos.
Soy yo,quien fue humillado de todas las maneras posibles, me hicieron pasar hambre sin límite y me dieron un puré de remolacha de bestias en una olla no lavada que sacaron de las cosas que robaron de los judíos. Junto con nueve prisioneros más, esperamos para tomar o comerlo sin una cuchara o tenedor en una cola mientras cada uno fijaba su mirada hambrienta en su compañero para ver cuanto comía. Soy yo, quien recibió quince golpes con un cable grueso de electricidad cuando intenté sacar la cáscara de una papa de la basura de la cocina del S.S.
Soy yo quien trabajó como un esclavo dieciséis horas en una mina de sal por las cuales recibí 160 gramos de pan y medio litro de agua por día. Salté, corrí y me tiré al piso según la orden y la locura del oficial de turno quien seleccionaba la vida o la muerte de vez en cuando. La regla para la vida era la distancia del salto y la velocidad de la corrida. Y a pesar de todo yo viví y no me morí, a pesar de que más de una vez, tuve la idea de acabar con la lucha y ponerle a esto un fin.
Y aquí, ahora, una parte de un artículo del diario que apareció esta semana en Israel: "miembros de una delegación de cincuenta personas, jóvenes del movimiento kibutziano, pusieron flores e izaron la bandera israelí, finalizando el acto leyeron Kadish y cantaron Hatikva". ¿Sabe dónde? En Aushwitz!
Quería que sepa, que una de las participantes de esta delegación es mi nieta, nieta de un ex preso de Aushwitz. Pasaron 42 años, en los cuales no pude dejar de martirizarme y pensar: ¿cómo fue que no me rebelé?, me avergoncé frente a mis hijos y casi no les conté nada sobre mi experiencia allí, en ese otro planeta, porque me sentí llevado como oveja al matadero. Y de repente mis nietos (todos sabras, nacidos en Israel, ¿sabe?) me ayudaron a comprender.
Yo sí me rebelé, sí luche contra ustedes, porque ustedes me querían ver allí muerto y derramar mi ceniza junto a las cenizas de muchos más, en los campos de Aushwitz.
Pero yo no me rendí frente a ustedes, y ahora hay continuidad y un futuro. Mi nieta pasó los odiados portones de Aushwitz, erguida y orgullosa, participante de una delegación israelí, bajo la bandera de Israel.
Y allí, en el valle de la muerte cantó Hatikva, el himno del Estado de Israel. Y así es que no fui como oveja al matadero, sino que luché, me rebelé y seguí adelante. Así es como en una guerra entre nosotros, fui yo el que gané. El símbolo de mi triunfo, es mi nieta. Firmado por: El abuelo de Segit, integrante de la delegación israelí.
HISTORICO-CARCEL DE VILLA DEVOTO TIENE SINAGOGA
Los memoriosos seguramente recuerdan cuando el general Perón, durante su primera presidencia nombró al Rabino Blum Capellán Militar. Un hecho inédito en un país Católico Apostólico Romano por excelencia.
Recientemente, nos hacen saber que en el Ministerio de Defensa, con anuencia del Gobierno y la Cúpula Eclesiástica, se está redactando el anteproyecto para crear dos cargos. Por un lado, que un Rabino asuma la responsabilidad del culto judío dentro del ámbito de las FFAA, y otro similar para los que profesan la fe protestante.
En los Estados Unidos, desde siempre, existen por lo menos dos cultos cuyos Capellanes tienen rango militar. Uno es el cristianismo, donde el sacerdote en la solapa del cuello de la camisa, a ambos lados ,tiene adosada una pequeña cruz que lo identifica , y la otra es el judaísmo cuyo Seminarista y/o Rabino lleva en el mismo lugar de su ropa una pequeña torá de metal dorado. Por lo general, pertenecen al Movimiento Conservador y son alumnos y/o egresados del J.T.S. (Jewish Theological Semiray).
En nuestro país, el ex Presidente Menem abolió el servicio militar obligatorio , y conociendo la estructura castrense, creería que hoy no hay judíos confesos incorporados por propia voluntad, ni que el Colegio Militar, como una de las fuerzas, halla incorporado alumnos de la misma fe que pudieran egresar de subtenientes para llegar al generalato. Por lo tanto me pregunto, de ser cierta mi apreciación, que función cumplirían los capellanes Rabinos.
No es un hecho menor, que por primera vez se halla habilitado una Sinagoga en una cárcel.
El Seminario Rabínico Latinoamericano Rabino Dr.Marshall T.Meyer, desde hace años viene estructurando esa idea, que por cierto ha dado los buenos resultados esperados a través del esfuerzo de las Autoridades de ésta Universidad Judía Teológica por excelencia de América.
Fue axial, que el Rabino Dr.Mario Hendler (Director del Departamento de Asistencia Rabínica) desde hace más de dos años se hallaba abocado al logro, como continuador de una idea que se venía gestando por años, y que durante éste tiempo, no obstante, cumplió con las funciones pastorales en la cárcel de Devoto y otras unidades penitenciarias del Servicio Penitenciario Federal que albergan a mujeres y hombres de la fe judía.
El día 29 de mayo próximo pasado, en horas de la mañana, se inauguró en la cárcel de Villa Devoto la primera Sinagoga, que es un verdadero hito en Latinoamérica.
La unidad penitenciaria cedió un espacio para 40 personas cómodamente sentadas. En la puerta de entrada al Templo se colocó la mezuzá, y en un cofre metálico que oficia de aron hakodesh se guardó la Torá facilitada por el Seminario Rabínico.
Cabe destacar que la Comunidad AMIJAI fue quién donó los 40 sitiales y el aron hakodesh.
Asistieron representantes de la Chancillería Argentina, personalidades del Servicio Penitenciario, Funcionarios de distintos estamentos gubernamentales, Periodistas, (Herman Schiller también por los Derechos Humanos) el Capellán de la Cárcel y miembros de la Iglesia Católica en representación del Cardenal Dr.Bergoglio.
La AMIA (entidad madre de nuestra comunidad) participó con parte de las refacciones del nuevo Templo y el kidush de éste importantísimo evento, que contó con la presencia de su Presidente. Luis Gringwal y miembros de su Comisión Directiva, acompañando al Pte. del Seminario, Sr. Mario Ringler y al Decano Rabino Dr. Adrian Herbst. El Sr.Ringler, cabe recordar, dejará su cargo en los próximos días.
Se permitió al ingresar la Torá la presencia de los privados de libertad que profesan el judaísmo, y resultó emocionante el momento en que fueron revestidos con el Talit para poder pasearla entonando las Tefilot (cánticos rituales). La nueva Sinagoga, de ahora en mas será llamada SEFER JAIM (Libro de Vida), cuyas palabras encierran un significado profundo visto desde el lugar en que se encuentra.
De esta manera, y por primera vez, una Sinagoga se hace presente en una cárcel, que de ninguna manera puede quedar inadvertida la importancia que representa, no sólo para la fe judía, sino para la sociedad toda que pretende una apertura pluralista total y absoluta en la República Argentina.
Samuel BORODOWSKI
Periodista
boroprensa@hotmail.com
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