Cuando la farsa de la investigación se caiga (porque alguna vez se va a saber la verdad), quedará al descubierto el complot político y judicial que se armó para encubrir el atentado a la AMIA. Demasiados puntos siguen aun oscuros. Las mentiras de Telledín, cómo y quien armó la camioneta que se supone actuó como coche bomba, la pista siria, la iraní y la carapintada, son algunas de las dudas que aun debemos develar. Y hay muchos más: La supuesta intervención de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, el papel (papelón) del juez instructor de la causa, Juan José Galeano, el de la SIDE (comandada en su momento por Hugo Anzoarreguy) y hasta el del ex presidente Menem. El juez Galeano ya afronta un pedido de juicio político por su “no investigación”, y los espías de la SIDE deberán aclarar ante el tribunal qué sabían antes del atentado y qué hicieron después del macabro hecho. Menem deberá rendir cuentas y convencernos de que no recibió 10 millones de dólares (según el testigo C, depositados en Suiza), para no incriminar a Irán, y de que el atentado no se debió a sus promesas incumplidas al mundo árabe. En este sentido es importante aclararle al lector que Irán, para sus operaciones en el exterior debe pasar por el paraguas Sirio, pues este país tiene el veto sobre cualquier actividad terrorista a realizarse fuera del medio Oriente. Por lo tanto, Siria está tan o más comprometida que Irán en este hecho. Pistas falsas, destrucción de pruebas, testigos pagos, truchos y preparados forman una siniestra rueda mafiosa que entorpecieron la búsqueda de la verdad hasta dejarla patas para arriba. Todo parece indicar que el Juez Galeano armó la trama, que la SIDE y la Policía lo ayudaron y que la querella de la DAIA-AMIA lo encubrió. También la ex interventora de PAMI Matilde Svatetz de Menéndez deberá explicar, (cosa que no logró en el juicio oral y público) los porqué de una charla telefónica que mantuvo con el abogado Mariano Cúneo Libarona en torno a una presunta coacción contra el juez Galeano (ver recuadro). Finalmente, Matilde Menéndez quedó procesada por falso testimonio. Al parecer, el ex comisario de la policía bonaerense imputado en la causa, Juan José Ribelli, intentó chantajear a Galeano con un video. La escucha de la SIDE "leal" cierra con los datos que Matilde no quiso confirmar. De esta forma, se explicaría el porqué le hacen la cámara oculta al juez Oyarbide y cómo Cúneo estaría muy comprometido. Otro actor importante en esta farsa es Alberto Kanoore Edul, amigo de Menem y familiar del vendedor internacional de armas Monzar Al Kassar. Kanoore Edul además, deberá aclararnos el porqué de su llamado telefónico a la casa Telleldin el mismo día en que se entrega el coche bomba, su relación con policías antisemitas de la bonaerense y porqué tanto la SIDE como el juez Galeano le brindaron protección. Y lo más importante: alguien tendrá que decirnos quién, cómo y porqué le pagaron cientos de miles de dólares a Telleldin para cambiar su declaración. La responsabilidad de la querella de DAIA-AMIA en esta desastrosa investigación también será un tema de debate que dejará muñecos caídos por todos lados. Recientemente, en un patético intento de mejorar su situación, el juez Galeano aseguró que algunas de las órdenes de intervención que constan en el expediente no fueran dadas por él. Intenta así, declararse inimputable. Galeano ahora dice: "yo no fui", y desvía su responsabilidad en la de su ex secretario Javier De Gamas. El juez debe explicarnos por qué muchos teléfonos (entre ellos los de Telleldín, Kanoore Edul y los de algunos iraníes) fueron pinchados antes de que apareciera entre los escombros de la AMIA un pedazo de blok de motor perteneciente a una Renault Trafic. Revuelo en el gallinero Las copias de 67 casetes de intervenciones se perdieron en la SIDE, y los originales en el DPOC (Policía Federal). Todo indica que hubo una "orden de arriba" para destruirlas. El juez Juan José Galeano, al ver que se cae a pique su historia oficial, aseguró que el ex jefe de la SIDE, Miguel Ángel Toma le envió al Tribunal Oral información “falsa”, con acotaciones “burdas” e “incoherentes” sobre las intervenciones telefónicas realizadas en la causa AMIA, según figura en el Diario judicial.com En una nota dirigida al Tribunal Oral que lleva adelante el juicio a la supuesta “conexión local” del atentado, el juez calificó de “parcialmente falsa” la respuesta de Toma a varios oficios que los jueces del TOF 3 le enviaron para aclarar quién ordenó las intervenciones de 23 líneas telefónicas supuestamente vinculadas a la investigación del atentado, entre las que figuran teléfonos ligados al entorno de las “células dormidas” fundamentalistas en Buenos Aires. “Las 23 líneas telefónicas que se mencionan fueron intervenidas por disposición del juez actuante en la instrucción de la causa N° 1156”, dice Toma en referencia a Galeano en el escrito. Con esa respuesta en la mano, el TOF 3 le pidió al juez federal precisiones al respecto y Galeano contestó muy duro. “El contenido de la nota enviada por el entonces secretario de Inteligencia Miguel Ángel Toma al Tribunal Oral Federal N° 3 es falso, al menos parcialmente”, dice Ga-leano en su respuesta El juez asegura que la falsedad se basa en que las líneas “no fueron intervenidas en las fechas que se indican” en las órdenes a las empresas de comunicaciones. El juez también advirtió que en algunos casos, “ni siquiera se dispuso la observación con posterioridad” y aseguró que el ex jefe de la SIDE “no adjuntó documentación alguna que avale su afirmación”, de que fue Galeano quien ordenó las intervenciones. Mientras se cocina todo este desaguisado, en la Embajada de Israel en Buenos Aires esperan ansiosos y esperanzados una pronta ruptura de relaciones del gobierno de Néstor Kirchner con el país de los ayatolas. Por esa razón, la embestida del Pre-sidente de AMIA, Abraham Kaul, no cayó muy simpática en la representación diplomática de la Avenida de Mayo. Más bien, accionó como una moderna mezcladora que, intentando sacar a la luz los puntos más oscuros de la investigación, logró despertar en la opinión pública el reclamo a lo que muchos no se animaron: ¡Todos los que sembraron las semillas que germinaron en la explosión en la AMIA, deben ser llevados a testimoniar!. ¡Todos los archivos secretos de los espías de la SIDE deben abrirse para conocer los pormenores que se movieron a espaldas de la sociedad! Mientras tanto, la verdad espera, entre los intereses de los unos y los otros. Los familiares y amigos de las víctimas, con su dolor y su memoria activa a cuestas no merecen esta falta de respeto ¡Primero descubramos la verdad!, después, estrechemos las relaciones carnales con quien más se nos dé la gana. Publicado por Diariojudicial.com Matilde Svatetz de Menéndez, la polémica ex interventora del PAMI en una escucha telefónica del 4 de abril de 1997, cuando estaba por estallar el escándalo tras la entrega por parte de Juan José Ribelli al juez Juan José Galeano de una copia del video donde se lo ve aparentemente negociando con Telleldín los términos de una futura declaración indagatoria. En ese contexto, Menéndez se comunica con al abogado Mariano Cúneo Libarona, por entonces su abogado, y también de Ribelli, y se muestra interesada en saber cuál fue la reacción de Galeano. Cúneo Libarona: Te acordás del tema aquel...? Matilde Menéndez: Sí. CL: Bueno trascendió como la gran puta y... yo creo que acá va a explotar en algún momento... MM: (Le dice a una tercer persona: “ cerrame la puerta”) ¿Cómo me decís Mariano...? CL: Que aquel tema trascendió por causas ajenas a mi voluntad y va a explotar en algún momento. MM: ¿Trascendió para dónde...? CL: Para todos lados, para los medios... para el gobierno, para la DAIA, para la Embajada de Estados Unidos... MM: Ah... ya trascendió? CL: Sí. MM: El muchacho que tenía “el elemento“ en cuestión, ¿qué hizo con eso...? CL: Eh... Cúneo duda y no parece entender, por eso la entonces interventora del PAMI busca ser más precisa y pregunta “¿el receptor o el emi-sor?”. Cúneo se equivoca y contesta: “el re-ceptor, digamos”. Menéndez cree que le ha-bla de Galeano (quien recibe el video de ma-nos de Ribelli) y pregunta: “¿El que lo quie-re colar, el mismo?”. Parece quedar claro que la funcionaria conoce el contenido del video, y no le cierra que sea el juez Galeano el que quiera difundirlo. Cúneo, creyendo que la mujer entiende a quién se refiere, continúa explicando: CL: ...no hubo ningún tipo de posibilidad de que esta gente rebobine, de que piensen... reflexionen, por el contrario, tomaron una posición agresiva... o estúpida en contra de toda lógica... sobre esa base, no queda otra forma que ir para adelante. Ahí Menéndez entiende que están invirtiendo los roles y corrige a su interlocutor: MM: Por eso, entonces no es el receptor, de eso... el emisor de eso... CL: Claro, exactamente... MM: O sea el tipo que utilizaba esto, ahora quiere hacerlo trascender... CL: Sí. Parece claro que, aunque no lo nombre, la mujer sabe de Ribelli y de la estrategia adoptada en torno al video. Fuentes de las querellas explicaron que la referencia de Cúneo a la imposibilidad de que “esta gente rebobine“, en referencia a Galeano es un indicio claro de que la entrega del video no fue un gesto desinteresado de Ribelli hacia el juez sino un apriete que buscaba, el apartamiento o una recusación contra el juez de la causa. Para los que sostienen esta teoría, el interés de Menéndez es claro: “ella tenía causas abiertas en el juzgado de Galeano y le hubiera convenido que el escándalo del video terminara en la salida del juez“, indicaron. • © LA VOZ y la opinión.
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