Galeano se tomó otros cuatro años (siete en total) para afirmar que "Barg" era un delincuente habitual con antecedentes como desarmador de autos llamado Oscar Arístides Santos, quien en julio de 1994, cuando Telleldín traspasó la dichosa Trafic y se cometió el atentado a la AMIA, estaba preso.
El juez federal no se arredró por esta circunstancia, ya que Santos estaba sospechado en la investigación que seguía el juez Alberto Baños de ser uno de los delincuentes a los que agentes infieles del Servicio Penitenciario Federal dejaban salir a la calle a robar a cambio de un porcentaje del producto de esos robos.
Galeano acusó a Santos de ser el escurridizo "Barg" tras lanzar, a principios de mayo de 2002, una razzia de 33 allanamientos en la Capital Federal, el conurbano y el Chaco en la que se detuvo a 16 personas. La prensa informó que se había desbaratado una banda de "dobladores" de automotores que operaba con la protección de la Policía Federal.
Quien echó las campanas al vuelo para anunciar la supuesta identidad Barg=Santos fue, en su carácter de vocera oficiosa de Galeano, la abogada de varias empresas de Alfredo Yabrán, de Rubén Beraja y también de la DAIA, Marta Nercellas.
Nercellas le dijo exultante a Diariojudicial.com que la persona a la que Telleldín había señalado como "Diego Barg" (en cambio para el citado medio Telleldín había hablado de un tal "Pablo Barg", con lo cual el fantasma pasó a tener tres nombres) era Santos y "Barg" apenas "un nombre falso que utilizaba Santos", insinuando así que éste era uno de quienes le habían quitado a Telleldín la Trafic blanca reparada por el judío Nitzcaner.
"Ahora Telleldín se desdice y asegura que no conoce a Barg", dijo la Nercellas, induciendo a los distraídos a creer que El Enano, que acababa de declarar en el juicio oral, había reconocido la supuesta identidad entre "Barg" y Santos, lo que el Enano negaba enfáticamente.
Nercellas también dijo que Galeano había decidido investigar a Santos "porque parecía (sic) estar vinculado con Telleldín y con las personas que actuaron en el doblaje de la camioneta". El abogado Luis Sasso, entonces defensor de Telleldín, reaccionó con dureza: "Galeano acusó el golpe de la declaración de Telleldín en el juicio", dijo, en referencia a la narración de El Enano acerca de cómo el juez le había pagado 400.000 dólares para que imputase falsamente al comisario Ribelli y a otros policías bonaerenses de haberle quitado la Trafic. "Esto tiene un repugnante tufillo a devolución de gentilezas" enfatizó Sasso, quien destacó que "Galeano está más acusado que cualquiera de los acusados", en el proceso oral.
Acusado por Galeano de tenencia de armas y documentos de identidad en blanco lo que a su criterio demostraría que se trataba del jefe de la asociación ilícita de dobladores de autos, Santos se negó a declarar y quedó incomunicado. Comenzó así un previsible proceso de "esmerilamiento" para que Santos aceptara cargar con el sambenito de haber sido "Barg" y haber salido subrepticiamente de la cárcel para sacarle la Trafic a Telleldín, lo que jamás sucedió. •
|
|
|
|
|
|
|
|
