El año pasado, 17.000 judíos argentinos afectados por la crisis del país recibieron asistencia a través de los Programas Sociales que la Fundación Tzedaká brinda con el apoyo del Joint. Para satisfacer las crecientes necesidades comunitarias la institución abrió 7 nuevos centros de atención social solidaria (CASS) y contó con el trabajo de 1.800 voluntarios, cuya generosidad se sumó a la manifestada por alrededor de más de 1.600 donantes nacionales e internacionales. Al concluir el 2002, la Fundación Tzedaká realizó un encuentro en el Salón Tattersall, al que asistieron 650 colaboradores, entre los cuales se hallaban presidentes y directivos de instituciones comunitarias. En su discurso inaugural, el presidente de la Fundación, Arnolodo Stanislavsky agradeció la ayuda internacional, especialmente la del Joint, así como también la generosidad de los donantes y de los voluntarios de la misma, "cuya conducta encomiable y devota hizo posible la implementación de todos los planes solidarios de nuestro accionar: Salud, Vivienda, Subsidios, Trabajo y Microemprendimientos, Orientación social, Integración comunitaria, Asistencia legal, Ropero comunitario, Alimentos y Sobrevivientes del Holocausto". La periodista Fanny Mandelbaum, voluntaria de la Fundación Tzedaká, y el Director Ejecutivo de la Institución, Daniel Yoffe, condujeron el acto que incluyó varias sorpresas. La primera fue que, gracias a un avanzado sistema de videoconferencia, facilitado por ORT Argentina, varias personas hicieron llegar sus mensajes de apoyo, en tiempo real y en pantalla gigante. Desde Israel una familia beneficiaria que hizo aliá contó cómo cambió su vida y agradeció la contención que recibió en la Fundación durante todo el proceso. Desde Atlanta, Estados Unidos se pudo hablar con Arnoldo Fiedotin, uno de los colaboradores de la Fundación Desde otra parte de Buenos Aires, acercó su berajá el rabino de Bet Hilel, Felipe Yafe, que en ese momento se encontraba celebrando Jánuca Beiajad (evento organizado por el Joint, la Fundación Tzedaká y AMIA) junto con Acilba y Ioná, en el Salón Salguero Plaza. El director de desarrollo comunitario para Europa y América Latina del Joint, Alberto Senderey, hizo llegar su mensaje desde París, a través de un video. La segunda fue un emotivo video en el que algunos de los 1.800 voluntarios contaron qué es lo que los mueve a donar su tiempo y su corazón para ayudar a los demás. El broche final fue un recital de Víctor Heredia al que se sumaron las voces solidarias de todos los presentes.
El rol de la dirigencia
Previo al encuentro se celebró una reunión con los presidentes y directores de más de 50 instituciones comunitarias quienes recibieron un exhaustivo informe de lo realizado durante el año. Mario Zylberberg, Secretario General de la Fundación Tzedaká señaló que el crecimiento de la demanda de asistencia producido durante el 2002 impulsó un cambio organizativo que permitió responder con agilidad a las nuevas necesidades sociales dentro de la comunidad. Su presidente, Arnoldo Stanislavsky, agradeció los representantes de las instituciones comunitarias por la colaboración prestada y resaltó la importancia del rol de toda la dirigencia para afrontar la presente crisis y generar las respuestas adecuadas en un entorno de extrema tensión y angustia política y social. Daniel Yoffe, Director Ejecutivo de la Fundación, explicó que los programas de la Fundación son implementados a través de acuerdos con distintas organizaciones. "No concebimos la actividad que desarrollamos sino en sociedad con otros", afirmó. Yoffe también fue el encargado de contar cómo fue cambiando la Fundación a lo largo de once años de actividad. Desde que se inició en 1991 hasta 1997 brindó programas educativos, culturales y sociales. Desde entonces y hasta 1997 desarrolló un nuevo enfoque en lo social dentro de la comunidad: focalización en pobreza, descentralización, pluralismo, trabajo profesional y voluntario, alianzas intracomunitarias nacionales e internacionales, contención y asistencia (no asistencialismo), apertura de 7 Centros de Asistencia Social Solidaria (CASS). A partir de 1999 y hasta el 2001, consolidó y diversificó su actividad brindando contención y asistencia más promoción social y ampliando las alianzas con sector público, privado e internacional; también creó el Barrio de viviendas sociales, el Ariel Job Center, junto con Joint y Leatid; las Mujeres Solidarias comenzaron a otorgar microcréditos a Jefas de Hogar; se incorporaron Voluntarios en Red; se creó Mezonot, junto con AMIA y el Joint; se estableció la Farmacia Comunitaria, junto con el Joint; y se desarrolló el Programa de Ayuda a Sobrevivientes del Holocausto, junto con la DAIA y la Claims Conference. El año 2002 se consagró a ampliar la cobertura: se incorporaron Centros de Voluntarios de Servicios Básicos (CAV) en Buenos Aires y Gran Buenos Aires; Centros de Servicios Básicos Mezonot (con AMIA y Joint) en 14 ciudades del interior del país y se abrieron 7 nuevos CASS. Como dato impactante, contó que 735 nuevos donantes se sumaron a una campaña de recaudación masiva realizada durante los Iamim Noraim y otras 836 mujeres sumaron sus aportes al proyecto Mujeres Solidarias. El espíritu de la tzedaká en la comunidad también se evidenció en el hecho de que, en sólo un año subió de 960 a 1.800 -casi el doble- el número de voluntarios que trabajan en los CASS -Centros de Atención Social Solidaria- y CAV -Centros de Atención Voluntaria-. En ese sentido, resaltó la labor de los profesionales de la Fundación, especialmente de la coordinadora de Programas Sociales, la licenciada Nora Blaistein. Finalmente, resaltó la importancia de la transparencia financiera, lograda a través de un avanzado sistema de contabilidad que permite que el lenguaje de los números, planeamiento y control presupuestario, así como la auditoria interna y externa, sean accesibles en forma inmediata, confirmando la credibilidad que la Fundación goza en todos los ámbitos, especialmente en el internacional. El 2003, será un año de desafíos: mantener la sustentabilidad de los programas, alentar la promoción social y la reinserción comunitaria; preservar la continuidad de la vida judía..
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