Durante estos últimos años, son cada vez más los argentinos de origen judío, vinculados o no a instituciones de la colectividad, que se sienten totalmente indiferentes y/o ajenos a la actitud de los dirigentes de las entidades centrales comunitarias. Las conducciones de la DAIA y de la AMIA intentan erigirse como únicos representantes de miles de ciudadanos de ese origen, con lo que ignoran que muchos de ellos no se identifican con su discurso ni con sus posicionamientos en torno a los conflictos nacionales o internacionales. Quienes formulamos este llamamiento no pretendemos constituirnos en la voz de la totalidad de los argentinos de origen judío, pero les negamos a la DAIA y a la AMIA la atribución de hablar y de negociar en nuestro nombre, como si fueran los depositarios del monopolio de “lo judío”. Reivindicamos nuestro incuestionable derecho a pronunciarnos libremente, con independencia de las opiniones del oficialismo comunitario sustentadas en directivas exteriores. En este sentido, vale recordar el vínculo de subordinación del fallecido fiscal de la causa AMIA-DAIA, Dr. Alberto Nisman con la embajada de Estados Unidos (ver Clarín del 30-8-2011 y Página/12 del 17-2-2013), conocido a través de los cables de dicha embajada al Departamento de Estado revelados por los wikileaks, pese a lo cual se lo siguió apoyando expresamente hasta el día de hoy; también, el brusco cambio de postura, de un día para otro, de la dirigencia AMIA-DAIA en torno al Memorándum Argentina-Irán y, asimismo, el ceñirse estrictamente al relato oficial del gobierno de turno de Israel con respecto al conflicto con el pueblo palestino, sin permitirse el más mínimo matiz de diferenciación. Nuestro destino estuvo —y está— íntimamente enlazado con el futuro de la Argentina, país en el que nacimos o adoptamos como propio, como puede verificarse desde la llegada de los primeros inmigrantes judíos. Nos sentimos herederos de las mejores tradiciones progresistas que están representadas, entre otras, por sus aportes en el surgimiento del movimiento cooperativo y en su activa participación en los inicios del movimiento obrero y estudiantil. Del mismo modo estamos lejos de aquellos sectores que se han cobijado, en defensa de sus intereses, a la sombra del poder político y económico en distintas épocas nefastas para el país. Nuestras preocupaciones y esfuerzos están dirigidos a conservar y ampliar la democracia con justicia social, la eliminación de todo tipo de discriminaciones y la irrestricta vigencia de los Derechos Humanos Universales. En este marco, reclamamos garantizar la verdad y justicia por la memoria de las 85 víctimas fatales de la masacre de la AMIA. Somos —y nos sentimos— parte integrante e indisoluble del destino de nuestro país y asumimos como propios los horizontes de una Patria Grande para todos los pueblos de América Latina, ajenos a los intereses de quienes hacen, de la guerra y del desastre ambiental, algunas de sus acciones más deleznables. Invitamos a quienes comparten los fundamentos de este llamamiento a adherir y a aportar sus opiniones tendientes a preparar la realización, en el año 2015, de un Encuentro Nacional, para pronunciarnos con voz propia, acerca de la problemática descripta.
Buenos Aires, febrero de 2015 Enviar adhesiones a: argentinosdeorigenjudio@gmail.com
Web: www.llamamiento.org
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