Intentan que apruebe una resolución condenatoria de la "difamación de religiones" que daría cobertura mundial a la "ley de la blasfemia". Los 56 estados islámicos de la ONU pretenden que la Asamblea General apruebe este mes una resolución condenatoria de la «difamación de religiones», que restrinja la libertad de expresión en Occidente y de cobertura mundial a la «ley de la blasfemia», vigente en varios países musulmanes. La ley es aún más polémica tras la condena a muerte de la cristiana paquistaní Asia Bibi.
La iniciativa en la ONU está encabezada precisamente por Pakistán como país portavoz de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), el mayor grupo de presión mundial de los estados musulmanes. La OCI cuenta con una mayoría de miembros en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, compuesto por 47 países. Desde hace años, y a impulsos del gobierno de Islamabad, viene aprobando anualmente una resolución en contra de la «difamación de religiones
Estados Unidos, a través de la secretaria de Estado, Hillary Cinton, ha rechazado la iniciativa musulmana en la ONU por considerar que es contraria a la libertad de expresión. Tanto EE.UU. como los gobiernos europeos advierten de que, además, la condena legal de la «difamación de religiones» esconde el peligro de que sirva para acentuar la persecución de las minorías religiosas. De hecho, en su informe anual de la libertad religiosa en el mundo, el Departamento de Estado acaba de incluir a Pakistán y a Irak en la lista de países «que causan especial preocupación, por el incremento de ataques islamistas a sus minorías cristianas.
El sistema penal de muchos estados musulmanes, basado en la sharía, el código legislativo del Corán, establece en cambio la «ley de la blasfemia», que en la práctica se limita a condenar sólo los insultos referidos al libro sagrado y al profeta Mahoma —y lleva aparejada la muerte—, y no contempla ninguna pena para los insultos a otras religiones.
Este mes, un tribunal paquistaní condenó a muerte a una campesina cristiana, Asia Bibi, de 45 años y madre de cinco hijos, encarcelada hace año y medio después de que varios testigos musulmanes la acusaran de haber proferido insultos al Corán. Pakistán, el segundo mayor estado islámico con 170 millones de habitantes, cuenta con un 4 por ciento de cristianos.
|
|
|
|
|
|