Los refugiados africanos que se dirigen a buscar asilo en Israel a través del desierto de Sinaí sufren torturas, abusos y violaciones a manos de los grupos de beduinos egipcios que trafican con inmigrantes, denunció hoy la organización "Físicos por los Derechos Humanos" de Israel.
Tras realizar cuestionarios en las clínicas de Tel Aviv que tratan a refugiados que consiguen llegar vía Egipto, la organización concluye que grupos de beduinos encargados de su transporte ilegal a lo largo de la península del Sinaí los someten a varios tipos de abusos como malos tratos o falta de comida y agua.
Al llegar a la frontera algunos son amenazados de muerte por agentes de policía egipcios y los que consiguen pasar son en ocasiones detenidos durante días, semanas, meses e incluso años en centros israelíes.
Otros son objeto de la política de "difícil retorno" por la que se les devuelve a Egipto en pocas horas o cinco días después de cruzar la frontera.
En el caso de los procedentes de Etiopía y Eritrea las torturas denunciadas llegan a quemaduras, electroshocks, o ataduras en las manos y los pies.
Algunas mujeres denunciaron haber sido violadas en el Sinaí y otros relataron cómo grupos de 200 o 300 inmigrantes procedentes de Eritrea fueron traídos hasta Sinaí, metidos en contendores o barracones y sometidos a torturas.
Las organizaciones que trafican con inmigrantes piden a cambio dinero a sus familiares para garantizar el paso a Israel. En el transcurso de tiempo hasta que llega la cantidad de dinero solicitada las mujeres fueron separadas de los hombres, violadas y sometidas a vejaciones.
El número de refugiados detenidos en centros israelíes asciende actualmente a 2.000 según la organización, que llamó a las autoridades egipcias a liberar a los refugiados detenidos en su territorio, y a las israelíes a dar el estatus de "residente social" a los inmigrantes que viven dentro de sus fronteras para facilitar el acceso a servicios de salud y rehabilitación.
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