Esta historia gira, en un principio, alrededor de un matrimonio desavenido y dos chicos que por diferentes razones pagan las consecuencias. Un nombre: B. Otro nombre. D. Un apellido: POTAZ
En los intentos por acercar a los niños a grupos semejantes a su edad, comienza a ir a la colonia organizada por Jabad (Morashá), en el club CASA, pero es al poco tiempo rechazado. La psicóloga del niño, consulta con el Rabino K. (perteneciente a Jabad), y él dice que el chico sólo podrá continuar si entra al Programa Ieladeinu. Yo note que este programa no era lo que yo esperaba para mi hijo, ni el ambiente era propicio para el chico y preferí que deje de asistir . Esto generó un cambio radical en la actitud hacia él por parte de las operadoras, las cuales planifican la separación de la familia y la absorción de los niños para transformarlos en ortodoxos.
Es doloroso señalar que dos meses después que decido sacar a mis hijos de todo contacto con Jabad Lubavitch, (al notar sus verdaderas intenciones), comienzan las difamaciones y las denuncias, y al lograr lo que deseaban, (excluirme de mi propiedad y dejarme en la calle), desaparecieron todas mis pertenencias, incluyendo títulos y documentaciones.
Mientras, las operadoras, confabuladas para sacarme de mi casa y citarme en Ieladeinu, vacían mi departamento. Me arrebatan el auto 0km. Citándome para una entrevista. Mientras, la CONSPIRACION sigue en marcha.
Desapareció todo: no sólo el auto sino las computadoras con mi trabajo dentro, (hoy no puedo trabajar sin ello). Me tiran la ropa y la vajilla (tirando todo lo que sea Taref). Los títulos universitarios, toda mi documentacion, y hasta las fotos, recuerdos y juguetes que los chicos amaban terminaron en la basura por la locura de querer "borrar" todo vestigio de vida anterior.
Muchos se preguntarán lo siguiente: ¿cómo es posible que con simples denuncias se excluya a una persona de su propiedad?
Las denuncias, como es lógico suponer, pueden no ser verdad. Pero según la Ley de protección contra la violencia familiar (Ley 24.417), a un hombre se lo puede excluir presentando una denuncia de violencia y abuso, sin necesidad de confirmar lo denunciado.
Las operadoras de Jabad Lubavitch, que en principio estaban para ayudar a mi familia, exponen acusaciones sin ningún tipo de criterio científico, pero logrando su cruel objetivo: calumniar, difamar y excluir.
De esta manera, quedé en la calle. La propiedad de la que fuí excluído quedó abandonada. Pero, lo increíble, en este caso, es que los niños fueron retenidos por Jabad Lubavitch. De ahí mi lucha, decidido a recuperar a mis hijos, los cuales fueron "tomados como rehenes" con la excusa de abusos y "sospechas" de maltrato nunca probadas.
Un perito profesional nombrado por el juez, el cual dijo, que las denuncias hechas por las "operadoras" de Jabad y sus planes Ieladeinu y Shalom Bait, no son reales, basándose en las pericias realizadas.
La jueza se expidió a mi favor. Jabad se niega a reconocerlo.
Es así, esta triste historia con Ieladeinu y Shalom Bait, alejados de lo que dicen ser en realidad: "una organización en contra de la violencia familiar". ¿En contra? A la familia Potaz la destruyeron, conviertieron a mi mujer en religiosa, alejando a los hijos de su padre, mintiéndoles sobre él.
Pueden decir que el padre era peligroso para los hijos. ¿Y quiénes son estas pseudo profesionales, para decidir eso? ¿Se burlan de la justicia? El perito forense judicial, demostró que no soy ningún abusador como afirmaban las operadoras de Jabad Lubavitch.
Shockean de tal manera a los afectados que los invalidan para que puedan luchar contra esto. Ello no sucede conmigo. Tres días de shock y la ayuda invalorable de mi hermana bastaron para que me rehiciera y reaccionara. Soy un profesional prestigioso que lucha por sus hijos, y sus MENTES infantiles. En estos momentos alienadas por un Síndrome que Jabad con su lavado de cerebro ha creado en ellos. Es el Sindrome de Alienacion Parental.
De ahi mi lucha: Teodoro Ruben Potaz. Injuriado. Calumniado. Y decidido a luchar por sus hijos, los cuales fueron "tomados como rehenes" con la excusa de abusos y "sospechas" de maltrato nunca probadas.
Dejar la cobardía de lado y enfrentar estas mentiras, para que esta Sociedad religiosa judía, amparada en el engaño deje de funcionar como lo está haciendo. Jabad y los grupos religiosos ortodoxos no admiten vivir en este Siglo. Y por ello su poca capacidad de comprensión.
No escatiman esfuerzos para convertir ...para hacer volver en teshuvá a todo el pueblo judío....que en vez de apoyarlo rechaza esta idea.
Jabad hoy, tiene un problema, y muy serio.
La ambición desmedida, la voracidad de absorber más judíos, los ha hecho salir de contexto. Se abrieron de su objetivo primordial: ser judíos religiosos, piadosos y humanistas, que es la esencia del judaismo.
Su afán por recaudar plata (Australia, USA, Canadá) para abarcar más, los llevó a una desaforada ambición de hacerse de todos los centros comunitarios argentinos para volver a los judíos a la religión, (han comprado todas las comunidades laicas con problemas económicos para "convertirlas" en ortodoxas) ¿Y el dinero? ¿Les cae como el mana? ¿Del Cielo? NO...de donantes y de "grandes negocios internos". Negocios???? SI. Y no precisamente con Dios.
Y las quejas se van acumulando y nadie los denuncia....salvo yo....Varios casos han salido a la luz pero nadie dice nada ni asume sus responsabilidades. Tienen miedo. Nuestra Comunidad judía tiene miedo de hablar de los mismos judíos. No se animan. Son poderosos y destructivos. Y esta gente, aprovecha esta coyuntura, tanto económica como social o psicológica, para meterse en los hogares judíos y transformarlos... o simplemente separarlos. La religión es un medio para lograr un fin....y ellos lo están consiguiendo porque se sienten omnipotentes "CON LA AYUDA DE DIOS"
Y yo creo que esta vuelta Dios debe estar furioso, por las actitudes de sus seguidores y por los métodos que emplean, aunque en Iom Kipur vayan a golpearse el pecho pidiendo Perdón y queriendo lavar sus propias culpas.
En esa volteada, caimos los Potaz. Con mentiras, calumnias, lavado de cerebros, acusaciones no probadas que ensucian mi buen nombre y honor, el cual sera muy difícil de limpiar en un profesional de prestigio.
Esta es la historia real. Juzguen ustedes si no merezco el apoyo de nuestra comunidad en crisis.
El callar, otorga. No otorguemos lo que no corresponde.
Pensemos en que si ieladeinu comenzó siendo una buena obra, hoy se ha transformado en lo que es: un centro de absorción de chicos robots que sólo ansían un plato de comida y rezar mecánicamente sin cuestionarse siquiera si dios existe.
Esta es la dolorosa historia que está viviendo la familia de Teodoro Rubén Potaz.
oro_levy@hotmail.com
www.potazvsjabad.com.ar
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