El Papa Pío XII ordenó al nuncio papal de Francia que impidiera el retorno de los niños supervivientes del Holocausto judío a sus familias o a sus comunidades judías tras la Segunda Guerra Mundial, según los documentos publicados este martes por Il Corriere della Sera. Según la información, el Papa dio instrucciones en 1946 al Nuncio Ángelo Roncali de rehusar devolver a los niños judíos que habían sido bautizados por padres adoptivos católicos, pero Roncali, futuro Papa Juan XXIII, le desobedeció. Los documentos, entregados por la Santa Sede a Roncali el 20 de octubre de 1946, incluyen instrucciones acerca de cómo tratar con las solicitudes de instituciones judías encargadas de devolver a los niños judíos que habían sido confiados a instituciones y familias católicas durante la guerra. El documento reza: "Aquellos niños que hayan sido bautizados no pueden confiarse a instituciones que van a ser incapaces de garantizar una educación cristiana. "Con respecto a los niños que ya no tengan parientes vivos y de los que la Iglesia ha sido responsable, no se aconseja que abandonen la propia iglesia ni que se confíen a personas que no tienen ningún derecho sobre ellos - a menos que sean capaces de responsabilizarse de ellos. Esto se aplica obviamente a los niños que no hayan sido bautizados. "Si los niños habían sido confiados [a la iglesia católica] por sus padres, y sus padres los reclaman, pueden devolverse, siempre que los niños no hayan sido bautizados. Debe observarse que esta decisión de la Congregación de la Santa Sede ha sido aprobada por el Santo Padre". El documento se encuentra en el primer tomo del quinto volumen de Años en Francia, las agendas del Nuncio Roncali, 1945-1948, editado por Etienne Fouilloux, acaba de ser publicado por el Instituto de Ciencias Religiosas, que está publicando los diarios y agendas de Juan XXIII. El documento francés original se encuentra en los archivos de la Iglesia Católica Francesa. Según el director del Instituto, Alberto Meloni, Roncali acababa de llegar de la Francia de posguerra, y la situación de la iglesia católica era comprometida, navegando entre colaboracionistas y partisanos de la resistencia entre sus propias filas, pero también oscilando ideológicamente entre la renovación teológica y un vigor creciente de los que apoyaban a la Santa Sede. Roncali, aunque leal a Pío XII, utilizó su propio juicio e hizo maniobras independientes, según Meloni. La agenda de Roncali observa que en 1946, recibió a Yitzhak Herzog, rabino jefe de Palestina, como amigo, y el 19 de julio le proporcionó una carta que le autoriza "a utilizar su autoridad con las instituciones relevantes para en cualquier momento en que surja, estos niños vuelvan a su entorno original". Tres meses después, recibió las órdenes de la Santa Sede de impedir la vuelta de los niños. Algunos casos de niños judíos protegidos acabaron felizmente, siendo devueltos a la comunidad judía. Meloni explica que no hay archivos fiables, excepto los de "la memoria herida de las víctimas de esta tragedia humana y espiritual". Serv. de Prensa
|
|
|
|
|
|