La semana pasada, leí en un semanario un artículo sobre aceptación legal de una relación homosexual en Israel entre un militar fallecido y los derechos de su concubino, lo cual me llevó a reflexionar sobre tal evento.
Como judíos, se supone que no podemos negar derechos a nadie, sé que nosotros tenemos experiencia sobre discriminación, y en aras de la misma, entiendo que es coherente que se acepte a homosexuales como individuos de pleno derecho; pero si los consideramos halájicamente, la cuestión cambia radicalmente.
Las fuentes de la Toráh que me vienen a la memoria son: Deuteronomio 23-XVII: "No habrá ramera ni sodomita de los hijos de Israel’’; Levítico 18-22: ‘’no te echarás con varón como con mujer’’; Levítico 18-29: “Cualquiera que lo hiciere, será cortado de mi pueblo’’. Seguramente hay otras fuentes que ahora no recuerdo, pero lo concreto es que nuestra religión los condena.
Ahora bien, se podría objetar que estos decretos, fueron dados para que el pueblo de Israel, no imitara ritos religiosos y de fertilidad, imperantes en pueblos vecinos, pero esa circunstancia no existe ahora, lo cual es correcto desde el punto de vista argumental, pero eso nos llevaría a hacer el análisis desde dos vertientes:
1. como seres humanos merecen todo nuestro respeto y aceptación, deberemos apoyarlos en la lucha por sus reivindicaciones y contra el trato injusto, más allá de nuestras simpatías al respecto, sean estas del signo que fueren.
2. como judíos no podemos aceptar los ‘’ matrimonios’’ entre personas de un mismo sexo pues nuestra Toráh los condena y esto no es un hecho menor.
Según el rabino Leo Boeck (de bendita memoria), en el judaísmo todo es discutible y el único dogma es la creencia en D’’s, lo cual abre infinitas posibilidades; humildemente me permito disentir, pues hay otros mandamientos que de por sí son dogmáticos y el hecho de aceptarlos o no, nos deja fuera o dentro de este sistema judío.
Podremos variar el grado de cumplimiento o el nivel de interpretación, pero no in-validar un concepto básico que es en sí un principio.
Según informes de rabinos reformistas, hay en EE UU 500.000 judíos que están sufriendo por ser homosexuales y por no ser aceptadas sus uniones como válidas para las instituciones judías, lo cual llevaría a un grupo de rabíes a legitimarlas ante la Toráh.
Temo que esto sea un punto de no retorno para estos rabíes, ya que ésta no es una causa menor; sería como por ejemplo que hubiese habido una segunda revelación divina post sinaítica; esos temas terminan inevitablemente en un cisma (de hecho, históricamente así fue).
La argumentación para validar situaciones condenadas en la Toráh sería por ejemplo :a un leproso no se le permitía tener pleno acceso a derechos en la grey y sin embargo, hoy los casamos y les permitimos subir a la Toráh, ¿por qué entonces no a los homosexuales y a las lesbianas?. Creo que la respuesta sería que el leproso no lo es por propia elección, mientras que en los homosexuales, más allá de causas orgánicas, psicológicas, etc., hay un acto de voluntad en el querer ser homosexuales legitimados como judíos; lo que en definitiva plantea el problema a los rabinos ,no es la homosexualidad en sí, que cada uno la aceptará o no según su arbitrio, sino el planteo de legitimar las uniones en una jupáh, o si adoptará hijos, aceptarlos como judíos plenos, merecedores de Brith Miláh, Bar Mitzváh, etc.
Como tantas otras veces, tengo más preguntas que respuestas, solo sé que como seres humanos, go-zan de mi respeto y defiendo su derecho a vivir sin ser discriminados, pero de ahí a legitimar sus uniones desde el punto de vista religioso, lo veo imposible, pues la Toráh, que es la fuente donde nos nutrimos, me lo impide expresamente.
Quiera el Todopode-roso iluminar a los rabinos reformistas, que están a punto de legitimar lo que la Toráh considera abominación; y para los verdaderos sufrientes de esta situación, que son los homosexuales que quieren seguir siendo judíos plenos, les deseo que la decisión a tomar por los rabinos, sea un justo balance entre la misericordia y la justicia, como lo ha sido históricamente en los juicios rabínicos.•
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