No festejé la caída de Galeano porque hace mu-chos años que dije públicamente urbi et orbe que era un delincuente. Galeano, que es sólo un mascarón de proa, debía haber caído hace cinco años, cuando Lanata mostró urbi et orbe como había coimeado a Telleldín. Pero entonces la DAIA, la AMIA, Israel y hasta los familiares (con alguna excepción, como Laura Guinsberg) salieron a respaldar a Galeano. Y a meter preso a Cúneo Liba-rona. Y a amenazar a Lanata del mismo modo en que me amenazaron a mí cuando presenté largos escritos pi-diendo la detención de E-dul, de los Lorenz, de los Haddad, y que se investigue al Dr. Alito Tfeli, médico de Menem.
Del mismo modo, aquellos mismos actores defendieron la decisión de elevar a juicio lo que se está terminando de ver. Ya entonces, algunos advertíamos que la causa era como un cuchillo al cual primero se le cambió la hoja, y después el mango, dejándose como nexo apenas un remache (Telleldín) que para colmo anteriormente no era un verdadero remache (porque la camioneta bomba no existió) sino apenas una incrustación.
Donde había sirios se puso a iraníes.
Donde estaba el jeque Sobhi Tufaili, se puso a su rival victorioso, Nasralá.
Donde estaba una banda de policías federales se pu-so a una banda de policías bonaerenses o patas negras.
Donde había narcotráfico se puso a integristas religiosos o fundamentalistas.
Dónde había armas y uranio se puso a Alá.
Donde aparecía el pri-mo Monzer al Kassar se quiere poner a Ben Laden.
Temo ahora que Gale-ano sirva para librar de responsabilidades de Anzorre-guy (jede de la SIDE) y Corach (responsable de la PFA). Y sobre todo, que sir-va para eclipsar el protagonismo de parientes políticos e íntimos allegados al Je-ttatore.
Estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Po-bre Albertito Jacinto Ka-noore Edul! Pobre boludito!. Es verdad que participó en el atentado, pero no es verdad que haya participado del modo en que lo van a acusar, e incluso -me animo a profetizar- condenar.
Se viene la versión aggiornada. Canicoima ha-rá lo que le pidan... si no lo apuran. Son muy graciosas sus declaraciones al diario La Nación. Lo primero, di-jo, es leer todo el expediente. Algo así como "no me jodan hasta dentro de cinco años".
Párrafo aparte merece la nota de Tuny Kollman en Página, "Un primer acto de justicia en 9 años". ¡Que lo diga él, que le chupó las medias a Galeano durante más de seis años!!! Por su-puesto, Kollmann sostiene sin pudor que los únicos que objetaron a Galeano durante estos años fueron "los familiares" (así, sin establecer matiz alguno ni nombrar a Memoria Activa ni a Laura y su agrupación), lo que, ustedes saben, es una mentira más grande que el Monumental.
Por supuesto, Kollman practica una vez más el deporte de patear al caído (y sorberle los zoquetes al afirmado).
En cambio, simpatizo con la posición de su entrevistado, Pablo Jacoby, quien, aunque haya sido tardíamente, pidió y obtuvo, en nombre de Memoria Activa, la remoción de mi vergonzoso tocayo.
Sostengo, como él, la filosofía de "no hacer leña del árbol caído".
Aunque nunca falte el chusco que me diga, no sin algo de razón, "¿si no hacés leña del árbol caído, de que árbol podés hacer leña?".
Bueno, me muero de sueño. Galeano ya fue. Pero yo quiero que lo condenen por haberme tenido pinchado los teléfonos durante años. Les dejo como cierre uno de mis frases favoritas:
Nada es para siempre.•
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