Las sensaciones, pensamientos y opiniones son subjetivos, por que surgen de las percepciones de los sujetos. En este caso lo subjetivo es el nombre de una ciudad. Esta es la ciudad de los tres nombres, según los diferentes momentos históricos y las lenguas que la nombraron. En la actualidad las diferentes maneras en las que uno nombra esta ciudad hablan de las diferentes maneras de reconocerla, comprenderla y vivirla. Tres diferentes nombres se alternan en mi realidad como habitante de esta ciudad en este ultimo mes. La ciudad de Oswiecim aparece por primera vez en registros en el S XII, esta situada en el limite de dos regiones culturales diferentes Malapolska y Silecia, en el Sur de Polonia. Por su ubicación y por la historia del país, estuvo bajo dominio de: Polonia, Bohemia, Austria, Alemania y nuevamente Polonia. Por su geografía se caracterizo por ser una ciudad multicultural, enriquecida por la presencia Judía desde principios del S. XVI. Es aquí donde puedo comenzar a llamarla Oshpitzim, su nombre en Ydish que significa “huésped”. Por más de cuatrocientos anos, en esta ciudad, donde hoy me encuentro, convivieron ciudadanos de diferentes religiones. Florecieron dentro de la Comunidad Judía: escuelas, Sinagogas, Yeshivot, kehilot, grupos jasídicos (el mas conocido fue Bobover), organizaciones sionistas, clubes, etc. Como así también toda una red de asociaciones solidarias que incluían, entre otras, un hogar para mayores, hospital, escuela religiosa para los que no podían acceder por sus propios medios y hasta una casa de préstamos sin interés para la colectividad y claro, fábricas y comercios que prosperaron en la zona. Las crisis esporádicas, que existieron, entre ambos sub-grupos fueron a principios de la independencia Polaca (1918) y en la crisis económica del 30’. A pesar de esto, Oswiecim era conocida como una “ciudad Judía” contando, en la década del 30’ con mas del 40 % de la población y mas de la mitad de los integrantes en el Concilio de la cuidad de religión Judía. El 6 de Septiembre de 1939, Oswiecim fue invadida por los Nazis y la ciudad recibió otro nombre. Los habitantes Judíos de la ciudad fueron obligados a realizar labores forzadas (entre ellas la construcción del campo del concentración), a llevar la estrella de David como símbolo en sus ropas, a “mudarse” a guettos en las ciudades cercanas, para finalmente: terminar en el campo de exterminio que construyeron en la ciudad con un nuevo y tercer nombre: Auschwitz, a 3 km. de la plaza central. A 3 km. De donde me encuentro escribiendo ahora. Las tres maneras de nombrar esta ciudad, hablan de la subjetividad, de sentimientos, vivencias. Muchos ciudadanos polacos, sobre todo los que trabajan para la educación y el dialogo, tratan de explicar Auschwitz como producto de la ocupación Nazi, haciendo hincapié en la cantidad de polacos (no judíos) que también murieron y en la gran cantidad que ayudo a que muchos Judíos sobrevivan. Muchos jóvenes locales comentan que quieren cambiar la imagen que los Judíos tienen de su país, como el “cementerio de Europa”. Muchas personas trabajan día a día para recordar lo que fue la vida Judía en este país antes de la Shoa. Es decir, recordar lo sucedido en Aushwitz, pero también en Oshpitzim. Por mi parte, estoy viviendo en esta ciudad hace mas de un mes, trabajo en la única Sinagoga que quedo en pie, que funciona solo para turistas ya que las únicas personas judías somos dos de mis compañeros y yo. Oshpitzim hoy es un museo, una casa de dos pisos, con fotos blanco y negro de la vida cotidiana que solía tener la gente de esta ciudad. Oshpitzim intenta ser recordada a través de este centro educativo. Hoy en la ciudad de Oswiecim, Oshpitzim y Aushwitz son museos, uno muestra la muerte y otro la vida. Dependerá del interjuego de la propia subjetividad, de las maneras de recordar y de las acciones de todos los actores sociales que fueron y son parte, la forma en la que cada uno de nosotros utilice para evocar a la ciudad de los tres nombres.
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