Los integrantes de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado contra la AMIA, dijeron basta. Más que la copa, la gota que rebasó el balde lleno de un líquido que no es precisamente agua, fue la reciente reunión que mantuvo la dirigencia de la DAIA con el ex presidente Carlos Menem. La actitud hizo que los familiares emitieran un comunicado, calificando el encuentro de "ofensa a nuestros muertos".
A pesar de la gravedad del hecho, y haciendo gala de una torpeza política y una insensibilidad que hace poner los pelos de punta, el presidente de la institución repudiada, José Hercman, se justificó a través de un comunicado difundido por la DAIA, de esta manera:
"Continuando con una actividad que se ha convertido en un clásico de la política argentina, hemos convocado en el marco de la DAIA a diversas reuniones con la presencia de candidatos presidenciales que representan un amplio espectro de la oferta política para las elecciones convocadas para el día 27 de abril próximo". "Es nuestra obligación reunirnos con aquellos que pueden inclusive ser visualizados en posiciones encontradas con las nuestras o representar un riesgo para nuestra comunidad". "Lamentablemente, hay quienes que estando legítimamente en desacuerdo con nuestro accionar, utilizan la ofensa, el golpe bajo y la intención de debilitar nuestra representatividad por vías mediáticas, expresándose desde su dolor, que respetamos y hacemos nuestro, pretendiendo ejercer el monopolio de la ética y de las decisiones en materia de política comunitaria".
¡Sin palabras!
Quien se ha expresado así, no es otro que el mismo hombre que hace dos años, junto a su inmediato inferior en la Delegación de Asociaciones Israelitas de la Argentina, Jorge Kirszenbaum, intentó acallar la verdad y el derecho a ejercer la libertad de prensa, tratando de intimidar, a través de una querella penal, al periodista Marcos Doño. El pretexto de Hercman-Kirszenbaum fue un texto de Doño, titulado "Dame la verdad".
En él se abordaban desde la crítica temas referentes a lo actuado por la DAIA durante la pasada dictadura militar, como también a su posición en la causa por el atentado contra la AMIA, sobre todo la defensa cerrada que desde el mandato de Rubén Beraja viene haciendo la DAIA del juez Juan José Galeano (ver recuadro).
..."Lo cierto es que, como desde hace décadas, siguen primando los intereses sectoriales y los negocios particulares. Una muestra de esto es que hace pocos días, la abogada Nercellas, el presidente de la DAIA, José Hercman y el vicepresidente, Jorge Kirszenbaum, llamativamente se acercaron para dar su apoyo incondicional al juez de la causa Juan José Galeano. Justo en momentos en que la parlamentaria Elisa Carrió acababa de decir que contaba con las pruebas que involucran a hombres del gobierno menemista en las actividades ilícitas arriba referidas, y que esas pruebas no se las daría al juez Galeano porque no le inspiraba la más mínima confianza.
Claro, defender a Galeano, a pesar de las graves acusaciones que pesan sobre él, no es otra cosa que sostener la causa tal como lo quiso y lo necesitó siempre su padrino, Rubén Beraja."...
La maniobra Hercman-Kirszenbaun había comenzado con una carta documento en la que se conminaba al periodista a retractarse públicamente. Es interesante destacar que por aquel entonces Marcos Doño se desempeñaba como miembro del staff de prensa de AMIA. El sector estaba a cargo del periodista y abogado Horacio Lutzky, contratado en principio como vocero de la AMIA en la causa por el atentado, y que renunciaría al poco tiempo por considerar que los miembros del directivo de AMIA no habían cumplido con los requerimientos éticos e ideológicos por los cuales Lutzky había aceptado hacerse cargo. Es decir, primaron una vez más los intereses corporativos, los contratos de cifras inmorales para una época en la que gran parte de la comunidad judía está en la miseria -el contrato con el abogado de la AMIA, Juan José Ávila (un hombre cuya personalidad podría conocerse con sólo leer la obra capital de José Ingenieros, "El hombre mediocre"), se celebró en 500 mil dólares-. Así, una vez más, la dirigencia comunitaria sacrificó una oportunidad de oro para esclarecer a la opinión pública sobre la marcha de la causa. De hecho, hoy la mutual judía no tiene vocero de prensa; un hecho bochornoso que al actual presidente Abraham Kaúl parece importarle poco.
Lo cierto es que a los pocos días de que Doño ingresara al departamento de prensa, comenzaron las presiones políticas sobre miembros de la conducción de AMIA para que lo alejaran del puesto. En varias oportunidades la gente de la DAIA pidió su cabeza, argumentando no sólo el tenor de las notas del periodista, sino al hecho de que se publicaran en el periódico La VOZ y la opinión. Lo que terminaría por desencadenar la furia de estos dirigentes fue la combinatoria de la nota referida, más una tapa de La VOZ en la que se podía ver a Hercman, Donzis y otros miembros de la DAIA en un brindis junto al entonces Jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, y otros miembros de la fuerza. La reunión se había arreglado para hacer público el "agradecimiento" a la Policía por los "servicios prestados" en la investigación del atentado terrorista. La tapa tituló así la juerga: "Brindando sobre los muertos".
En contra de lo seguramente pensado por el dúo querellante de DAIA, Doño, aun a sabiendas de que esto le acarrearía problemas y presiones en su trabajo, no sólo no se retractó, sino que defendió su derecho a informar en una carta documento ratificando lo dicho en la nota referida, y que fue publicada en este periódico junto a la de los demandantes. A pocos meses de ocurrido este hecho, al asumir el nuevo presidente de AMIA, Abraham Kaúl, ocurrió lo que ya se sabía: al periodista no se le renovó el contrato. Llamativamente, fue reemplazado por un hombre que, además de ser acólito del cuestionado ex embajador Itjak Avirán, mantiene más que estrechas relaciones con los dirigentes de la DAIA. Marcos Doño, a sabiendas de que la no renovación de su contrato se debía a cuestiones políticas, intentó in-fructuosamente una reunión con el presidente de la AMIA, quien se negó sistemáticamente a recibirlo.
Ya fuera, la DAIA prosiguió con sus embates. En el campo judicial, prosiguió con sus actuaciones, mientras que en el terreno político, si es que así puede llamársele, se dedicó a difamar, a "prevenir" sobre las características de cada uno de los miembros de La VOZ y la opinión. Y lo hicieron con un manifiesto de repudio que hicieron circular vía e-mail, fax o mano en mano, con las firmas de algunos dirigentes comunitarios, y amparados en el silencio de los medios judíos, que, lejos de condenar, soslayaron o trataron de explicar desde algún lugar de la ironía progre que las culpas estaban repartidas.
Pero no todo es oscuridad, no todo es impunidad. Finalmente, la justicia se expidió. Y en un fallo ejemplar (ver recuadro), la jueza María Laura Garrigós de Rébori (la misma que trató en la causa Menem /Verbitsky), por Secretaría del Doctor Daniel Sanzone, sobreseyó a Marcos Doño en orden a los delitos de calumnias e injurias. En el fallo, se destaca que el periodista no tuvo intención de difamar o injuriar, sino que su único objetivo fue el de la verdad.
RESUELVO: I - HACER LUGAR a la excepción de falta de acción, por inexistencia de delito, impetrada por la defensa del querellado Marcos Doño y consecuentemente, de conformidad con lo normado por los arts. 336 inc. 3° y 343 del Código de Procedimientos Penal de la Nación, SOBRESEER en la presente causa N° 5602, seguida a Marcos Doño, en orden a los delitos de calumnias e injurias, previstos y reprimidos por los arts. 109, 110 y 113 del Código Penal, con la expresa declaración de que la formación del proceso no afecta el buen nombre y honor de que gozare. SIN COSTAS. (Conf. Art. 531 Código de Procedimientos Penal de la Nación)
Notifíquese y firme, archívese.- P.R.S.
Sí, la verdad. Decir la verdad. La verdad aunque duela como una cachetada. La verdad, aunque uno tenga que comer pan y cebolla por defenderla. Esa verdad que ahora los miembros de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado contra la AMIA han comenzado a darse cuenta no es la amiga más querida por esos oscuros hombres de la DAIA. La verdad, que en hebreo se escribe Emet, y que si se le saca una sola letra, la letra Alef, si se la cercena, nos queda la palabra Met, que significa muerte.
Sólo eso es lo que el periodista Marcos Doño buscaba desentrañar con su nota "Dame la Verdad". Eso que los hombres de la DAIA no parecen entender es una cuestión insoslayable para muchas personas de este mundo..
Nota de la Redacción.
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