Me siento en la obligación de aclarar conceptos a mis conciudadanos argentinos junto a quienes he desarrollado mi vida en paz, dado que el actual conflicto de medio oriente los tiene alterados y sorprendidos.
Motiva esta nota el hecho de que soy judío, sionista y partidario de la existencia del estado de Israel, debo responder a aquellos amigos que me cuestionan ese apoyo a quien consideran el agresor del actual conflicto que se sostiene contra el grupo terrorista Hezbolah.
Cuando un estado soberano cuida sus fronteras y a sus ciudadanos, debe ser responsable por los mismos, supongamos que en Argentina durante la época de los grupos subversivos (montoneros, ERP, Fal, etc) estos hubieran decidido por su cuenta atacar a Chile, Brasil u otro país limítrofe, los gobiernos de esos países hubieran protestado al de Argentina por los hechos y el gobierno argentino hubiera reprimido o controlado a esos grupos irregulares.
Supongamos que en dicha circunstancia no lo hubiera logrado, por ineficiencia o falta de voluntad, ¿cuál debe ser la reacción del país atacado? Lo más probable es que devuelva la agresión a quienes la provocaron.
Se me puede argumentar que los civiles no tienen la culpa y es verdad, pero ¿cómo se hace para evitar el daño si los agresores están entre ellos? Por otra parte, esto no es un enfrentamiento de dos ejércitos regulares y aquellos civiles que no empuñan armas pero permiten que en sus domicilios se instalen rampas de lanzamiento de mísiles, ¿son igualmente inocentes? Es difícil asegurarlo.
En este caso, el país huésped de los ejércitos irregulares no supo imponerse para evitar los ataques a un vecino y sufre las consecuencias por ello, tal vez no pudo hacerlo porque a su vez tiene un tercer país opresor que se lo impide, caso Siria que nunca abandonó Líbano, de hecho, lo considera parte de su territorio. Basta con ver un mapa sirio donde Líbano figura como región sur de Siria. ¿Nadie se pregunta por qué esos dos países carecen de embajadas de uno en el otro? Es simple, Siria considera al Líbano una provincia propia.
Quiero destacar que todas las muertes duelen, a nadie alegra la destrucción del Líbano, pero es muy difícil erradicar a los terroristas si estos están entre la población civil libanesa.
Quiero historiar para quienes lo ignoran que El Líbano fue un aliado de Israel mientras su gobierno tenía amplia mayoría cristiana, en especial de la rama maronita, pero el aumento demográfico de los musulmanes y el éxodo de parte de la población más culta (los cristianos maronitas), provocó un desbalance a favor de los distintos grupos islámicos, a su vez, enfrentados entre sí, sólo los une el odio a Israel quien fuera aliado de los cristianos libaneses.
Todo este mosaico complejo de identidades y enfrentamientos en un país chico provocó el avance de Siria , esta digitó absolutamente los destinos de Líbano hasta la revolución de los cedros, por disposición debía retirar su ejército de territorio libanés, no lo hizo y siguió alentando a fuerzas irregulares que constituyeron un ejército dentro de otro, me refiero a Hezbolah y al ejército oficial de Líbano.
Este es el panorama en la región, me siento obligado a dar explicaciones a mis compañeros que me cuestionan, a veces sin tener idea de que es lo que se juega en este conflicto.
Me dirán que Israel se excede en sus represalias, no lo se, tal vez no puedan limitarlas porque el enemigo sigue su escalada de violencia, supongamos que Israel cesara en su ataque, que lograría?, solo volver a ser hostigado con cohetes de mayor alcance en forma permanente.
La única solución es que el ejército libanés controle a esos grupos terroristas e impida futuros ataques a la población israelí, pero tanto Siria como Irán seguirán alimentando con armas y dinero a hezbolah, por tanto no es fácil la solución en el corto plazo.
La otra solución sería desplegar en la zona limítrofe una fuerza internacional que evite futuros ataques de Hezbolah, pero ya han demostrado históricamente que ante una orden siria se retiran del lugar y la situación vuelve a fojas cero, tal vez podría implementarse pero no será en lo inmediato.
Estas explicaciones se las debía a mis conciudadanos argentinos, quiero que entiendan que tanto el pueblo israelí como el libanés tienen derecho a vivir en paz, pero también poseen el deber de protegerse, se lo exigen sus ciudadanos, para eso deben ser soberanos y lamentablemente, el pueblo del Líbano no está en condiciones de serlo pues de hecho está invadido por hezbolah y sus socios Irán y Siria.
Quiera D” que cese todo tipo de agresión y muerte, es lo que deseamos todos aquellos a quienes nos duelen las víctimas cualquiera sea su condición humana, racial o política.
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