El Comité Judío Americano advirtió que "es un golpe casi mortal" para la causa Amia la decisión de Interpol de no buscar a los iraníes prófugos por la masacre. También advirtió que la Cancillería argentina deberá explicar por qué no aportó suficientes pruebas para mantener el alerta rojo. El planteo corrió por cuenta de Dina Siegel, directora ejecutiva del departamento para Latinoamérica del American Jewish Committee, quien sostuvo que desde el primer momento hubo evidencias que vinculaban a esos iraníes con el ataque que mató a 85 personas.
"Sentimos desafortunada la resolución, porque meses atrás fuimos las primeras voces que trataron de hacer saber a las autoridades argentinas y americanas (por EEUU) que esto nos preocupaba sobremanera. Todo indica, desde las primeras horas, que eran ellos", destacó Siegel.
Luego afirmó que la decisión de Interpol tomada anteayer en Berlín (Alemania), donde se votó no incluir a los iraníes sospechados en el caso Amia como una prioridad en las detenciones, "es uno de los golpes más fuertes a la causa porque se trata de una de las partes más sólidas para encontrar a los culpables".
"Es un golpe casi mortal. Lamentablemente esto no sólo cuestiona a Interpol sino también a la Cancillería", agregó Siegel..
En esa línea, enfatizó que "Interpol pone el dedo acusador sobre la Cancillería argentina porque es su presentación de pruebas para revertir la situación la que no fue considerada suficientemente contundente".
Por eso Siegel añadió: "La Cancillería deberá explicarle a la comunidad judía por qué Interpol tuvo esa percepción". Rafael Bielsa, ministro de Relaciones Exteriores, admitió su "decepción", pero reconoció que "es difícil de rebatir la argumentación" sobre las fallas de la causa. Aunque el voto fue secreto, la decisión de Interpol de rechazar el reclamo argentino de reinstalar el alerta roja en la detención de una docena de iraníes sospechosos de haber organizado el atentado terrorista contra la AMIA contó, junto a otros 88 países con el aval de Estados Unidos, Gran Bretaña y Sudáfrica.
Llama la atención la postura de Washington si se tiene en cuenta que EE.UU. siempre fue partidario de culpabilizar a Irán por la voladura de la mutual judía (1994, 85 muertos), línea de investigación que salió a su vez del servicio secreto israelí.
La lectura del escrito y lo conversado con fuentes oficiales desprende que los 91 votos de la Asamblea General de Interpol contra el reclamo argentino (hubo 9 en contra y 15 abstenciones) dan cuenta de manera elocuente de un alto margen de error judicial. Es que el juez Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de la investigación, se limitó a mandar un oficio a Interpol ratificando las órdenes efectuadas por su antecesor, el ahora destituido juez Juan José Galeano, sin hacer una revisión de las mismas y un envío de pruebas para cada caso. De hecho, una de las fallas más notorias es que se pidió otra vez por un iraní muerto en 1998.
Los familiares de las víctimas de la AMIA venían pidiendo que se reimponga el alerta rojo. Esta condición permite que las autoridades internacionales estén totalmente pendientes con nombres y fotos de los iraníes buscados en todo el mundo.
Pero el reclamo de los familiares y del Gobierno sufrió un fuerte fracaso el 18 de setiembre pasado cuando el Comité Ejecutivo de Interpol canceló las circulares rojas. Con todo, sometió la decisión para que sea permanente a votación de la Asamblea. El alerta amarillo no desestima la orden de captura contra los buscados, en caso de que se los encuentre fuera de Irán, pero relaja claramente el nivel de atención.
Por eso es interesante lo que dice el documento que refleja el debate. La Asamblea hizo "hincapié en las serias irregularidades comprobadas en la sustanciación de la causa por el anterior magistrado (Galeano) y en la decisión de las autoridades británicas de no dar curso" a uno de los pedidos de extradición. El del ex embajador iraní en Argentina, en 1994, Hadi Soleimanpour, detenido en las afueras de Londres en 2003, pero luego liberado por las autoridades británicas, pese a las protestas argentinas.
Durante la Asamblea, los delegados de Filipinas, Reino Unido y Burundi preguntaron si el Comité Ejecutivo había evaluado debidamente el exhorto enviado por Canicoba Corral, a lo que el delegado británico respondió que éste dejaba "dudas". Luego, para "despejarlas", el presidente de la internacional de Policía, el sudafricano Jackie Selebi, y su secretario general, el estadounidense Ronald K. Noble sentenciaron que de Buenos Aires "solamente" se habían recibido "cartas informando que el nuevo magistrado reiteraba los pedidos de su predecesor, pero que estos mensajes no constituían nuevas órdenes de detención emitidas y firmadas por un magistrado nuevo". Las difusiones rojas "requieren documentos jurídicos claros; un nuevo juez nos ha escrito cartas, pero no documentos legales", remataba Noble.
Así se decidió el voto contra Argentina, que seguirá vigente según dijo una fuente diplomática. Desde la Justicia dicen que el Gobierno también tiene responsabilidad en el resultado de las gestiones. Pero en Cancillería pusieron el grito en el cielo y remarcaron que su facultad se limita a tramitar los exhortos judiciales. Y también que han hecho lo posible por otros canales. Enumeraron las reuniones de Rafael Bielsa con las organizaciones judías, las protestas a Londres por la liberación de Soleimanpour y los reclamos a Interpol, en Francia, cuando se bajó la prioridad de las órdenes de captura contra los buscados.
serv de Prensa
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