Editorial por Daniel Schnitman
El Asesino de IRAN, Hitler, Menem y la AMIA Que el Presidente de la ¿República Islámica de Irán? desee que Israel desaparezca, no llama, o no tendría que llamar la a atención de nadie. Después de todo, es lo que él y millones de fanáticos musulmanes quieren. Israel, un país democrático, con aspectos sociales de avanzada, con tecnología que se exporta a todo el mundo, y además, (que debe ser lo que más molesta) con una población que vigila a sus gobernantes, y no se deja aplastar por decisiones despóticas....es un problema. Mahmud Ahmadinejad, (el presidente) es una continuación asquerosa del ayatola Jomeini En lo que lleva de su gobierno ha mostrado cada vez más su intolerante ortodoxia con los postulados de Occidente. El mismo día de su triunfo, tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Irán, una frase que retumbó en los oídos de muchos en Occidente: "Esta victoria, es la segunda revolución, tras la creación de la República Islámica del Ayatola Rujola Jomeini (1979)". Ahmadinejad ha defendido el programa nuclear iraní acusando a "unos pocos poderes arrogantes de intentar limitar el desarrollo industrial de Irán en éste y otros campos", y revivió la ‘recomendación’ del inicio de la revolución de Jomeini, cuando pidió que "Israel fuera borrado del mapa". Demostrando un total desprecio por las críticas que sus palabras generarían en los occidentales, que tras las primeras declaraciones exigieron la expulsión de Irán del seno de la ONU, Ahmadinejad reiteró luego, ante una multitud en el campus de la Universidad de Teherán, donde se hallaban representantes del movimiento radical palestino Hamas, que "la nación musulmana no permitirá a su enemigo histórico vivir en su propio corazón" Como alcalde, Ahmadinejad ya había puesto un gran énfasis religioso en las actividades de los centros culturales; impuso el uso de ascensores separados para hombres y mujeres en las oficinas municipales; clausuró restaurantes de comidas rápidas y desmanteló la primera campaña publicitaria que, desde la revolución, mostraba a una persona de Occidente: el futbolista inglés David Beckam. Desde su posición privilegiada, asumió la dirección del periódico 'Hamshahri'. Allí, su primera decisión fue despedir al editor del diario. Luego acusó a varios periodistas que no apoyaron su candidatura a la presidencia de ser espías de Turquía y Azerbaiyán. Sus acciones lo llevaron a pelearse con el presidente Jatami, que le prohibió durante su gestión el ingreso a las reuniones de gabinete, un privilegio de los alcaldes de la capital. Y esto, amigo lector, no es nuevo. Este canalla es lo mismo que el mufti de Jerusalén, y la misma lacra que fue Yasser Arafat- Haj Amín el-Husseini (el Mufti de Jerusalén) dominó el movimiento palestino que empezó en 1920, y organizó ataques terroristas coordinados sobre los judíos en la entonces Palestina. Cuando se aplastó la revuelta (en su mayoría por judíos voluntarios de Palestina), el ex-Mufti huyó a Irán y se escondió en la Embajada Japonesa. De Teherán huyó a Italia, donde su llegada fue anunciada por la radio fascista como un "gran y feliz acontecimiento;". En noviembre de 1941 llegó a Berlín y fue recibido por Hitler. En 1942 organizó la Legión Arabe que luchó contra la invasión estadounidense de Africa…" Así fue que Haj Amín fue recibido por Hitler. ¿Sobre qué hablaron en esta reunión de 1941? se dice que el Mufti "estaba totalmente tranquilizado y satisfecho" de que Hitler) le ayudara a llevar a cabo *la destrucción de todos los judíos* residentes en la esfera árabe y, basado en esa Solución Final, convertirle en "el interlocutor más autorizado para el mundo Arabe." En otras palabras, el Mufti participó con entusiasmo en la Solución Final contra los judíos. Los civiles cazados por las tropas SS incluían también miles de serbios y romaníes (gitanos), asesinados con una brutalidad tal que los propios nazis alemanes quedaron estupefactos. Después de la guerra, el gobierno yugoslavo extendió una orden judicial para que se arrestara al Mufti por crímenes de guerra. . . Los Aliados le capturaron en Alemania. Deberían haberle juzgado en Nuremberg o haberle devuelto a Yugoslavia. En vez de eso, misteriosamente huyó a El Cairo Los revisionistas retratan a el-Husseini como luchador anticolonial, pero en realidad fue el gobierno colonial inglés el que le ungió con el título de ‘Mufti.’ La historia de las relaciones judeo-árabes en Palestina podría haber sido muy distinta de no haber sido por el apoyo dramático que los británicos le dieron a este violento antisemita. Una Jihad o guerra santa se lleva contra los ‘infieles’ no por cosas que hagan, sino por lo que son: “infieles”. ¿Y Menem? A lo largo del año 1988, la revista "Jotapé" encabezó una decidida campaña de apoyo a la candidatura de Carlos Saúl Menem en la interna para la presidencia de la Nación. Al mismo tiempo, desató una furibunda embestida antisemita. Días después, el peronismo de La Rioja publicaba un aviso a página entera en la revista "Jotapé" con publicidad de "Menem presidente". Junto al mismo, la revista publicaba una página de loas a Kaddafi, y recibía auspicios de sectores islámicos. Luego de difundidos los dichos del arrepentido "testigo C" en la causa por el atentado a la AMIA respecto de los contactos espurios de Menem con Irán, resulta interesante descubrir que la arremetida antisionista y antisemita de la revista menemista contaba con publicidad de "El Mensaje del Islam", que anunciaba artículos tales como "la conexión nazisionista". La revista, incluía en esa misma edición de agosto de 1988 publicidad de "El Mensaje del Islam", que anunciaba artículos sobre la "rebelión islámica en Palestina" y sobre "la conexión nazisionista", pudiendo adquirírsela en librería islámica At-Tahuid, San Nicolás 674, Capital Federal. La mezquita At-Tahuid era liderada por Mohsen Rabanni, imputado por informes de inteligencia argentinos y americanos de organizar localmente los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. El testigo "C" también habló de los vínculos preexistentes de Menem y su gente con Irán para varios negocios sucios, y de los 10 millones de dólares que habría recibido en 1992 para desincriminar a Irán en las investigaciones. Según un informe agregado a de la causa por el atentado a la AMIA, "en lo atinente a la mezquita 'At-Tahuid' sita en San Nicolás 674... se ha detectado que el referido Ricardo Ho-racio Elía, alias Ricardo Samssudin Elía, empleado de la mezquita, sería referente del embajador de la República Islámica de Irán Hadi Soleiman Pour, encargándose del contacto con las organizaciones de extrema tendencia locales. En su nivel mantuvo contacto con personas que antiguamente formaron parte de la organización denominada 'Montoneros'". Otro informe lo identifica con el alias de Shamsuddin Elía, y menciona que entre los años 1987/90 trabajó en la sección comercial de la Embajada de Irán en nuestro país. Este colaborador de la revista "Jotapé" fue descrito como montonero convertido al islamismo luego de viajar por Irán, en un artículo periodístico firmado por Horacio Poggi en la revista "Cuarto Poder" y obrante en la causa AMIA junto con la ratificación del autor. Bajo el título de "Irán, un hueso duro de roer", se publicaba un artículo firmado por Shamsuddin Elía (montonero convertido al islamismo), ilustrado con una foto que llevaba como epígrafe: "Estados Unidos e Israel: el imperio y su engendro sionista". La nota refería que "el Ayatollah Komeini, líder espiritual de la Revolución, ha emitido en estos días el siguiente mensaje: "el noble pueblo iraní debe ser consciente de que ahora es el momento de rechazar y de luchar contra esos demonios que violan los derechos de los oprimidos, de los pobres y descalzos. La nuestra es la lucha del Islam contra todas las desigualdades. La nuestra es la lucha de los pueblos descalzos contra el libertinaje y la prodigalidad de los desmesurados: la lucha de los valores ideológicos y revolucionarios contra el sucio mundo del poder, el dinero y la codicia". El artículo de Shamsuddin Elía sobre Irán, continuaba así: "Esta forma de expresarse y de sentir son muy familiares a los argentinos. Como aquellas palabras de nuestra Evita, la abanderada de los humildes: El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas". El montonero Elía, desilusionado con la democracia en 1989 viajó a Teherán, vía Ciudad del Este - Foz de Iguazú y pasó a revistar en las filas del fundamentalismo chiita. En Irán realizó cursos político-militares y luego se dirigió a los campamentos que en el sur del Líbano tiene el Hezbollah, con sede en la ciudad de Baalbek. La organización guerrillera lo condecora como Fedayin. Aprovechando su visita a los campos de entrenamiento de terroristas, conoce a muchos de los comandantes de la Hezbollah y regresa a la Argentina. Instalado nuevamente en nuestro país, retorna sus antiguas relaciones con miembros de la jefatura de inteligencia de Montoneros. Elía se desempeñó como asesor de prensa de Sinah Wahed, agregado cultural de la embajada de Irán. Más tarde pasa a ser el secretario político de Moshen Rabbani". Otro informe agregado a la causa AMIA, señala los estrechos vínculos existentes entre los grupos islámicos radicalizados que frecuentaba Elía y un ex comisario de la policía bonaerense de nombre Miguel Alfredo Barcia, quien habría asumido como nombre islámico el de Tarik Ibn. Si la apreciación del periodista fuera correcta, la existencia de militantes montoneros en el círculo íntimo del diplomático iraní considerado organizador de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA podría brindar nueva luz sobre las masacres de 1992 y 1994 en Argentina. El 25 de agosto de 2002, el reconocido periodista Miguel Bonasso, publicó un estremecedor informe de inteligencia militar realizado durante la dictadura, bajo el título "Lo que sabía el 601", referido a la infiltración de los servicios a los montoneros Dice Bonasso: "El informe del 601 abunda en datos sobre la relación militar entre Montoneros y Al Fatah, que había sido imprudentemente publicitada en una entrevista concedida al semanario español Cambio 16, por el jefe de la estructura militar, Horacio Mendizábal, quien luego caería en combate, durante la primera Contraofensiva. La revelación de "Hernán" o "el Lauchón", como se conocía a Mendizábal en Montoneros, causó alarma en el alto mando palestino y atrajo definitivamente sobre los guerrilleros argentinos la inquietante mirada del Mossad israelí. Que, según algunas fuentes, nutrió con información al 601". Nota: parte de esta nota fue publicada en Octubre de 2002 en LA VOZ y la opinión, cuya autoría es del peridodista Horacio Lutzky, bajo el titulo "Todos unidos triunfaremos". Menem, Irán y Montoneros.
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