La Organización fue excelente, un desarrollo ágil conducido por los Hermanos Korol (humoristas de Buenos Aires) y con la presencia del Sr. Embajador Rafael Eldad. Los discursos fueron breves y concretos y el programa artístico muy bueno.
PEro no puedo dejar de ver el medio teatro vacío... Aclaro que no me equivoqué, no me refería al medio vaso vacio sino, concretamente, a la mitad del teatro vacío...
Cabe hacerse la aclaración de que no es el mayor teatro de Rosario sino uno de mediana capacidad. En una Comunidad con más de mil quinientas familias judías no asistieron más de quinisntas personas.
Pero esto que me sorprendió a mí parece ser que estaba dentro de las previsiones de los organizadores, quienes por pirmera vez anunciaron que no era necesario retirar las entradas antes.
Los ausencias eran notorias en todos los sectores comunitarios. Hasta el Coro Litúrgico convocado para entonar el Hatikva contaba con menos de la mitad de sus integrantes.PEro la más notoria ausencia fue la de la juventud. Siempre se caracterizaron estos actos por el bullicio proveniente de los balcones superiores en los que la Escuela y las Tnuot se desafiaban permanentemente con sus cánticos y banderas. Esta vez estaban solamente los jóvenes que tenían que participar en el escenario y en cuanto a las banderas sólo había una: Roja, con letras blancas y de dos pisos de altura. Su texto era "Somos un Ken y queremos un Nido: Habonim Dror". Esta bandera hace directa mención a que hace tres años que esta Tnuá, con una enorme trayectoria en Rosario e Israel, está esperando que se le asigne un lugar en el cual poder realizar sus actividades pues su casa fue puesta en venta por la Sojnut. En estos tres años los bogrim y janijim vienen reuniéndose en casa particulares y plazas públicas, tratando de sobrevivir a la burocracia e indiferencia comunitaria. Hanoar Hatzioní y Hejalutz Lamerjav brillaron por su ausencia.
Obviamente era un hecho previsible cuando ya sabemos ue autoridades de distintas Instituciones han protagonizado escaandalosos enfrentamientos donde no faltaron trompadas y otras expresiones de violencia.
Esto muestra claramente como puede ser que un Grupo Filo Nazi ataque en cinco oportundades a una familia judía y muchas familias judías prefieran seguir siendo socios del Club instigador y encubridor con tal de defender su falso "status" o sigan defendiendo las prebendas con el Partido Político que incluye a dicho Grupo brindándole la impunidad necesaria para continuar con su accionar.
Entonces se entiende porque hay cada vez más judíos ausentes de las instituciones rosarinas.
En fin, el acto terminó con una calle céntrica con el tránsito interrumpido para realizar un lejaim y una harkadá de la cual solo participaron los bailarines organizadores, algún otro jóven y el Embajador Eldad que dejó sus títulos de lado y se incorporó a las rondas como un judío más. Mientras tanto la gente que miraba debía correrse a cada instante para dejar pasar los autos de todos los judíos adultos que al parecer estaban más preocupados por la cena que por el festejo...
Algo estamos haciendo mal en Rosario ya que esto no es culpa de los antisemitas ni de los palestinos...
Claudio E. Gershanik
Rosario,Pcia. de Sta. Fe
|
|
|
|
|
|