Verano del 77
Querido amigo
Seguramente te sorprenderá esta carta, si es que alguna vez llegara a tus manos.
Estoy en el infierno, así supongo será, comparable a este lóbrego sitio en que me han detenido los militares.
No se ni donde estoy, solo se que es verano por la temperatura y supongo que hay un aeropuerto cerca por el ruido permanente de los aviones sobre nuestras cabezas.
Me detuvieron en el comedor de la facultad, a mi y a todos los demás, ignoro los motivos, solo se que mi calvario comenzó en ese momento.
No puedo hablarte de las torturas, de solo pensar en ellas, rompo nuevamente en llanto y no lo puedo contener.
Mi única culpa es ser estudiante y llamarme Daniel Levi, otra cosa no hay, pero parece que mi condición de judío exacerba más a estas bestias.
De hecho, me llaman “judío de mierda número 9”, no tengo más nombre ni apellido, solo eso “judío de mierda número 9”.
En los interrogatorios insisten en mi condición judaica y en los planes que tenemos para apoderarnos del país, yo insistí en que no sabía nada, eso los enojó.
No soy un valiente, prorrumpo en llanto ya cuando vienen por mi, les firmaré lo que quieran contal que no me torturen más.
Soy optimista, pienso que me van a largar porque no tengo vinculación alguna con la política ni nada por el estilo, así que espero a que decidan liberarme.
Me acuerdo que en mi casa, no dejaban al zeide hablar del holocausto, temían que eso pudiera afectarme trayéndome pesadillas, por eso casi no se nada sobre el tema, pero me pregunto, ¿esto no es también un holocausto?, desconozco la escala de asesinados, pero con el nivel de crueldad que tienen me basta para suponerlo.
Tengo 20 años, supongo que en un futuro saldré, me casaré y tendré hijos, a ellos no les voy a ocultar esto que hoy vivo, es la única manera que sepan del peligro potencial que se cierne sobre sus cabezas.
Se me ocurre que, tal como pasó con los hechos ya lejanos de la segunda guerra mundial, en 20 o en 30 años, más tal vez, los argentinos no sepan o no quieran saber sobre este período negro y todo tienda a olvidarse, sería lamentable.
Pero así como a mí no me contaban sobre el holocausto ,la gente de mi generación tal vez no quiera asustar a sus hijos y tampoco les cuente nada, espero no ocurra eso.
Te acordás cuando salimos de la pizzería, me dijiste que te ibas a Israel, sugiriéndome que te acompañara, no lo hice y hoy lo lamento, tal vez, me hubiera evitado todo esto.
Lo que ocurre es que ser judío no era para mí tan importante como para vos, pero hoy recuerdo cuando me decías que los judíos son el pueblo elegido, pero para ser testimonio, se me ocurre pensar que eso puede ser trascendente.
De hecho, si esta nota llega a tus manos, te pido acudas a las instituciones judías representativas o a la embajada de Israel, seguramente ellos podrán acelerar mi liberación de este horror.
Me paso el día sentado en el piso llorando, cuando abren la puerta, comienzo a temblar, tal vez sólo traen el plato de comida, pero nunca lo se antes.
El que trae los alimentos me aseguró que el llevará carta a mis padres, de hecho, le di unas cuantas que ignoro si llegaron a destino.
El mismo hombre me dijo”si querés salir pronto, decíle a tu papá que le va a costar plata, pero total, ustedes tienen toda la guita del mundo, así que no va a tener problema para ayudar al nene mariquita a salir de aquí”, eso me hace pensar que aunque sea por el dinero, habrá contactado a mi familia.
Un muchacho a quien detuvieron junto a mí, está por salir, lo suponemos porque ya vinieron tres veces por el unos abogados, fiscales o algo así.
A el le pediré que lleve esta nota bajo la plantilla de su zapatilla, el saldrá antes que yo, la única diferencia es que no carga con un nombre judío y eso, acá, parece ser una condición meritoria, al menos conserva su nombre, no como yo que me resigné a ser “el judío de mierda número 9”.
Cuando por fin salga, nos reencontraremos y te contaré todo lo que me está ocurriendo, para evitar que les pase a otros.
Tengo miedo que la gente no lo sepa, o que trate de disimularlo y olvidarlo con el tiempo, eso sería nefasto para todos.
Tengo papel y lápiz porque quieren que firme una confesión para el juez o algo así, firmaré lo que quieran contal de no volver a sufrir tortura y esperando una pronta liberación.
Te extraño, así como añoro todo mi mundo anterior al día en que me trajeron aquí, confío en que pronto estaremos nuevamente juntos en la misma pizzería en que nos vimos la última vez..
P: S :Dani nunca volvió, no hay placas recordatorias ni monumentos o textos que lo mencionen.
Podemos ejercitar la memoria o ampararnos en el olvido, la elección está en nosotros.
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