Con las figuras de Néstor Kirchner y Carlos Menem en el trasfondo, ayer se llegó casi a una situación de ultimátum dentro de la comunidad judía. La AMIA reclamó oficialmente la renuncia de los dos dirigentes de la DAIA, Jorge Kirszenbaum y Julio Toker, quienes fueron los que redactaron en Washington el comunicado contra Kirchner. En ese reclamo, la AMIA se unió a Gilbert Lewi, presidente de la DAIA, que está en uso de licencia por enfermedad, y que sentenció desde la clínica: “O ellos o yo, no hay alternativa”. Por lo tanto, quedan sólo dos caminos para los próximos días: o los dirigentes más ligados a Rubén Beraja y Carlos Menem renuncian o lo hará el presidente Lewi. La comisión directiva de la AMIA reclamó también que en 60 días se redacte un nuevo estatuto de la DAIA y que se convoque a nuevas elecciones en las que se les permita votar en forma directa a todos los integrantes de la comunidad judía que quieran hacerlo. Tal como anticipó Página/12 en exclusiva, algunos de los máximos dirigentes de la AMIA plantearon ayer la idea de expulsar a la DAIA del edificio de Pasteur 633. Sin embargo, se resolvió transitar un camino de menor confrontación, aunque de singular dureza. “Nos sentimos avergonzados como comunidad judía a raíz del comunicado emitido en Washington por Kirszenbaum y Toker –le dijo a este diario el titular de la AMIA, Abraham Kaúl–. Ese texto incluyó términos falsos, como que el presidente Kirchner no tiene voluntad política real de investigar los atentados. Tenemos que decir que fue el único que movió estructuras como nunca, permitió que declaren los agentes de la SIDE, abrió los archivos de inteligencia y ya estamos trabajando en los archivos de la Policía Federal. Y para colmo, el comunicado contra Kirchner fue emitido en un lugar inadecuado. La DAIA se entrevistó con el Presidente aquí en Buenos Aires diez días antes del viaje a Washington y no dijo ni una palabra, en cambio criticó al primer mandatario fuera del país, 24 horas antes de la Conferencia Anual del American Jewish Committee (AJC) y cuando ellos conocían desde mucho antes la recepción que se le haría a Kirchner. Es cierto que en Washington hubo una seria confrontación entre la AMIA y la DAIA, e incluso el AJC exigió un comunicado de rectificación porque en caso contrario invitaría a la DAIA a retirarse del evento”. En la reunión de comisión directiva de ayer, la AMIA reclamó la renuncia de los dos dirigentes que viajaron a Washington y acompañó en ese sentido la postura del presidente de la DAIA. Según trascendió, Lewi retomaría la presidencia hoy, aunque con las enormes dificultades que le pone su enfermedad. Y en ese marco quedaría planteada la alternativa: o renuncian Kirszenbaum y Toker o renuncia Lewi. En esa situación es muy posible que tenga peso relevante la postura del resto de los directivos de la DAIA, una parte importante de los cuales siempre estuvieron y están ligados con Rubén Beraja. No está claro quién se impondrá en la pulseada. El otro punto que planteó ayer la AMIA tiene que ver con la forma en que se eligen los dirigentes de la DAIA. Hasta el momento, el sistema prevé que las instituciones, sinagogas, colegios y clubes judíos tienen representantes en un plenario que elige a los directivos. Ello hace que instituciones muy pequeñas tengan casi el mismo peso que los grandes clubes. La AMIA insiste en que allí está la clave de por qué no hay una verdadera renovación de la dirigencia, ya que incluso cuando surge un presidente de oposición, como Lewi, no se conforma una conducción en sintonía con él, sino que la mayoría sigue quedando en manos de los viejos dirigentes. Ayer la AMIA reclamó un cambio de estatuto en 60 días y que se les permita votar a todos los integrantes de la comunidad judía de forma directa. “Sería una forma de salir de la crisis de representatividad que está planteada de forma dramática en estos días”, completó Kaúl
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