En una nueva audiencia del juicio por encubrimiento declararon un ex policía que participó de la investigación del atentado a la AMIA y el testigo de los allanamientos realizados a los domicilios de la familia Kanoore Edul, días después del atentado. Claudio Camarero se desempeñaba, según dijo, como "oficial ayudante" en la división Protección al Orden Constitucional (POC), por lo que su jefe directo era el imputado Carlos Castañeda.
En los primeros años de investigación, Camarero tomó declaraciones, participó de allanamientos y realizó detenciones relativas a la causa AMIA. Si bien reconoció que la investigación del atentado era la mayor prioridad y que le dedicaban días enteros de trabajo, no logró contestar a la mayoría de las preguntas de los abogados alegando falta de memoria. Según contó, durante varias horas fue el oficial de mayor jerarquía en los allanamientos realizados a dos domicilios de la familia Kanoore Edul en la calle Constitución. "Primero allanamos el local de la esquina y cuando terminé fui a media cuadra a la vivienda", explicó y aclaró que ambos hechos se iniciaron en simultáneo, aunque las actas que le exhibieron contradecían su testimonio.
Esos domicilios se investigaban a partir de un llamado realizado a Carlos Telleldín el 10 de julio de 1994, desde un teléfono a nombre de la familia Kanoore Edul. Además, en su agenda tenía el número del agregado cultural de la embajada iraní en la Argentina y de otro sospechoso, Moshen Rabbani, y sospechosamente la empresa Santa Rita había colocado, el día del atentado, un volquete en la puerta de la AMIA y otro en la calle Constitución, cerca del local y vivienda luego allanados.
Los datos que aportó Camarero fueron escasos y los abogados no tuvieron otra posibilidad que solicitar permiso al Tribunal para realizar preguntas directas o indicativas. "Si era tan importante la causa ¿cómo es que no recuerda nada?", señaló Juan Manuel Ubeira, representante de la querella de los ex policías. Como consecuencia, el testigo se quedó pensando y finalmente admitió: "Estuve haciendo memoria y me parece que eran tres los allanamientos. El último no se hizo. Habría sido fallido". Si bien no recordó por qué no se realizó, advirtió que en casos similares, la orden para concluir un allanamiento la da el juez. En sus palabras: "Todo se hacía por disposición del Juzgado".
Un testigo que no vio nada
Darío Francica, de 56 años, trabajaba en la calle Constitución frente al local de los Kanoore Edul. El día del allanamiento, según relató, se encontraba mirando qué ocurría dado que ingresaba mucha gente al comercio de la esquina. "Vino un policía y me dijo que tenía que salir de testigo del allanamiento", recordó pero no puedo dar detalles.
"Después nos llevaron a media cuadra, a la vivienda donde se realizaba otra allanamiento. Ya había gente adentro cuando llegamos", contó y precisó que estuvo desde las 16 o 17 horas hasta la noche tarde en los operativos. "Para mi fue una eternidad", concluyó.
El abandono de la "pista siria"
Jorge "Fino" Palacios fue uno de los comisarios que participó de los allanamientos dado que los policías a sus a los domicilios de los Kanoore Edul.
De la investigación se desprende que estacionaron allí a las 8 de la mañana y que tres horas después hubo dos llamadas de un teléfono de Palacios a Alberto Kanoore Edul para advertirle del allanamiento. Esto lo reconoció el "Fino" Palacios cuando declaró en este juicio. "Era habitual avisar, para evitar tener que llamar a un cerrajero", había dicho.
Los allanamientos recién se iniciaron después de las cinco de la tarde. Esto fue así porque, dado que ya enterados de que estaban siendo investigados, los Kanoore Edul recurrieron al gobierno del entonces presidente Carlos Menem para impedirlo. El abuelo de Kanoore Edul es originario del mismo pueblo sirio de los padres del ex presidente, de ahí su relación. Tras esa reunión en Casa Rosada, hay un llamado de Munir Menem al entonces juez Juan José Galeano, a partir del cual los allanamientos se interrumpen (nunca llegaron a allanar el baldío) y la pista se abandona por completo.
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