"Váyanse, váyanse de acá! Quieren que los israelíes nos maten a todos? Quieren ver morir a nuestros niños bajo las bombas? Llévense de acá sus armas y sus misiles", gritaban entre los habitantes de la franja de Gaza a los militantes de Hamas y a sus aliados de la Jihad islamica. Los más valerosos se organizaban y habían clausurado los accesos a sus patios, y clavado tablas a los accesos de sus casas, bloqueando rápida y furiosamente las escaleras hacia los techos más altos. Por lo general los guerrilleros no le llevaban el apunte a nadie. «Traidores. Colaboracionistas de Israel. Espías de Fatah, cobardes. Los soldados de la guerra santa los castigarán. Y van a morir de cualquier manera, como nosotros. Combatiendo a los judíos sionistas estamos destinados al paraíso, no les alcanza que muramos juntos?». Y así, gritando furiosos, vencían puertas y ventanas, se escondían en los pisos altos, en los huertos, usaban las ambulancias, si parapetaban cerca de los hospitales, escuelas, edificios del la Onu.
En casos extremos disparaban contra los que intentaban de bloquearles el paso para salvar a sus familias, o los golpeaban salvajemente. "Los milicianos de Hamas lo que buscaban era provocar a los israelíes. En general eran jóvenes, de 16 o 17 años, armados con ametralladoras. No podían hacer nada contra los tanques y los jets. Sabían que eran mucho más débiles. Pero querían que nos dispararan sobre nuestras casas para acusarlos luego de crímenes de guerra», sostiene Abu Issa, de 42 años, habitante del barrio de di Tel Awa. «Practicamente todas las casas más altas de Gaza que fueron alcanzadas por las bombas israelíes, come el Dogmoush, Andalous, Jawarah, Siussi y tantos otros tenían sobre el techo las rampas lanzamisiles, o eran puntos de observación de Hamas. Los habían emplazado cerca del depósito mayor de la Onu que después se incendió. Y lo mismo ocurrió con los barrios a lo largo de la frontera que luego fueron tan devastados por la furia de la loca multitud y la acción punitiva de los sionistas», le hace eco la sobrina, Um Abdallah, de 48 años. Usan los sobrenombres familiares. Pero proveen detalles circunstanciales. Fue difícil recoger estos testimonios. En general aquí triunfa el miedo de Hamas e imperan los tabùes ideologicos alimentados por un siglo de guerras con el «enemigo sionista".
El que cuenta una version diferente de la narrativa impuesta por la «muhamawa» (la resistencia) es automaticamente un «amil», un colaboracionista y pone en riesgo su vida. Ayuda, sin embargo el reciente encuentro fratricida entre Hamas y la Olp. Si Israel o Egipto le hubieran permitido a los periodistas extranjeros entrar, hubiera resultado mucho más fácil . Los (periodistas) locales son frecuentemente amenazados por Hamas. "No es un hecho nuevo, en Medio Oriente entre le sociedad arabe falta una tradición cultural de los derechos humanos. Sólo bajo el régimen de Arafat pasaba que la prensa fuese perseguida y censurada. Con Hamas es incluso peor", sostiene Eyad Sarraj, prestigioso psiquiatra de la ciudad de Gaza. Y existe otro dato que está emergiendo siempre en modo más evidente visitando clinicas, hospitales y a las familias de las victimas del fuego israeli. En realidad, su número aparenta ser más bajo de los casi 1.300 muertos, cerca de 5.000 heridos, reportados por los hombres del Hamas y repetidos por los oficiales de la Onu y de la Cruz Roja locales. "Los muertos podrían ser no más de 500 o 600. En su mayoría chicos entre los 17 y 23 años reclutados entre las filas de Hamas que los mandó literalmente a la masacre", nos dice un medico del hospital Shifah que no quiere en absoluto ser identificado, y a riesgo de su propia vida. Un dato que fue confirmado también por los periodistas locales: "Ya lo habíamos señalado a los capos del Hamas. Por qué insisten en inflar las cifras de las victimas? Es también extraño que las organizaciones no gubernativas, incluso las occidentales, las repitan sin verificar. Al final la verdad podrá salir a flote. Y podría ocurrir como en Jenin en el 2002. Inicialmente se habló de 1.500 muertos. Después resultó que sólo eran 54, de los cuales 45 eran guerrillieros que cayeron combatiendo".
Como se llega a estas cifras? "Tomemos el caso de la masacre de la famiglia Al Samoun del barrio de Zeitun. Cuando las bombas golpearon sus habitaciones reportaron que había 31 muertos. Y así fueron registrados por los oficiales del ministerio de la Sanidad controlado por el Hamas. Luego, cuando los cuerpos fueron efectivamente recuperados, la suma total se duplicó a 62 y así pasaron al computo del balance total", explica Masoda Al Samoun de 24 años. Y agrega un detalle interesante: "A confundir las aguas se metieron también las escuadras especiales israelies. Sus hombres se disfrazaban de guerrillieros de Hamas, con la característica bandana verde atada en la frente con la consabida leyenda: No hay otro Dios que Allah y Mahoma es su Profeta. Se metían en los pasajes para crear caos. A nosotros nos tocaba gritarles que se fueran, porque temíamos las represalias. Más tarde entendíamos que eran israelies". Es suficiente visitar cualquier hospital para enteder que las cifras no cierran. Muchas camas están vacías en el Hospital Europeo de Rafah, uno de los que debería estar más ocupado con víctimas de la «guerra de los túneles» israeli. Lo mismo vale para el "Nasser" de Khan Yunis. Solo 5 camas de las 150 del Hospital privado Al-Amal están ocupadas. En la ciudad de Gaza fue evaciado el Wafa, construido con las donaciones «caritativas islamicas» de Arabia Saudita, Qatar y otros paises del Golfo, y bombardeado por Israel a fin de Diciembre. El instituto es conocido por ser un punto fuerte de Hamas, aquí se recuperan sus combatientes heridos en la guerra civil con Fatah en el 2007. Los demás estaba en cambio en el Al Quds, a su vez bombardeado durante la segunda media semana de enero.
Dice sobre ésto Magah al Rachmah, de 25 años, habitante a pocas decenas de metros de los cuatro grandes edificios del complejo sanitario hoy seriamente dañado.
"Los hombres de Hamas se habían refugiado sobre todo en el edificio que acoge las oficinas administrativas del Al Quds. Usaban las ambulancias y obligaban a sus choferes y enfermeros a sacarse los uniformes con los simbolos de los paramedicos, y de este modo poder confundirse mejor y huir de las inspecciones israelíes". Todo ésto redujo muchísimo el numero de camas disponibles entre los institutos sanitarios de Gaza. También, el Shifah, el hospital más grnde de la ciudad, queda bien lejos de registrar un lleno total. parece que estuvieran en cambio densamente ocupados sus subsuelos.
"Hamas había escondido las células de emergencia y el cuarto de interrogatorios para prisioneros de Fatah y del frente de la izquierda laica que habían sido evacuados de la prisión bombardeada de Saraja", dijeron los militantes del Frente Democratico para la Liberación de Palestina. Fue una guerra dentro de la guerra entre Fatah y Hamas. Las organizaciones humanitarias locales, en general controladas por la Olp, hablan de "decenas de ejecuciones, casos de torturas y secuestros en las últimas semanas" perpetrados por Hamas. Uno de los casos más notables fue el de Achmad Shakhura, de 47 años, habitante de Khan Yunis y hermano de Khaled, brazo derecho de Mohammad Dahlan (ex capo de los servicios de seguridad de Yasser Arafat hoy en el exilio) que fue secuestrado por orden del jefe de la policía secreta local de Hamas, Abu Abdallah Al Kidra, luego torturado, le habrían extirpado el ojo izquierdo, y finalmente ultimado el 15 de enero.
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