Por Diego Rojas @zonarojas y Ariel Liefeldt @arielliefeldt
“Nosotros tenemos ahí, en el sexto piso, dos gabinetes grandes y, en el séptimo piso, seis gabinetes, entonces vas a ir al sexto piso y si en algún momento están ocupados los dos, porque va a haber tres masajistas contigo. También te voy a llevar para que conozcas un departamento que tenemos a una cuadra de ahí que tiene un gabinete de lujo, porque es un dos ambientes con un dormitorio en suite, en Jufré 87. Yo te garantizo que permanentemente tenés lugar para trabajar, yo incluso te doy la llave de la puerta del edificio y la llave del departamento, yo te brindo todas las posibilidades y la confianza, vos después vas anotando todos los días lo que haces y me das la plata una vez por semana o cada cuatro días a mí, o al encargado o a mi secretaria, todo lo manejás con nosotros, no tenés que rendirle a las otras chicas”. Con estas palabras Daniel Ernesto Oltenitzky contrataba a una muchacha para incorporarla a su red prostibularia, desbaratada esta semana por la justicia. Así surge de las escuchas telefónicas que se hicieron durante un año y medio y que concluyeron con la detención del cafishio, de prominente actividad pública en el seno de la comunidad judía. Oltenitzky era miembro invitado permanente en la Comisión Directiva de la AMIA, institución de la que había llegado a ser protesorero en el pasado. Su posición era tan alta que hasta había llegado a tener entrevistas con Shimon Peres, ex primer ministro y ex presidente del Estado de Israel. El proxeneta tenía empresas constructoras e inmobiliarias que usaba como fachadas del negocio prostibulario, según consta en la investigación llevada adelante por el juzgado federal 9 a cargo del juez Luis Rodríguez. Oltenitzky era además director de la web www.israelenbuenosaires.com.ar y conducía el programa “Música y vida de Israel”, que emitía Radio República. El expediente indica que “el imputado mantuvo largas charlas aconsejando cómo debían responder las mujeres ante los interrogantes de la policía y que en todo momento debían sostener que trabajaban de forma independiente”. Olkenitzky era un hombre previsor, según se desprende de las escuchas telefónicas: “El edificio es apto profesional, ¿ok? Se pueden hacer masajes, así como puede atender un médico o atender un dentista. Está claro. A ver, si hay un allanamiento yo te digo que cosas están en un allanamiento, ¿ok? Suponete que hay una denuncia, que en tal departamento funciona un prostíbulo. ¿Qué busca un allanamiento entonces? Tema uno: si hay menores. Segundo: si hay drogas. Tercero: si hay alguna mujer obligada a trabajar, ¿ok? Que haya trata de personas. Nada de esta situación puede darse con ustedes, ¿está claro?”. Sin embargo, pese a las previsiones, su red de trata se desbarató.
Experiencia de un cliente extranjero en la casa de masajes de Oltenitzky. La investigación judicial llevó a que se allanaran 24 domicilios, todos propiedad de Olkenitzky. “El nexo común de todos ellos radica en que Daniel Olkenitzky (LE 8.104.185) es la persona que se encarga de regentear a las personas y administrar esos inmuebles a cambio de un pago semanal que varía de acuerdo a la cantidad de clientes recibidos por las mujeres (entre $1.500 a $2.500 por semana y por mujer)”. Daniel Ernesto Oltenitzky se encuentra detenido a la espera del juicio que compruebe su rol en el negocio de la trata. El imputado había sido denunciado por sus vecinos por los escándalos que se producían en los departamentos que habilitaba para la prostitución. Así había sucedido en el edificio ubicado en José Hernández 1777. Los vecinos cuentan que, ante las quejas y la amenaza de denuncias por lo que ocurría en los departamentos de Oltenitzky, el presunto proxeneta se reía y contestaba: “Ustedes no saben con quién se están metiendo”. Hoy se sabe. El prominente miembro de la AMIA puede hacer su descargo desde la prisión.
Fuente: plazademayo.com
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