El profundo sueño fue interrumpido de golpe, creías haber oído un gran estruendo, seguiste durmiendo pero ya no fue un dormir apacible, sin recordar los detalles, sentías un gran griterío y tuviste miedo pese a estar dormido, quizá fueron pesadillas pero no las recordabas, tal vez te había caído mal algo que comiste en la cena, trataste de recordar esta y aparecieron los detalles.
Papá se enojó con vos porque no estudias, en lugar de eso fuiste a la canchita a jugar al fútbol, recordabas el sermón de tu viejo respecto a la necesidad de estudiar y el gran sacrificio que el y mama hacían para poder enviarnos al schule, le contestaste mal a tu viejo, pero el se lo merecía por regañarte, quizá lo hizo porque está preocupado, algo te enteraste respecto a la pérdida de empleo y que pensaba ir a la mutual judía en la mañana a preguntar si había algo para él, en fin, papa tiene sus problemas, pero eso no le da derecho a regañarme.
Recordar la cena te distrajo unos momentos, pero igual no podías conciliar nuevamente el sueno, la sensación de miedo no se fue ni siquiera al levantarte y todo por ese fuerte estruendo que te sobresaltó a media mañana.
Con la sensación de temor residual, y un temblor constante fuiste hasta el baño, te lavaste la cara y te disponías a prepararte el desayuno, sin embargo al ir a la cocina apareció papá , te reconfortó verlo y corriste a abrazarlo, al hacerlo tu temblor y miedo desaparecieron. Tu papá te acarició la melena y te sonrió pero no parecía feliz, preparó tu leche chocolatada y tus tostadas, luego cosa inusual en él, se sentó contigo a la mesa y te habló así: “”te pido perdón por regañarte ayer en la cena, quizá no lo merecías, ocurre que olvidé la época en que también yo corría a jugar a la pelota dejando los libros, pero quiero que sepas que solo pienso en tu felicidad y bienestar donde quiera que yo me encuentre”.
Papi, yo te tengo que pedir perdón a vos por no hacerte caso, dijo el niño tratando de borrar la sonrisa triste del rostro de su viejo.
A un padre no se le pide perdón respondió tu papá, solamente se lo quiere, se lo recuerda a él y a sus consejos, diciendo esto abrazó largamente al niño y éste corrió afuera raudamente a sus quehaceres diarios aunque retenía el gesto apenado del papá.
Cuando mamá y tu hermana vinieron a buscarte al colegio, intuiste algo malo, estaban ambas llorosas y doloridas, vino con ellas una señora desconocida que te empezó a hablar, oíste entre las palabras algo sobre una bomba, un edificio derrumbado, y algo de tu padre, en ese momento no comprendiste mas nada y comenzaste a gritar desaforado sin poder oír ni ver mas hasta llegar a tu hogar.
Los tiempos, la memoria, los miedos, el destino, alguno de ellos o todos al unísono te jugaron una mala pasada, hoy 14 años después aun no tienes explicación lógica para lo acaecido, vas todos los Lunes junto a otros dolientes para que alguien te explique lo ocurrido, que alguien te diga porque papá no te acaricia mas la melena con su sonrisa tristona como esa última vez.
|
|
|
|
|
|