A un año de su asesinato primera víctima del terrorismo islamista de Hezbolah.
Quiero leerles un concepto:
"Miren la naturaleza a su alrededor. Empiecen a despojarla de su dimensión de tiempo y espacio. Hagan esto enviando el objeto de Vuestra observación en el tiempo, a su juventud, a su niñez, a su nacimiento, a su concepción. En el caso de una planta llévenla a su estado de semilla. En el caso de un edificio, vuélvanlo al tablero de dibujo original. Y vayan más allá, permítanse reducir a la planta a su estado potencial dentro del árbol-padre, y el dibujo arquitectónico al estado de concepto. Comprendan que este proceso es verdad para todo. A través de este enfoque podrán vivir todos los días en un estado de asombro y profunda apreciación, debido a Vuestro estado de conocimiento consciente y respeto por la naturaleza de la Creación"
Estas palabras están extraídas de "Una semilla en el útero de la tierra" del Rab Wolf, místico, autor y disertante de temas de Cábala.
Y tienen que ver a mi humilde entender con Mónica y con el motivo por el cual estamos todos aquí recordándola y con cada uno de nosotros.
Imaginemos por un instante y lo primero que viene a nuestra memoria es esa mañana trágica acompañada de su noticia un año atrás.
Es pensar en ella y en cada uno de nosotros un año atrás.
Es remontarnos en el tiempo y ver el largo camino que ella y cada uno de nosotros recorrimos hasta llegar aquí.
Es recordar cómo se gesto el Estado de Israel, o volver 59 años atrás.
Es pensar en más de 5700 años de historia del Pueblo de Israel.
Es todo eso unido por un largo cordón de vidas humanas, de pequeñas historias, de grandes sueños, de sonrisas y de tantos pesares.
Y yo que no soy judío y elegí continuar mi Vida aquí junto a mi familia.
Y yo que no llegué por ideales y hoy me atrevo a decir que soy sionista.
Y yo que no soy un héroe, por haber sobrevivido a la Guerra, sino simplemente un israelí.
Y yo que no soy creyente, creo comprender porque estamos en la Tierra Prometida y no en el Edén y que todo lo que nos rodea, estos árboles, estos edificios blancos, las ciencias, la tecnología, fruto del sudor de las raíces que los pioneros labrando la Tierra construyeron, legado que nosotros recogimos como lo hizo Mónica, con su trabajo, su estudio, sus proyectos, su esperanza. Porque si en algo nos diferenciamos de nuestros enemigos es que nosotros elegimos la Vida y no la muerte.
Y hoy cada uno de nosotros estamos aquí construyendo esta tierra también con la memoria de Mónica.
Roberto Sánchez©
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