Si alguien me dijera”trece años”, automáticamente tiendo a pensar en una criatura vivaz y movediza que llena espacios con sus risas, gestos o preguntas.
Tal vez pensara en el concepto hebreo del umbral en que un joven abandona la niñez para pasar a ser adulto, aceptando toda la carga de responsabilidades que eso implica
Lamentablemente en este caso, ni lo uno ni lo otro son asociaciones válidas, son los trece años en que no se puede parar a descansar y no es un niño, sino la criatura negra y estéril de
la impunidad quien los porta
Yanina podría estar llevando sus niños al jardín.
Sebastián, con su pelo largo, estaría planificando el partido del domingo.
Susana, tal vez prepararía la comida para su esposo e hijas.
Carlos, estaría comprando carne para el asado de fin de semana.
Verónica, se tocaría la panza en que su bebé estaría por ver la luz.
Norberto, se aprestaría a cumplir su dieta de adelgazamiento.
Ileana, se arreglaría para su muestra de fotografías.
Y así podría continuar con la lista, hasta llegar a 85 personas, que tenían sueños e ilusiones, a quienes ahora les agrego un verbo en potencial, pues la realidad dura es que no concretarán ninguna de sus metas.
Me duele cuando después de la enumeración de sus nombres, se oyen estentóreos ¡presente ¡, es mentira, están ausentes, desaparecieron haciéndose humo en medio de los escombros y el acre olor a explosivos.
Seguirán estando ausentes y más aún, porque los que quedamos, no supimos, no pudimos o no quisimos encontrar a sus asesinos.
Cargo con mi cuota de culpa, al igual que todos los remanentes, que no volamos con la bomba simplemente por azar.
El azar no podemos manejarlo, a los asesinos tampoco, pero todo aquello que sí podíamos hacer ,tampoco lo hemos hecho en general.
¿Dónde estuvo la gente, manifestando frente a la policía, cuando se descubrió su implicancia en el hecho ¿Dónde se aglomeró la multitud frente a los juzgados cuando la causa no avanzaba y se daban cursis y legalistas respuestas evasivas?
¿Dónde la masiva manifestación frente a los gobernantes para exigirles que se investigue en serio Dónde los dirigentes judeo argentinos de todas las instancias comunitarias, presionaron al unísono para que se arbitren medios que permitieran avanzar la investigación?
¿Dónde estuvieron los políticos que en campaña hablaron de castigo a los asesinos y después se olvidaron, dejando dormir los expedientes?
¿Dónde estuvieron los estudiantes y jóvenes de movimientos juveniles, cortando las calles, exigiendo por sus muertos?
¿Dónde fueron los religiosos con sus numerosos feligreses a presionar a los miembros del poder terreno para que no dejen dormir los expedientes
Dónde los dirigentes sindicales que movilizan sus bases por solidaridad con otras causas y ésta la olvidaron pues es cosa de los judíos .
Dónde los partidos de la izquierda argentina, tan combativos frente a otros desafíos y este lo ignoraron pues es tema de la burguesía?
Son demasiados Dónde para una única respuesta>en ningún lado
Sólo los familiares y algunos pocos solidarios se reunían permanentemente y golpeaban todas las puertas, aquellas que se abrirían y muchas que no se les abrieron jamás.
Han pasado ya trece años desde los asesinatos, todos los que somos adultos, deberíamos bajar la cabeza avergonzados ante nuestros hijos, a quienes no supimos brindar una respuesta coherente
.Inclusive y sin deseos de ofender a nadie en particular, creo que hay mucha gente a quien le conviene que los muertos sigan así y tengo miedo de pensar que no sólo a extracomunitarios les conviene esto.
Hoy estamos los judíos argentinos frente a un muro frío donde antes hubo tanta vida, nuestras escuelas e instituciones son apenas disimulados bunkers y nuestros hijos viven con temor.
Mientras no se investigue seriamente y se dé con los asesinos, a quienes se deberá juzgar y condenar, seguiremos viviendo con miedo..
Tal vez, después de este triste bar mitzvah, surjan signos de madurez y no me refiero a anuncios altisonantes en los días previos al aniversario del atentado, tal como muchas veces se hiciera para demostrar que “se está avanzando” sino en fundamentos concretos que puedan llevarnos a enunciaciones ciertas.
En lo personal, creo que la llamada pista internacional será una vía muerta , por el tiempo transcurrido y porque hay muchos intereses en juego que afectan la economía de países que hoy privilegian sus intereses por sobre sus enunciados valores, pero, no tengo duda alguna que si hay voluntad de hacerlo, todo el andamiaje local usado para perpetrar y engañar después, puede ser descubierto hasta el último partícipe del aberrante hecho.
En vano leemos en revistas técnicas sobre métodos ultra sofisticados para detectar comunicaciones de todo tipo y origen, si después nos dicen que no se pudo rastrear llamadas hechas de Ciudad del Este o de oficinas policiales, o de mezquitas locales, eso no me lo creo y ahí es donde con seguridad se puede avanzar, o ya se ha hecho y no se comunica vaya uno a saber porque motivo.
Todo esto me lleva a pensar en un bar mitzvah triste, sin caramelos ni alegrías, sólo con rostros sombríos, expectativas truncas y esperanzas derrumbadas.
Estoy contemplando las fotografías de los asesinados, podrían ser mis padres ,mis hijos o mis nietos, ¿cómo haré para no seguir pensando en ellos con culpa?, hay una única manera
Insistir ,insistir, insistir , ante quien sea, primero a mis dirigentes comunitarios y luego a mis gobernantes y jueces, hacer número si es necesario donde no se pueda hacer otra cosa y donde se pueda golpear todas las puertas
Si los que quedamos, por no creer en la justicia, bajáramos los brazos, estaremos siendo complacientes con los asesinos y esa complicidad, ninguno de nosotros la desea.
Nuestros hermanos de la diáspora, tienen la oportunidad de manifestar su solidaridad y nuestra gente del Estado de Israel puede presionar más de lo que lo han hecho hasta ahora, estoy convencido que se puede hacer más de lo que se hizo.
Jipastah be lo mazatah, lo jipasta (buscaste y no encontraste, no buscaste) dice el Talmud
Y creo que es dolorosamente cierta en este caso la enunciación
Llegará próximamente la fecha aniversario, otra vez se oirán discursos trillados, presencias de políticos , promesas vacías, placas , homenajes y monumentos, luego, los deudos de los asesinados volverán a sus hogares fracturados con toda su carga de dolor y desesperanza.
.Pido, ruego, imploro, si algo de dignidad nos queda ,que nos hagamos presentes en todos ellos con nuestro clamor y nuestra bronca , expresemos lo que sentimos y démosle continuidad a nuestra queja.
Siento que son mucho más que 85 pares de ojos los que me acusan, me acusan también los ojos de mis abuelos que lucharon para ser dignos habitantes de este suelo y me acusan los ojos de los nietos por haber sido tan poco heroico al momento de defender mis derechos.
Si no queremos cargar con esa doble ignominia, presionemos con nuestra presencia y nuestros clamores, se lo debemos a los asesinados y a nuestros hijos.
Para que la oscura criatura de la impunidad no siga creciendo, que no cumpla más años, alumbremos un nuevo ser que se llame justicia, a él sí podremos amarlo y criarlo con celo para alegría de aquellos que nos sucedan.
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