Hace algunos días viene circulando por internet un e-mail con diversas acusaciones a nuestra institución, acusaciones relacionadas con la donación de los regalos de una boda inter-confesional a Ieladeinu, nuestro Programa de Protección para Niños Judíos en Situación de Riesgo. Jabad Lubavitch no suele participar de este tipo de comunicación en cadena, pero dado el alcance y el daño producido por las falsedades de dicho e-mail, deseamos aclarar nuestra versión de los hechos y nuestra posición al respecto.
Ante todo, para quienes no lo saben, Ieladeinu es un programa que protege a más de 275 niños y adolescentes de nuestra Comunidad Judía Argentina a través de Hogares, Centros de Día y Programas de Apoyo Familiar. Ieladeinu rescata niños judíos que sufren en hospitales, juzgados, centros de menores y en familias que no pueden cuidarlos y les da afecto y cuidado para que puedan tener un futuro más feliz. De más está decir que estos mismos chicos son los principales perjudicados por ese e-mail y por los sucesivos re-envíos que, sin pensar en las consecuencias, se hicieron del mismo.
Mantener un programa de estas características demanda el apoyo económico continuo de muchos donantes desinteresados. No es verdad que rechacemos las donaciones de personas de buena voluntad, sean estas judías o no. Pero siempre procuramos actuar con coherencia y entereza moral y no negociamos nuestras convicciones.
En el caso en cuestión el problema no radicaba en la aceptación de la donación, sino en la utilización de nuestro nombre en la tarjeta adjunta a la invitación a un evento que, siendo quizás feliz para las familias involucradas, está directamente reñido con los principios del judaísmo y atenta contra la continuidad del Pueblo Judío. Jabad Lubavitch trabaja incesantemente por dicha continuidad, amenazada principalmente por la asimilación y por los matrimonios inter-confesionales. Cualquier acción que pueda dar lugar a otra interpretación debe ser evitada.
A quienes no entendieron nuestro accionar, les solicitamos que vuelvan a reflexionar. Quizás el problema se entienda mejor si usamos una analogía: Una liga de prevención de enfermedades cardiovasculares puede aceptar la donación de fumadores, pero no puede aparecer como beneficiaria (o patrocinadora) de un evento organizado por una empresa tabacalera. Hacerlo sería vergonzoso.
Estos mismos argumentos fueron explicados al autor del e-mail en cuestión, a quien invité a una reunión a pesar de sus agravios gratuitos. Lamentablemente el autor de ese libelo aún no ha rectificado sus infundios contra Jabad, ni ha intentado siquiera reparar de algún modo el enorme daño que ha generado a Ieladeinu y a los niños que se benefician de su accionar. Espero sinceramente que pueda superar su dolor y que tenga el valor de rectificarse. Si nos decidimos por publicar este comunicado no es por afán de polemizar, sino para que sirva como llamado de atención sobre el estado de nuestra comunidad y sobre la imperiosa necesidad de fortalecer la educación y la vida judías.
“Quien hace la Paz en las Alturas, vierta la Paz sobre nosotros y sobre todo Israel”
Atentamente,
Rabino Tzvi Grunblatt
Asará BeTevet 5768. 19 de diciembre de 2007
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