En una convención norteamericana, en la cual comparecieron neurólogos de todo el mundo, uno de los principales tópicos fue el fenómeno de personas que se desmayaban en el instante en que se levantaban de la cama. Una de las oradoras, fue la Profesora Linda Mc-Maron, de Inglaterra, quien hizo una prolongada presentación de su estudio en este campo. Explicó que después de muchos años de estudio e investigación sobre el tema, llegó a la conclusión de que este tipo de desmayos, es causado por la rápida transferencia entre la posición de acostado, a la de quedar de pie. La Profesora Mc Maron, dice que demora 12 segundos, para que la sangre fluya de los pies a la cabeza. Por lo tanto, cuando una persona se levanta rápidamente, la sangre es transportada muy rápidamente al cerebro, lo que resulta en un desmayo. Sugirió que cada persona, aun a los que no tengan tendencia a desmayarse, se sienten en la cama, al despertarse y contasen lentamente hasta 12, para evitar estos malestares, languidez o desmayo. Su discurso fue muy aplaudido. Otro profesor, un judío religioso, pidió permiso para hablar y dijo: Los judíos, tenemos una antigua tradición de millares de años, que es decir una oración de agradecimiento al Creador del Mundo, por concedernos la oportunidad de un nuevo día de realizaciones. La oración es dicha inmediatamente después de despertarse, mientras se está sentado en la cama (y para bebe, puede ser acostado), ANTES de levantarse. Es lo primero. Que se le enseña a un niño apenas sepa repetir o hablar. Hay doce palabras en esta oración y si la persona la dice lentamente y con concentración, lleva exactamente doce segundos para decir las doce palabras, y a continuación lo recitó lentamente en hebreo y les pidió que midieran el tiempo que lleva decir: מודה אני לפניך מלך הי וקימ שהחזרת בי נשמתי בחםלה רבה אמונתך Modé aní le'fanéja, Mélej jai V'ecayam, she'ejezárta bi nishmati b'ejemlá Rabá emunatêja. “Soy grato a Ti, o Rey vivo y eterno, por haber restaurado con misericordia dentro de mí, mi alma y mi fe. Grande es Tu benevolencia”. El auditorio se levantó e irrumpió en aplausos, que retumbaron por todo el salón. Esta vez era para el Creador del Mundo. En el Talmud, en el tratado de Guitin 70a (escrita más de 1500 años atrás) dice que "aquel que se levante rápidamente, apenas se despierte, corre riesgo de vida." Todas las mañanas, un nuevo despertar trae alegría.
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