Cualquier observador sabe que los pensamientos que hoy mismo recorren las mentes de los integrantes de una sociedad, mas tarde o mas temprano se transformarán en decisiones. De estas decisiones derivarán los hechos que configuran el éxito o la desgracia colectivos.
Entre la creación mental de las ideas y su ejecución en la práctica, media un tiempo: el que demanda la idea en difundirse, plasmarse y concretarse en acciones.
O tal vez, medido en espacios generacionales. el que demora la generación que detenta la idea, en llegar a posiciones de liderazgo en la sociedad.
Hoy tenemos un termómetro muy particular de los pensamientos e ideas de las sociedades, en los foros por Internet. Esta posibilidad que nos da la innovación tecnológica, abierta a todos los sectores, sumada al anonimato de emplear un nickname, ha permitido que muchas de las opiniones que antes no se volcaban en conversaciones públicas, hoy puedan ser leídas por cientos de miles o millones de personas, en los foros de noticias de los periódicos.
Un Mein Kampf criollo
Los desafío a que hagamos un ejercicio conjunto. Visitemos cualquier periódico argentino y leamos sus foros.
La primera observación que podemos realizar, es que la mayor parte de las veces los foros que acumulan mas cantidad de comentarios son los que se refieren a Medio Oriente. Las noticias que se refieren a Palestina, Líbano, Iraq, Afganistán, Gaza, Egipto, Irán e Israel, son las más visitadas y comentadas. Una insólita popularidad teniendo en cuenta que hablamos de un escenario que está distante geográfica e históricamente de la perspectiva de la mayoría de los lectores.
Otras noticias muy comentadas son las de la causa AMIA y de otros atentados terroristas, las caricaturas danesas, y similares.
¿Cuál es la extraña fascinación que ejercen temas tan disímiles y aparentemente ajenos al lector, y que los mueven a escribir cientos de mensajes diarios? Sí, mi querido amigo, adivinó usted. Lo que tienen en común todos esos temas es que pueden ser vinculados, en forma directa o remota, a Israel, o mejor dicho, a la colectividad judía.
El problema es más grave aún. No sólo se trata de un encantamiento masivo y persistente, sino de una fascinación que además parece volver idiotas a las personas que caen bajo su influjo
La idiotez a la que me refiero es de tipo autista. Sea cual sea el tema, y fuera cual fuere la reacción o respuesta de los otros – impávidos – participantes, las víctimas de este síndrome necesitarán repetir en forma continua y obsesiva una secuencia de ideas en forma de mensajes prediseñados, del primero al último y luego comenzando de nuevo por el primero.
El contenido de estos mensajes, que bien pueden ser obra de un extraño lavado cerebral, tiene más o menos el orden que sigue:
Respuesta 1: Todo esto que sucede, pasa porque Israel es ilegítimo, le robó la tierra a los palestinos. La culpa la tiene Israel.
Respuesta 2: Israel es genocida, cruel y atroz.
Respuesta 3: Los palestinos (gazanos, hezbollah, iraníes) son inocentes. Es cierto que se estallan, tiran misiles y amenazan con tirar bombas nucleares, pero todo esto sucede debido a 1)
Respuesta 4: Israel es un invento de los norteamericanos y los ingleses.
Respuesta 5: Los sionistas son racistas y malísimos
Respuesta 6: Los judíos son malos porque se creen el Pueblo Elegido.
Respuesta 7: Yo no soy antisemita, soy antisionista.
Respuestas opcionales:
Para cualquier atentado terrorista (AMIA, 11 S, 11 M, etc): Son autoatentados.
Para los disturbios y desmanes originados por la intolerancia islámica, y para las fatwas contra intelectuales europeos, algunos de ellos asesinados: Son temas derivados de la diversidad cultural.
Para el Holocausto: No existió. Opción alternativa (sólo si hay dos neuronas vivas y producen cierta resistencia al anterior): Hubo muchos holocaustos.
De más está decirles que cada una de las respuestas puede ser, y de hecho es, destrozada con el ejercicio de la lógica, la información fidedigna y el sentido común,
Sin embargo, de nada valen argumentos, pruebas, fechas, nombres, evidencias, opiniones, refutaciones, ruegos y súplicas.
Los idiotizados seguirán respondiendo mecánicamente con los mismos argumentos, volviendo una y otra vez cual burros dando vuelta a norias psicológicas. Jamás se saldrán del libreto. Si por obra de alguna rara casualidad, su esquema resulta por un momento desestructurado, responderán con un insulto de grueso calibre y, por supuesto, antisemita, para luego volver al camino prefijado sin inmutarse y sin variar una letra.
Teniendo en cuenta que los participantes en todos los foros son personas mayores de edad, con cierto grado de educación (generalmente universitaria incompleta o completa), con un pasar económico aceptable que les permite gozar del confort de un escritorio y una computadora… Una alarmante campanilla comienza a sonar en mi cerebro: ¿qué pasa con la sociedad argentina que está generando estos monstruos? ¿En qué momento de la historia perdimos los contenidos y la capacidad de reflexionar?
Y otra pregunta aún: ¿Por qué debo renunciar a mi pretensión de tener un diálogo fundamentado y adulto sobre temas de actualidad, y tengo que pasarme, al igual que mis compañeros adultos de buena voluntad, desbaratando insultos de personas jóvenes que actúan como endemoniados zombis incapaces de producción intelectual alguna excepto la burda repetición de míseros esquemas racistas?
Y una tercera, escalofriante pregunta: ¿Qué pasará en el futuro, cuando estos foristas, que supongo andan entre los 20 y los 40, lleguen a tener lugares de liderazgo en la conducción del país?
*Zhoram es el seudonimo de una mujer muy inteligente y combativa. Argentina y de origen cristiano. Estudiosa en diferentes disciplinas. Amiga leal desde hace muchos anios. Combate, a la par nuestro, contra el antisemitismo y el derecho a existir de Israel. Defiende la democracia, los derechos humanos, la libertad y la justicia.. Es una librepensadora que nos honra con su amistad, Gran defensora de Israel en los foros argentinos e internacionales y una permanente asesora y colaboradora de Porisrael.org desde la opinion y el analisis.
Fuente: www.Porisrael.org
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