Según las cifras recogidas por la ONG Latet, el 35% (1.024.000) de los niños israelíes vive en la pobreza, mientras que un poco menos del 30% de la población total carece de los productos básicos o el acceso a los servicios necesarios para un estilo de vida básico. El informe se basa en la escasez relativa de bienes esenciales necesarios para el estilo de vida más básico de cada ciudadano. Se espera que el Instituto Nacional de Seguros (Bitúaj Leumí) publique su informe oficial de “Pobreza y brechas sociales”, que determina el número de personas que viven en la pobreza en Israel, a finales de este mes. Según el índice de Latet, compilado por la empresa privada de investigación ERI y publicado por tercer año consecutivo, el 29% de la población israelí, incluidos niños y adultos (2.436.000), vive en la pobreza. Si las cifras son exactas, el porcentaje alarmante equivale a una tasa de pobreza de adultos de 1,4 millones, constituyendo una cuarta parte de todos los adultos. El informe de Latet se basó en la información recopilada en una encuesta interrogando a 501 personas del público en general junto con otra encuesta de 657 personas apoyadas por varias organizaciones de asistencia. A pesar de las altas cifras, las nuevas estadísticas indican que las tasas de pobreza están disminuyendo cuando se comparan con las cifras del índice de 2015, que mostraban que el número de niños que vivían en la pobreza era de alrededor de 998.000 mientras que el número de adultos era de 1.626.000. La cifra global, por lo tanto, ascendía a 2.624.000. El índice de pobreza alternativa de Latet se basa cinco escaseces fundamentales necesarias para llevar un estilo de vida estándar: propiedad, educación, salud, seguridad alimentaria y la capacidad para cubrir los costos de vida. Si bien la pobreza puede haber estado marginalmente en declive desde 2015 según el informe de Latet, cuando el último informe se compara con el equivalente oficial publicado por el Instituto Nacional de Seguros el año pasado para 2014, se puede discernir un fuerte deterioro de la situación. El 22% de los ciudadanos israelíes vivían en la pobreza, ascendiendo a 1.709.300 personas, de las cuales 444.900 familias y 776.500 niños. Las estadísticas también sugieren un empeoramiento de la situación de las personas más pobres del país, que reciben ayuda de varios grupos. De hecho, el 63% de los que reciben apoyo de estos grupos trabajan o no están en edad laboral, pero siguen siendo empobrecidos. La cifra reportada marca un incremento de 11% en comparación con el año anterior. La perspectiva generalmente sombría fue marcada en la respuesta proporcionada por la mayoría de los interrogados cuando se le preguntó cuáles eran las posibilidades de caer en la pobreza: el 81% respondió que una persona puede fácilmente caer presa de la pobreza en tan sólo un año y que puede ser causada simplemente por la situación económica, una enfermedad o una crisis. Se encontró que el 66% de los que recibían ayuda tenían alguna deuda, casi el doble de la población general (31,5%). Además, la situación de los niños no era menos sombría: el 54% de los que recibían apoyo carecían de material de aprendizaje básico, señalando un aumento del 11% de niños que abandonan el estudio a pesar de ser apoyados. Al comentar las conclusiones, el presidente de Latet, Gilles Darmon, y el director general Eran Weintrob, acusaron entonces al gobierno de no asumir la responsabilidad. “El gobierno todavía se niega a asumir la responsabilidad y tiene miedo de adoptar las conclusiones del comité para luchar contra la pobreza”. El ministro de Bienestar y Servicios Sociales Haim Katz respondió a las críticas formuladas contra el gobierno citando la provisión de aproximadamente 224 millones de shekels para la seguridad alimentaria. “Como parte del esfuerzo para erradicar el vergonzoso fenómeno de las colas de comida, en las próximas semanas vamos a proporcionar un proyecto nacional de seguridad alimentaria que se dará en su primera etapa a 10.400 familias que recibirán tarjetas mensuales de 375 shekels que se pueden usar en cadenas de supermercados con un costo anual de 40 millones de shekels”, dijo la oficina del ministerio en un comunicado. “En general, dudo de la exactitud de los hechos presentados por (Latet), que se destinan principalmente a fines de relaciones públicas y para obtener mayores contribuciones financieras para los sueldos de sus dirigentes”, concluyó el comunicado.
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