Al menos cuarenta mujeres se manifestaron a la entrada de la Kneset para protestar las “miradas inapropiadas” de los guardias y vigilantes, que tienen órdenes de impedir el acceso a cualquiera que no vaya “debidamente vestido”. Lo hacen de conformidad con una ordenanza difundida por el director general del Parlamento, Ronen Plot, quien anunció que se impediría el acceso a todo aquel que no respete el código de vestimenta. “En ningún otro parlamento del mundo se ve a gente con camisetas rotas y chanclas”, argumentó al facilitar una lista de prendas prohibidas, entre ellas pantalones cortos, remeras cortas o camisetas de manga sisa. “Nosotras estamos de acuerdo con que exista un código de vestimenta, es el Parlamento y hay que entrar en él de forma digna, pero… ¿quién determina exactamente el largo apropiado de una falda?”, se quejó Shaked Hasón, líder de la protesta y asesora de la diputada laborista Meirav Mijaeli. La polémica estalló hace unos días cuando los guardias le impidieron el paso a ella y a otras funcionarias, en un caso con hasta cinco guardias varones inspeccionando meticulosamente el largo del vestido que llevaba la asesora. “Toda la idea de revisarle la falda a una mujer, en público, es molesta, causa una sensación de desprecio”, se quejó Hasón, quien aseguró que no tolerarán ninguna inspección física. El Parlamento introdujo un código de vestimenta hace ya años, pero en la práctica no era aplicado de forma estricta y no incluye detalles acerca de qué prendas están prohibidas. En los últimos días, hasta siete mujeres se vieron impedidas de acceder al Parlamento porque su falda o vestido era “demasiado corto”, y pese a que por debajo algunas llevaban pantalones leggins o medias oscuras. “Apoyamos una vestimenta apropiada pero desde luego no que los guardas nos estén mirando. Nadie decidirá por nosotras la longitud de nuestro vestido”, adujo Hasón. Hoy, una docena de asesoras parlamentarias que se presentaron a trabajar en traje o falda vieron denegado su acceso, aunque el Parlamento sólo reconoce que se lo impidió a tres. “No nos moveremos de aquí hasta que dejen entrar a todas”, aseguró a los medios el diputado del partido progresista Méretz Ilán Galón, que participaba en la protesta junto con otros colegas varones.Uno de ellos, el veterano profesor Manuel Trajtenberg, llegó a quitarse la camisa en señal de protesta y denunció: “¡Mañana, todas con el burka!”.A diferencia de las funcionarias, a él no pudieron impedirle la entrada por ser diputado. El caso de su asesora fue uno de los más flagrantes porque, después de haber pasado ya el control de seguridad, uno de los guardias la paró, le pidió abrirse el abrigo para revisar el largo de la falda y la instó a que abandonara el recinto. “La mezquina inspección de las mujeres en el Parlamento (…) nos convierte a todas en objetos”, se quejó por su parte Lirón Shalish, portavoz de una conocida diputada del partido Yesh Atid y que tampoco pudo entrar. Mientras, desde la red social twitter, la ex jefa laborista Sheli Yacimovich difundió la fotografía de una ceremonia oficial en la que se percibe claramente que las faldas del uniforme de la Guardia de la Kneset son mucho más cortas que las que llevaban hoy las manifestantes. “Por las alucinantes reglas introducidas, (la próxima vez) hasta las propias vigilantes serán detenidas en la puerta”, escribió.La forma de vestir también ha sido objeto de discusión en el seno del Gobierno después de que el primer ministro, Binyamin Netanyahu, exigiera salir recientemente de una reunión a un ministro para cambiarse la chomba que llevaba. A otro le lanzó el comentario de “¿Qué es esto?” por ir en jeans y una chaqueta de plumas en una reunión del partido Likud.
Fuente: EFE
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