El presidente de Estados Unidos dijo que Irán puede ser un jugador “de gran alcance” en los asuntos mundiales después de frenar su programa nuclear. Más de 35 años después de que fuera sitiada la embajada estadounidense en Teherán, el presidente norteamericano, Barack Obama, señaló que una renovada presencia de Estados Unidos en Irán es posible. “Yo nunca digo nunca, pero creo que estas cosas tienen que ir por pasos”, expresó Obama, en una entrevista con la Radio Pública nacional. El mandatario respondió así a una pregunta sobre Irán, relacionada con su decisión de abrir una embajada en La Habana después de cincuenta años de relaciones congeladas. Pero Cuba e Irán plantean fundamentalmente diferentes desafíos, explicó Obama.“Teherán es un país grande y sofisticado que tiene un historial de terrorismo de Estado, que sabemos que estaba tratando de desarrollar un arma nuclear, o al menos las partes componentes que serían necesarias para desarrollar un arma nuclear –subrayó-, que ha participado en las interrupciones a nuestros aliados; cuya retórica no es sólo explícitamente anti-estadounidense, sino también ha sido incendiario cuando se trata de su actitud hacia el Estado de Israel. “ Las negociaciones entre las potencias mundiales e Irán sobre su programa nuclear, aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sentaron las bases para un diálogo histórico entre estadounidenses de alto rango y funcionarios iraníes. Obama se puso en contacto por teléfono y carta con el presidente de Irán, Hassan Rouhani, y líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei. El primer paso, según Obama, es conseguir que la “cuestión nuclear” sea resuelta, mediante un acuerdo integral que “serviría de base para tratar de mejorar las relaciones a través del tiempo”.
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