Hay preguntas que guían la propia existencia, que marcan nuestro andar y que  de tan sencillas son olvidadas en las continuas exigencias diarias. ¿Cómo vivir mejor? ¿Cómo aprovechar nuestra energía? ¿Cómo cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente? Deberíamos hacer un alto en cualquier momento de nuestras  vidas en el cual estemos y plantearnos seriamente estos interrogantes. Ya que de sus respuestas depende la calidad de nuestras vidas. 
  Las líneas que siguen están dedicadas a un libro que ofrece una gran cantidad de herramientas para encontrar una respuesta satisfactoria a estas preguntas. 
  Hace unas pocas semanas tuve la oportunidad de conocer al Dr. Leon Schwatzman quien me entregó su libro titulado “Vivir 120 años. Bienestar en función de la racionalización del gasto.”
  La multiplicidad de caminos que recorre el libro nos muestra que su confección ha sido largamente meditada y además, puesta en práctica por mucho tiempo por el autor. 
  El autor: un economista fuera de serie
  Leon Schwartzman nació en Buenos Aires, el 29 de diciembre de 1924, a punto  de cumplir sus 90 primaveras se enorgullece de poder disfrutar una vida plena y  activa; con gran generosidad hoy nos cuenta cómo lo ha hecho y nos reseña sus  investigaciones.
  Leon es doctor en Ciencias Económicas y Contador Público recibido de la Universidad de Buenos Aires. 
  Su carrera profesional es extensa y entre los muchos hitos con los que cuenta  podemos mencionar el haberse desempeñado como Director de la Dirección General Impositiva, fue además fundador y primer Secretario del Departamento de Graduados de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A. entre 1957 y 1960, así como también profesor del Departamento de Graduados. 
  Se desempeñó además como Secretario de Economía y Director de  Racionalización de la municipalidad de La Matanza y Vicepresidente del Colegio  de Graduados de Ciencias Económicas de Buenos Aires. 
  De su profundo entramado subjetivo con la disciplina en la cual se formó y trabajó nos dice: 
  “La economía es una disciplina sagrada según 
  los griegos. Es la reflexión sobre el hogar. Oikós 
  significa precisamente casa. Es una mirada y una 
  ciencia de la vida. La economía es una ciencia 
  social entonces, forma parte del complejo universo 
  de las ciencias humanas e incluye a las ciencias 
  exactas, pero no es ella misma una ciencia exacta. 
  La Economía es una filosofía de vida. Es una 
  ciencia existencial.” (Pág. 9)
  “Vivir 120 años. Bienestar en función de la racionalización del gasto.” Hay libros que hacen bien cuando uno los lee, inmediatamente se siente una  conexión con un manantial y la fuerza de la sabiduría que transmiten refresca el alma. Este es precisamente el caso de la presente obra que nos ocupa.
  Sabiéndose poseedor de un tesoro, Leon Schwartzman ha decidido compartirlo  con otros y así expandirlo generosamente. 
  “El propósito es dejar un testimonio de la experiencia, una huella de nuestras vivencias.” (Pág. 9) 
  “La claridad mental es una síntesis, que economiza 
  tiempo y energía; recordemos que la energía es al 
  cuerpo, lo que la renta es al capital. No consumir el 
  cuerpo sino su energía, no consumir el capital sino 
  su renta. La voluntad es una energía sentimental. 
  Debemos reconocer nuestra verdadera naturaleza. 
  “(Pág. 59)
  Con una visión integral del ser humano, Leon nos da respuestas para mejorar 
  nuestra vida desde diversas dimensiones que van desde lo espiritual hasta lo 
  biológico pasando por la administración del dinero y el tiempo.
  Muestra así, que la razón está íntimamente relacionada con lo corporal.
  El autor nos explica que la racionalización del gasto no es un mero principio de 
  la economía abstracta, sino una guía que roza lo ético para con nuestro cuerpo, 
  nuestra mente, la relación con los otros y con nuestro planeta. 
  “El hombre moderno está adiposo” (Pág. 165)
  La frase ilustra excelentemente nuestra época, el exceso de la ambición y lo 
  insalubre domina nuestro tiempo. Es por ello que todo pensamiento y herramienta 
  que tienda a la mesura, al equilibrio, a la consideración positiva para con el futuro 
  debe ser objeto de nuestra atención.
  Las páginas de este libro son un ramillete de instrumentos para una mejor vida, 
  para una vida que merezca la pena ser vivida y legarla a los porvenires de las 
  generaciones futuras. Por ello, invito a todo aquel que desee mejorar que se 
  sumerja en la lectura de esta obra.
  Para concluir sólo me resta citar una serie de principios que muy bella y 
  sabiamente están sintetizados por el autor y que son la columna vertebral de un 
  vivir salutífero.
  “Con fe y fuerza mental después de conocerte, consigue 
  lo que deseas con los siguientes principios:
  -Ten una misión de vida; si la terminas empieza otra.
  -No envidies, no tengas ira, perdona a los que te 
  ofendan, busca la paz.
  -Ayuda al necesitado.
  -Medita y conéctate con los rayos luminosos divinos.
  -Lleva estrictamente un sistema de vida.
  -No te desesperes por las consecuencias, busca la 
  causa.” (Pág. 45) 
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