Días pasados, nos reunimos con el director del programa Shagririá Licenciado Uriel Aiskovich. Varias fueron las sorpresas, la primera de ellas la juventud de Uriel, tan sólo veintitrés años, con el título de licenciado en Ciencias Políticas de la UBA cum laude, que es director académico de la Asociación Minu, (Asociación que realiza eventos educativos innovadores para colegios y universidades de toda Latinoamérica), docente en la carrera de Ciencia Política de la UBA y director de la Sinagoga y el Departamento de Educación no formal del Centro Hebreo Ioná.
Precisamente en esta institución se produjo el encuentro y aquí llegan más sorpresas.
Es sabido que los colegios de la red escolar judía sufren los avatares de la economía, incluso que muchos de ellos han debido cerrar sus puertas, sin embargo en Ioná la atmosfera que se respira es distinta. Nuestro encuentro se llevó a cabo en dos ámbitos, la sala multimedial que realmente asombra con veinte computadoras de última generación y equipo para teleconferencias, y un muy moderno Beth Midrash, de 100 m2, donde entre otras cosas se brindan las capacitaciones del proyecto.
A nuestro arribo más de veinte jóvenes secundarios y universitarios se encontraban en plena capacitación.
Uriel: ¿Que es Shagririá y como nace esta propuesta?
Shagririá es un programa que se propone la formación de jóvenes embajadores de Israel para que puedan representar a nuestra Mediná, en diversos foros, congresos y eventos locales e internacionales para jóvenes. Entre ellos destacamos a los modelos de simulación de Naciones Unidas que se llevan a cabo en todo el mundo con estudiantes secundarios y universitarios, como también diferentes conferencias internacionales que permiten la presencia de distintos actores de la sociedad civil.
Básicamente pensamos que ante la judeofobia reinante, manifestada en el antiisraelismo y el antisionismo producto de prejuicios e ignorancia ,sólo podemos aspirar a un verdadero cambio si logramos comunicarnos con los jóvenes que se perfilan para el liderazgo en los diferentes países del mundo. Ellos deben comprender mejor qué sucede en el Medio Oriente, mientras se encuentran formando su pensamiento. Modificar luego los prejuicios será ya muy difícil. La característica central que poseen los foros en donde participamos es que su agenda se centra en los principales temas de la política internacional y allí inevitablemente aparece la cuestión de Medio Oriente.
Lo que sucede en estos ámbitos es que se escucha irrepetibles veces la palabra Israel asociada a las más terribles acusaciones, generando la percepción de que la paz en la región sería posible si Israel tuviese líderes más moderados. La realidad es que mientras todas estas voces se escuchan, la mayoría de las veces no existe quién pueda dar una visión contraria
Nuestro programa entonces se propone demistificar tal concepto y cambiar la percepción que el mundo tiene sobre lo que en realidad Israel es. Miremos el siguiente ejemplo: estadísticamente en Brasil mueren a diario más personas a raíz de episodios de violencia que las que mueren en Israel. Pero en el sentido común cuando alguien escucha Brasil asocia automáticamente la idea de playa, relax y descanso; mientras que cuando escuchan Israel se imaginan un lugar donde sólo hay guerra.
Es importante cambiar todo esto, y precisamente en los foros en los que participamos existe la ventaja de que el tema de Israel ya está en la agenda, y por ende hay gente dispuesta a escuchar nuestra voz. Aprovechar esto es abrir la puerta a un profundo cambio. No hacerlo es saber que año a año viviremos en un mundo donde la desinformación y el prejuicio aumentan. Por ello formamos a diplomáticos jóvenes que participan de las diversas comisiones con la capacidad de argumentar y debatir sobre temas diversos como medio ambiente, refugiados, microcréditos o energía atómica. El aprendizaje es teórico y práctico para que puedan funcionar como diplomáticos de excelencia. Quienes demuestren llegar en mejores condiciones serán premiados con la posibilidad de viajar a los más diversos países para cumplir misiones específicas. Así también estamos contribuyendo a generar una nueva generación de líderes comunitarios comprometidos, en base al conocimiento y la experiencia, con Israel.
Podría decirse que suena muy ambicioso
Yo creo que es el más revolucionario proyecto de Hasbará que se ha desarrollado en los últimos años en la Argentina y probablemente en el continente. Y digo que es revolucionario porque lo que proponemos es esclarecimiento para el adentro comunitario, formando a jóvenes con conceptos claros, herramientas, metodologías y experiencias que van a poder utilizar toda la vida, y también para los ámbitos no judíos, para que de alguna manera entiendan la injusticia y el prejuicio que se comenten a la hora de hablar de Israel.
Hasta ahora han existido académicos que con discursos más o menos similares y su propio bagaje ideológico llevan su propuesta, generalmente a instituciones y comunidades judías.
Shagririá propone en primer lugar llevar la discusión sobre Israel y el Medio Oriente a ámbitos no comunitarios donde el rechazo al país judío es más que evidente, por intermedio de jóvenes especialmente capacitados en las políticas de estado que Israel lleva adelante, y por otro lado sin la carga ideológica que a veces es prejuiciosa.
Nuestra ideología es el mensaje de Israel para el mundo. Y del éxito o fracaso de esta tarea también debemos entender que depende la seguridad futura de nuestra Mediná.
Sabemos que representar a Israel no es una tarea sencilla. ¿Shagririá cuenta con algún tipo de reconocimiento o apoyo por parte del Estado de Israel?
Sí, actualmente el programa cuenta con el importantísimo auspicio de la Embajada del Estado de Israel en Buenos Aires, quienes constantemente nos brindan su cooperación y asistencia en todo nuestro desempeño.
A su vez contamos con el auspicio de Hagshamá, el Departamento de Educación de la Organización Sionista Mundial, quienes a través de su representante en Latinoamérica siempre han colaborado para que el Proyecto pueda difundirse y salir adelante.
Además fuimos conovocados a presentar el proyecto en Israel en el pasado mes de Julio, en una conferencia especial para jóvenes líderes de todo el mundo. Recientemente participamos también en el grupo de Jóvenes Diplomáticos Profesionales del Congreso Judío Mundial en reuniones con diplomáticos de primera línea en la apertura de sesiones de las última Asamblea general de Naciones Unidas en el mes de Septiembre. Allí pudimos tener la experiencia de participar en encuentros y reuniones con cancilleres y otros diplomáticos de Israel, países latinoamericanos y europeos.
Todo bien, pero el éxito de un proyecto se mide en resultados…
Gracias a D´s que el Proyecto ya pudo dar sus primeros frutos. Nuestra primera misión fue en Marzo en Quito, Ecuador, donde Shagririá envío a tres estudiantes secundarios de entre 14 y 16 años. Ellos participaron de una simulación de las Naciones Unidas donde había colegios de todo Ecuador y otros países de la región. Allí recibieron como grupo el reconocimiento a la mejor delegación de todo el modelo, como así también nuestros tres embajadores recibieron menciones individuales a las mejores políticas de estado y mejor delegado de sus comités.
Nuestra segunda misión consistió en enviar a dos embajadores a participar en dos simulaciones, similares a las de Ecuador, pero para estudiantes universitarios en México. Estas se desarrollaron en Universidades en la ciudad de San Luis de Potosí y en Guadalajara. Allí los resultados también fueron inmejorables: los reconocieron en San Luís de Potosí como la mejor delegación de los comités en los que participaron: El Consejo de Seguridad y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. En Guadalajara, tuvieron una difícil misión. Representar a Israel, como delegación invitada en la comisión que más se ha dedicado a criticarlo y difamarlo: El Consejo de Derechos Humanos. Allí nuevamente fueron reconocidos como la mejor delegación.
Pero más allá de esto, lo más importante, y difícil de explicar con palabras, fueron todas las devoluciones que obtuvieron de toda la gente que conocieron. Tanto en México como en Ecuador, fueron numerosos los jóvenes, embajadores reales, y hasta incluso rectores de prestigiosas universidades que se acercaban a nuestros estudiantes con admiración confesando cuánto cambio su imagen sobre Israel y la buena impresión que en ellos generaron. Esto es en última instancia lo que motiva a Shagririá.
¿Qué Agenda hay para el año que viene?
Ya estamos planificando el 2008. Tenemos cuatro misiones programadas por Latinoamérica y varias conferencias para participar aquí en Argentina, es por ello que necesitamos que muchos jóvenes se inscriban en el proyecto porque vamos a necesitar muchos embajadores. Quiero destacar que la participación en el mismo es absolutamente gratuíta, y que tanto los viajes, hospedajes y demás gastos corren por cuenta del proyecto.
Finalizando Uri, ¿hiciste todo esto sólo?
No, todos sabemos que sin un verdadero equipo no es posible llevar adelante ningún proyecto. Si bien yo lo dirijo, el proyecto es un desarrollo del equipo académico del Centro Hebreo Ioná, y en esencia la comisión directiva de la institución es la principal impulsora del mismo, no sólo con el apoyo académico que mencioné sino también con soporte estructural y económico.
También debemos agradecer a donantes particulares que hacen posible desarrollar toda la logística de viajes apoyando nuevos desafíos.
Pero los principales actores de este proyecto son los jóvenes participantes, que con un gran coraje y con mucha pero mucha fuerza han debido confrontar con embajadores, rectores de prestigiosas universidades y con prejuicios antijudíos logrando éxitos abrumadores. Ellos son los verdaderos protagonistas del éxito de Shagririá.
¡ Y ahora como se sigue?.
En primer lugar visiten la página del proyecto: www.shagriria.com.ar, allí tanto pueden inscribirse de forma online, como encontrar toda la información necesaria. Todavía es mucho lo que nos queda por recorrer y muy importante nuestra misión, así que no sólo invitamos a jóvenes estudiantes, si no que hacemos extensiva nuestra invitación a todos aquellos que quieran colaborar y contribuir para mostrar, con diplomacia y excelencia, la verdadera cara del estado de Israel.
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