Un judío andaluz está bebiendo en un bar de Almería. Recibe una llamada
en su celular... Atiende y al minuto, una sonrisa de oreja a oreja se dibuja
en su cara…
Ordena una ronda de bebidas para todo el mundo en el bar y anuncia
lleno de orgullo:
- ¡Mi mujer ha parido un bebé de 11 kilos!
Nadie puede creer que un recién nacido pueda pesar 11 kilos... Pero bué...
Se lo preguntan, y el tipo responde:
- Es la media en Andalucía, tíos. Como he dicho, Mi niño es un típico bebé
andalú de la colectividá.
Las felicitaciones le llueven de todos los que están cerca y se oyeron
muchos oles...
Dos semanas más tarde el tipo vuelve al bar.
El camarero le dice:
- Usted es el padre del niño que pesó 11 kilos al nacer, ¿no? Todo el
mundo ha estado haciendo apuestas sobre cuán grande sería en dos
semanas. Le íbamos a llamar por teléfono... así que... ya que está aquí,
díganos: ¿Cuánto pesa ahora?
El orgulloso padre responde:
- Ocho kilos.
- Pero... ¿Qué ha sucedido? El bebé ya pesaba 11 kilos el día que
nació ¿Cómo es que ha perdido tanto peso?
El padre se toma pausadamente un sorbo, se seca los labios en la manga,
se inclina hacia el camarero y orgullosamente le dice:
- Lo hemo' circuncidao...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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