El subsecretario de Política Criminal y coordinador de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA, Luciano Hazan, dijo hoy que “mucha gente durante muchos años” estuvo empeñada en que el juicio por encubrimiento de la causa AMIA “no saliera adelante” a causa de que juzgará “una gran maniobra orquestada desde distintos poderes del Estado, a distintos niveles, incluyendo el Poder Ejecutivo, la secretaría de Inteligencia, el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial, la Policía Federal y la de la provincia de Buenos Aires”, así como que espera que lo que surja en el juicio “permita, en paralelo, impulsar algunas líneas de investigación sobre el atentado en sí mismo.”
Hazan dijo que el juicio oral por la desviación de la investigación del atentado contra la mutual judía “además de a los imputados molesta a otra gente” porque hubo toda “una estructura judicial a la que tampoco le resultaba amigable que el proceso se llevara adelante”.
En su despacho del ministerio de Justicia, Hazan habló sobre el juicio que tiene entre otros acusados al ex presidente Carlos Menem, al ex secretario de Inteligencia del Estado Hugo Anzorreguy, al ex juez federal Juan José Galeano y al ex presidente de la DAIA Rubén Beraja, y se refirió a las demoras en el inicio y a la importancia de avanzar rápido hasta la instancia de presentación de pruebas y las declaraciones indagatorias.
-¿Qué expectativa tiene respecto del comienzo del juicio oral y público que tanto se dilató?
Hazan:- Tengo la expectativa de que el juicio arranque con fuerza justamente por las demoras que viene llevando y por la necesidad de dar respuesta a las víctimas y a la sociedad completa sobre lo que pasó en la investigación del caso AMIA. Espero que el juicio arranque lo más pronto posible con las cuestiones de prueba, con las indagatorias de los imputados y que no lleve demasiado tiempo en formalidades. También tengo la expectativa siempre abierta de que se sepa un poco más de lo que pasó con el atentado en sí mismo.
-¿Por qué cree que este juicio oral no pudo iniciarse antes?
H: -Hay mucha gente que en todos estos años no quiso que este juicio se llevara adelante. Es un juicio que molesta a otra gente más allá de los imputados. Se va a juzgar una gran maniobra orquestada desde distintos poderes del Estado, a distintos niveles, incluyendo el Poder Ejecutivo, la secretaría de Inteligencia, el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial, la Policía Federal, la de la provincia de Buenos Aires. Además pone la lupa sobre las prácticas de la justicia federal porteña. Acá va a haber un ex juez sometido a proceso por sus prácticas, por la manera de trabajar con los servicios de Inteligencia. Esto claramente impactó en los plazos del proceso. No es casual que en este proceso que ahora va a juicio haya habido una decisión de la Corte admitiendo una queja por letargo de justicia en la Cámara de Casación. Los únicos interesados en que este juicio no se haga, no eran solamente los imputados, sino que había una estructura judicial que tampoco le resultaba amigable que este proceso se lleve adelante.
-Toda esa demora generó una profunda sensación de impunidad.
H: -Este juicio debería aportar un granito de arena para ir en dirección contraria de esa sensación, para que empiece a haber en este tema una sensación de justicia. Estoy convencido de que lo que hace falta para cambiar la sensación de impunidad es (que se aplique) la reforma del (código) procedimental penal, que es una reforma estructural que va a la raíz. Hará que toda la etapa preliminar, lo que se conoce como justicia de instrucción, pase a ser pública. Se van a generar reducciones en los tiempos y cuando se oralizan los procedimientos se dejarán de presentar muchos recursos dilatorios. Este juicio va a generar un aporte, pero toda esta reforma también debería hacer grandes aportes. Es importante que este juicio arroje algo de luz sobre qué es lo que se encubrió, y que lo que vaya pasando en el juicio permita, en paralelo, impulsar algunas líneas de investigación sobre el atentado en sí mismo.
-En varias oportunidades la Presidenta reclamó el inicio de este juicio. ¿Puede perder impulso a partir de un cambio de gobierno?
H: -Ha sido parte de la agenda del gobierno explícitamente. Creo que va a haber una continuidad en términos de gobierno, pero eso es una especulación mía. En relación a otros candidatos, el Estado seguirá obligado internacionalmente. Si bien fue Néstor Kirchner el que aceptó la responsabilidad internacional de lo ocurrido durante el gobierno de Carlos Menem, el compromiso de impulsar las causas es del Estado. Hoy lo tiene Cristina Fernández de Kirchner y lo tendrá el candidato que gane en octubre. Me gustaría escuchar de todos los candidatos, de todos los sectores políticos, un verdadero compromiso por el empuje de este juicio. Es algo que hasta ahora no ha sucedido en la campaña electoral.
-¿Cómo es el trabajo con las otras cinco querellas que participarán del juicio?
H: -Muy coordinado. Con muchas de las querellas hemos tenido varias reuniones, tenemos en común la orientación de que el juicio vaya a lo medular pronto. Queremos que sea lo más público posible, necesitamos que la prensa lo cubra. Quiero que se sepa lo que han sufrido los familiares, cómo se los trataba, cómo se les mentía. Queremos celeridad, un juicio rápido, profundo y conocido por la sociedad. Trataremos de probar la responsabilidad de los imputados y queremos que la justicia reaccione dictando una sentencia ejemplar respecto a la prueba que se produzca en el juicio.
Telam
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