El procurador fiscal ante la Corte Suprema, Eduardo Ezequiel Casal, se pronunció en contra del sobreseimiento a los policías del caso AMIA, pero no por la autoría del atentado, sino por las extorsiones y coacciones en las que participaron Juan José Ribelli y los otros uniformados. Es decir que Casal considera que no se puede imputar a los policías por el atentado, debido a que está probado que la acusación fue un armado, pero que no se los puede considerar inocentes de los aprietes que le hicieron a Carlos Telleldín para sacarle dinero y vehículos antes del atentado. Un elemento fundamental de la acusación por las extorsiones, citado en reiteradas oportunidades por el procurador, son las notas de Página/12 en las que Telleldín contó cómo lo apresaban los policías por delitos inexistentes o por el armado de autos con partes robadas y luego lo dejaban salir a cambio de dinero, autos y motos. El próximo paso es que el famoso fallo AMIA, que dictó el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 y confirmó la Cámara de Casación, sea evaluado por el máximo tribunal.
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