La iglesia Católica de Alemania reconoció su participación en el uso de prisioneros de guerra y civiles en trabajos forzados durante la Segunda Guerra Mundial. La entidad religiosa aseguró que cerca de 6.000 prisioneros de guerra, la mayoría procedente de Polonia y de la ex Unión Soviética, fueron obligados a trabajar para los nazis en alrededor 800 instituciones que eran regidas por la iglesia Católica, como hospitales, casas de cuidado y monasterios. De acuerdo con el especialista para asuntos europeos de la BBC, Paul Legg, la iglesia Católica Romana en Alemania ya había reconocido que cooperó con las autoridades nazis al usar trabajadores forzados. Asimismo, Legg indica que la organización eclesiástica admitió haber pagado, en compensaciones, más de US$ 2 millones a los trabajadores que sobrevivieron la guerra.
|
|
|
|
|
|