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En la residencia del embajador de Suiza en la Argentina, Daniel Von Muralt se rindió homenaje a las víctimas del Holocausto/Shoá. Durante el evento, dirigieron la palabra el embajador suizo; el presidente de la DAIA, y el sobreviviente David Hirsch. Von Muralt expresó que “para muchas personas de la comunidad judía, Suiza -con su tradición humanitaria- era un refugio en la mitad de Europa” y agregó que “según un censo reciente, en 1990 Suiza contaba con unos 20.000 judíos, es decir un 0,3 por ciento de la población total. A nivel cantonal, se observa que los cantones de Zurich, la ciudad de Basilea, Ginebra y Vaud reúnen una comunidad judía de más de mil personas. Un tercio de los judíos suizos viven en el cantón de Zurich (6252 personas)”. Por su parte, el titular de la DAIA reconoció al embajador de Suiza por “abrir las puertas de esta embajada para recordar a nuestros hermanos victimizados, a los héroes y a los justos, y para repudiar juntos el antisemitismo en todas sus vertientes, el odio y la discriminación, la injusticia y la persecución”. Uno de los momento más emotivos se dio cuando David Hirsch narró la forma en que logró sobrevivir del Holocausto. Brindó detalles de lo que le sucedió en su Alemania natal y lo vivido en su huida de los nazis.
En la embajada de Hungría en la Argentina, se rindió un homenaje a las víctimas del Holocausto/Shoá. Durante el evento, dirigieron la palabra el embajador húngaro, Mátyás Józsa; el presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, y los sobreviviente Ella Bernath y José Moskovitz. Józsa expresó que “por iniciativa de Göran Persson, primer ministro de Suecia, se creó The Task Force for International Cooperation on Holocaust, Education, Remembrance and Research, formado por representantes de los gobiernos y de diferentes ONGs. Hungría ingresó como miembro pleno en el año 2002 y durante 2006 ocupa la presidencia”. Por su parte, el titular de la DAIA expresó que “hoy rendimos tributo y homenaje a nuestros mártires y los sobrevivientes que integraban la comunidad judía de Hungría, la cual sufrió la deportación masiva, casi en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. En 1941, el judaísmo húngaro estaba integrado por 825 mil almas. Al finalizar la furia genocida nazi en 1945, más de 550 mil judíos húngaros habían sido exterminados”.
En el acto realizado en la Embajada de Italia, el embajador Don Stefano Ronca manifestó que “el encuentro con los sobrevientes nos ayuda a honrar el doloroso recuerdo de todos los que perecieron en la tragedia del Holocausto”. El titular de la DAIA, Jorge Kirszenbaum dijo que “quienes niegan la Shoá profanan la memoria de nuestros mártires y agravian a la condición humana...”. Luego se proyecto la película “El cónsul de Perlasca”.
Durante los actos, organizados por Claudio Avruj, director ejecutivo de la DAIA, y Ariel Blufstein, se inauguró la escultura a las víctimas de la Shoa de la artista Laura Nucenovich. Esta escultura, quedará en cada una de las embajadas. Con la realización de estos actos, la DAIA continúa con su compromiso de recordar a los mártires del Holocausto, tal como ya se hizo en las embajadas de Francia, Rumania, Eslovaquia y de los Países Bajos.
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