Las elecciones del 2006, contra lo que muchos han escrito por allí, han dado los resultados más lógicos que podía esperarse:
a) Se ha escrito de la falta de entusiasmo y la desidia a la hora de votar. Refrendó este comentario el hecho de que votó "apenas" un sesenta y pico por ciento de la población.
En Israel las elecciones se hacen en un día martes. Por más que se proclama "Jag Habejirá" (Día de Fiesta por la Elección) y es un feriado alternativo, hay un porcentaje bastante importante de gente que trabaja, y otro que opta por salir a pasear. Israel tiene una tradición democrática que no conocemos en Latinoamérica. Votar es un hecho absolutamente natural. Estas elecciones no fueron vistas ni como punto de inflexión ni como hecho de vida o muerte. Nacieron por la feroz interna del Likud entre Sharon y Nethaniahu que tuvo como excusa la desconexión; y por la interna del Laborismo que terminó con la salida de Shimon Peres y el nombramiento de Amir Peretz como Secretario General, que trajo como consecuencia la renuncia en masa de los laboristas que participaban del gabinete gubernamental, y, por ende, la caída de la coalición que estaba en el poder.
La población en general vivió todas estas alternativas como, lo que fue, un problema de políticos que tenían que reacomodar sus piezas. La clase política está muy desprestigiada por la inédita corrupción que hay en todos los partidos.
b) El próximo gobierno va a ser de centro-izquierda: A la política de desconexión que propone Olmert (que propuso Sharon y sigue Olmert) va a sumársele una política social más activa. La futura coalición estaría compuesta por Kadima, Laborismo, el Partido de los Jubilados, Shas y probablemente Meretz. Hay que resolver varias contradicciones en esa mesa de gobierno, entre ellos un aumento salarial para los más pobres (caballito de batalla de Avoda) ni para los jubilados (pedido por Avoda, Partido de los Jubilados, Meretz). Olmert deberá empezar a exhibir su "muñeca política" para que las demandas de los nuevos socios no lo sobrepasen.
c) No debe olvidarse que en Gaza hay un gobierno autónomo liderado por una agrupación que no termina de definir si sigue siendo terrorista o no: el Hamas. Y que si la propuesta de Olmert es de fronteras definitivas, las mismas no pueden ser definidas unilateralmente por Israel, sino que deben surgir de una negociación. No puedo imaginar (aunque en Israel todo es posible) una negociación entre Israel y estos asesinos, ahora de camisa y corbata...
Curiosidades de la elección:- 18 diputados tienen título de doctores o profesores.
- Reflejo de la nueva sociedad israelí: 15 son olim que vinieron en los últimos 15 años.
- Hay 16 mujeres.
- 73 son ashkenazim. 34 vienen de África del Norte o Medio Oriente,
- 13 son árabes
- 34 ultraortodoxos
- 39 diputados se sientan por "primera vez".
Resultados finales: KADIMA – Adelante 29, AVODA - Laborismo 19, LIKUD – Unificación 12, SHAS 12, ISRAEL BEYTENU – Israel, Nuestra Casa 11, IJUD LEUMI – MAFDAL – Unidad Nacional y Partido Religioso Nacional 9, GIL- Jubilados israelíes al Parlamento 7, YAHADUT HATORA Judaísmo de la Torá 6 y MERETZ – Vigor/ Juntos 5. Los tres partidos árabes-israelíes ganaron 10 bancas en total.
Resultados
El resultado en sí trajo algunas pequeñas sorpresas: El partido oficial, Kadima, consiguió 29 bancas cuando todos esperaban un mínimo de 35 (razones: Olmert no es Sharon, el resultado "cantado" con mucho tiempo de anticipación terminó perjudicándolo, porque mucha gente que dudaba prefirió el "voto útil", o sea apoyar al que deseaba aunque no ganara pero con la intención de que pudiera participar de la coalición del gobierno. Olmert tuvo poca o ninguna capacidad para atraer a indecisos, y esto marca un gran signo de interrogación a futuro...). El Laborismo (Avoda) logró 20 bancas cuando muchos pensaban que con Peretz a la cabeza no iba a alcanzar esa cifra (que iguala lo que podría haber conseguido el tradicional líder Shimon Peres, que demostró que por sí mismo no arrastra a nadie. Peretz fue el gran vencedor de esta elección, ya que puede alzar o bajarle el pulgar al próximo gobierno). El Likud alcanzó apenas 12 bancas (debacle total para Nethaniahu, que si tuviera un poco de orgullo y amor propio habría anunciado su retiro de la política). Shas obtuvo sus tradicionales 11 sillas (y a partir del propio martes comenzó a hacer sus también tradicionales "aprietes" para participar del gobierno). Israel Beiteinu, del ruso Avigdor Liberman logró una excelente elección y también se llevo 11 mandatos (lo que revela el poderío electoral que tienen 1.000.000 de rusos... y que hay muchos fascistas sueltos en Israel, dato muy peligroso). Los ultrarreligiosos, en otras dos expresiones electorales, Mafdal-Ijud Leumí, consiguieron 9 y 6 bancas (imperturbables). El Partido de los Jubilados, con 7 bancas tuvo gran elección que es un punto de atención para el gobierno actual y los futuros: a los viejos se los está postergando. Están más pobres que nunca y esta situación en Israel no se soporta. El próximo gobierno debe tener una política social que no tuvieron los gobiernos de Sharon ni con Netaniahu de ministro de Economía ni tampoco con el propio Olmert. Meretz se llevó apenas 5 mandatos (en una elección signada por el voto de centro izquierda, apenas "salvó la ropa", lo que indica que tiene que cambiar urgentemente de discurso y, tal vez, de cúpula). Los partidos árabes lograron 9 (se suponía que iban a ir muy pocos a votar, al final hicieron un papel decoroso...).
Ariel Masovetzky
Especial desde Israel
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