Perla Goldschmidt (60), es voluntaria del programa Leoded, donde tiene a cargo visitar pacientes judías en el Hospital Dr. Braulio Moyano (neuropsiquiátrico para mujeres mayores de 18 años). Hace 10 años, antes de Leoded, había empezado con su esposo a reunir voluntarias para esta tarea. “Aquí vienen sacerdotes y pastores a dar apoyo espiritual, ¿por qué nosotras no tenemos un rabino?”, le dijo una paciente judía a Perla.
Casos: Está una profesora –trabajó en una escuela judía– de 68 años, con habilidades en el piano, que ya tiene el alta médico pero se queda por no tener adonde ir y al no querer internarse en un geriátrico. Hay personas que no tienen familias, y que están hace 30 años. Hay un caso de una paciente joven que murió de tristeza tras un año de su ingreso.
Intervención: Las presuntas violaciones, el intercambio de comida por sexo y otras situaciones anormales derivaron la intervención del Hospital a finales del año pasado. Para Perla, la nueva gestión es positiva para “mis chicas”, como las llama a las pacientes que visita.
Moyano: Sobre la situación del Hospital, la definió como dura realidad y cruel, tanto para pacientes judíos y no judíos, donde algunos comen de los tachos de basura, donde el hambre está instalada y muchas sufren hostigamientos por ser judías.
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