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B''H Cometario especial de Deborah Starkloff
¿Profesionales espirituales? |
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¿Para qué voy a “ser” doctor? ¿Qué es lo que me mueve a “ser” odontóloga? ¿Por qué quiero “ser” músico? Estas y otras miles de preguntas nos florecen a todos los que hemos decidido ser profesionales”. ¿”Ser” profesionales? ¿Qué sos? Soy abogada. Ah... ¿Sí? Recuerdo que una vez tuve un llamado telefónico donde me habían dejado el siguiente mensaje: “Mi nombre es Licenciada Fulana de tal...”, etc. ¿Yo soy mi profesión? No, obviamente, cualquiera que medianamente guarde para sí un poco de sinceridad, deberá admitir que ser un profesional, es elegir una manera, un canal por donde ejercer las aptitudes, deseos, talentos, ideologías, etc. Pero definitivamente, no “somos” la profesión... Entonces ¿Qué somos? Tal vez, esta pregunta nos despierta tantos temores, que preferimos “cerrar el tema” con yo soy... en lugar de mirarnos al espejo y preguntarnos seriamente, y con una sonrisa, qué estamos haciendo de nuestras vidas... Los sabios tienen claro, que todo lo que nos pasa es Di-s hablándonos. Y que todas las criaturas que habitamos este planeta somos almas, que han sido inyectadas dentro de un envase (llámese cuerpo), con una serie de capacidades, con el objetivo Divino de que realicemos una misión. Todos nosotros creemos en algún momento, que nuestros talentos, nuestras vocaciones, nuestras aspiraciones, son nuestras. Que nuestras riquezas, inteligencias, carisma, son nuestros. Sin embargo, la Torá nos enseña, que todo eso es un préstamo, un crédito del Cielo para que podamos actualizar, lo que nuestra alma vino a realizar. Supongamos que tenemos una empresa y entendemos que sería bueno para un joven que es muy apreciado por nosotros, que trabaje allí, a fin de que, a través del trabajo, pueda limar sus asperezas emocionales y conquistar una madurez propia a través del compromiso y la responsabilidad que se le asigne. Le damos todas las herramientas que necesita para la labor, lo colocamos en un ambiente que favorecerá este objetivo de refinar sus emociones, le pedimos que recuerde para qué está allí y lo “soltamos”. El joven, ve que ha recibido muchas herramientas, y en lugar de usarlas para desarrollar su tarea, las usa para vanagloriarse, para seducir y manipular, etc. Nosotros, le advertimos que si hace mala praxis, le quitaremos parte de las herramientas y deberá hacer su tarea sin el auxilio. Entonces, el joven en cuestión, en lugar de reflexionar, y comenzar su trabajo a consciencia, decide “vender” sus capacidades y obtener otras “ganancias” a cambio. No es que no cumpla los horarios, no es que no tiene capacidad, es que él está usando, lo que se le ha acreditado, para su provecho inmediato, sin registrar que su verdadera tarea está esperando por él. Di-s nos da dones, nos da voluntades, deseos, algunos tenemos aspiraciones artísticas, estéticas, otros científicas, otros soñamos con riquezas, ya sean de dinero, o de honores y aplausos, etc. Estas ganas, estas voces que viven dentro nuestro, son semillas implantadas por Di-s desde antes de nacer. Nuestra misión es descubrir nuestras aspiraciones, capacitarnos para triunfar en el desarrollo de éstas, buscar la Verdad y el Bien y lanzarnos hacia la realización de elevar nuestra tarea, cualquiera sea, hacia el Cielo. ¿Cómo? Sabiendo que no “somos” nuestra profesión, sino que ella debe servirnos para cumplir un objetivo más alto, para hacer de nuestras vidas un acto único y creativo, para hacer de cada elección, un desafío y no una máquina de inercia, un disco rígido. Nuestra profesión debe estar afilada para hacer cambios en nuestro mundo interior y en nuestro entorno. Debe estar lista para permitirnos “ser” quienes vinimos a “ser”. Continuará... |
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