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B''H Historia de amor: Uriel y Cynthia
De Hasenkamp (Entre Ríos) a Flores, con uná Jupá en Rosario |
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Cynthia se crió en Flores Sur (cerca del templo de Varela) y en la juguetería de sus abuelos. Estuvo en el jardín del Weitzman y luego tuvo enseñanzas privadas hasta el secundario en la Escuela José Ingenieros (Comercial N° 9). Uriel tiene sus raíces con la llegada de sus abuelos desde Bielorrusia con la Jewish Colonization a Basavilbaso. Luego a la Colonia Luisoungre, muy cerca de Hasenkamp. Su padre se instaló a estudiar Medicina en Rosario, donde nació Uriel. Toda la familia regresa a Hasenkamp (a los 10 años). Mientras que ya a los 18, Uriel viene a Buenos Aires a estudiar. Se hospeda en una ieshiva de la calle Ecuador, luego en el depto de una tía abuela (Rebeca) en Parque Chacabuco y en una pieza que consiguió a través de AMIA (Raquel). ¿Cómo se conocieron?: En abril del ’95 en la Universidad Bar Ilan. Pasó un año para que se den cuenta que eran el uno para el otro. Destacan que al principio tenían sus diferencias, donde cada uno venía con etapas difíciles en sus vidas. Tras una reunión en grupo, luego un viaje a Corrientes (él la visitó de Hasenkamp) por 3 días de vacaciones, se volvieron a ver en febrero donde comenzaron a conocerse más como amigos. Había confusión en los dos. Hasta que Uriel se decidió, luego de insistir varias veces por teléfono y de recibir rechazos. La excusa perfecta fue una charla de Pierre Vidal Naquet en la feria del libro, autor preferido de Cynthia. Tras una larga caminata y de juegos con pulsera, se sentaron, paradójicamente, en las escalinatas de la Iglesia San José de Flores, que sería luego “testigo” del inicio de esta historia, que comenzó ocultándose en la universidad y luego a convivir en un departamento en Floresta con una cama de una plaza y media y una radio. ¿Qué cambió en sus vidas?: Desde 1998 a los 21 años, convivieron casi 7 años antes de casarse. Guardan gratos momentos de la ceremonia y de calidez con los amigos y la familia. Compromiso: Antes de vivir juntos se comprometieron. Se sentían casados. El plus vino con la fiesta, que no se imaginaban que los iba a impactar. Los cambio cuestiones en decisiones a futuro. El aprender del otro y crecer mutuamente. La Jupá (¿cómo vivieron ese día?): Fue el 4 de abril de 2004 en un salón de Rosario, por elección geográfica. Uriel tenía familiares en Santa Fé y Entre Ríos, y Cynthia en Corrientes. Fue todo muy casero, representativo. Los casó Enrique Grinberg que también los ayudó a conseguir todos los papeles para el casamiento. La familia colaboró en todo, desde el strudel de la abuela de Cynthia (Gilda) hasta las kipot del padre de Uriel. Recuerdan y valoran a cada uno que estuvo en la fiesta. Desde Javier (que tocó el órgano) hasta el abuelo Salomón de Uri (que cumplía el sueño de ver casado al nieto mayor). Futuros deseos: Pensamos en agrandar la familia, en como serian nuestros padres. Crecer en lo profesional. Tener un emprendimiento. Evaluamos la posibilidad de irnos al interior. Extrañaríamos a la diversidad. Tener confort, un 3 ambiente seria un sueño. ¿Cómo viven su judaísmo?: Seguimos la tradición familiar, es mucho más que el aspecto religioso. Queremos tener continuidad y transmitir el legado. En las fiestas, vamos al templo Or Jadash (Flores), donde la ceremonia y la gente son sencillas. Nos sentimos igual de cómodos en Beit Scopus y B’nai Brith. Tenemos formación laica. Tras la ieshiva (Uriel), sintió contradicciones que hizo que se alejará más. En Jabad se sintieron, a pesar de las diferencias ideológicas y religiosas, el esfuerzo por integrar y el recibimiento que dan. Recuerdan el calido recibimiento en la Bnai Brith, a quienes les agradecen por la formación y por lo humano, por el contenido social, literario e intelectual que obtuvieron. Vale destacar que Uriel ganó el premio Marcha por la vida en 1998. ¿La Aliá a Israel y su prioridad?: Lo pensaron en el ’98, la idea era terminar los estudios y profundizarlos allá en plenos tratados de paz. En el 2001, con el clima espeso se enfrió y también por el apego a los afectos seria difícil. Sentimos amor, vínculos emotivos, parentescos. # Una historia de amor especial que merece ser contada... Si crees que estas viviendo una similar (y que se pueda contar), escribe al e-mail generacionjovenjudia@yahoo.com.ar para seguir la cadena que en esta edición comienza... |
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