Parcece imposible saber ya cuantos llegaron, como entraron y cuantos serán devueltos a sus países de origen pero el drama de los miles de africanos negros que quieren venir a vivir a Israel, no concluye y puede tomar cifras preocupantes.
Cuando Shazar Yasir abandonó Sudán del Sud por última vez, tenía seis años. Hoy, a cinco años, con una infinidad de vivencias y amigos en Israel, volverá a su tierra natal que casi ni conoce ni recuerda.
Shazar habla un hebreo perfecto con acento israelí. " Hace unos días hicimos la despedida en la escuela y mis compañeros se despidieron de mi ",dijo la niña. " Los extrañaré y también a la escuela ".
Días antes de la expulsión del país, Shazar escribió una carta a sus compañeros. " A Nati querido ", comienza su carta, " vos sos muy importante para mí y espero que sigamos siendo amigos a la distancia . Ahora en mi nuevo país ( Sudán del Sur ) tendré nuevos amigos pero estaremos en contacto por medio de la computadora ",dice.
Romel, el hermano menor de Shazar, de cinco años, nació en Israel. Ellos y su hermano Hora, de diez, pasaron su último día mirando TV con sus amigos. "Yo me acostumbré a vivir en Israel ", dice Shazar. " No conozco otra cosa que Israel ".
En el seno de la comunidad sudanesa en la ciudad israelí de Arad, hay tensiones. Muchos abandonaron su país años antes que Sudán se divida en dos países, hoy hostiles uno con el otro. Esta previsto que en los próximos meses varios miles de sudaneses serán devueltos a su país.
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