En relación con las cartas publicadas en la edición 384 de
Comunidades y referidas, una, a la no publicación en La Nación del comentario de
Julian Schvindlerman, cosa que ya sucedió anteriormente, y la otra de la
señora Eugenia Unger sobre Vargas Llosa, quiero insistir en
algo que ya comenté en algun momento: Creo que la única manera de
poder hacer oir, o leer en este caso, la otra versión de la historia es a
través de solicitadas pagas. Tengamos en cuenta que cuando personajes
nefastos, por más capacidad que tengan para escribir como Vargas Llosa o José
Saramago, se hacen oir, su comentario verbal o escrito tiene gran repercución y
como nunca aparece publicada ninguna nota oponiéndose a ello se da por
entendido que el que calla otorga. Ya sabemos lo que eso significa. La historia
no empieza cuando a cualquiera se le ocurre, pero si parece que la puede
manipular cualquiera a voluntad. Es más, creo que la primera
solicitada debería estar enfocada en este punto, la falta de ecuanimidad de
algunos medios para dar lugar a una respuesta con otra visión. Es
posible que si se deja claro que hubo que pagar para responder, porque el
medio no publicó nunca ninguna carta o comentario, tal vez la cosa cambie.Creo
que alguna institución representativa de la comunidad debiera
encargarse de esto, salvo que no se quiera chocar con ciertos medios y entonces
estaríamos frente a la obligación moral a opinar de unos y al no
derecho a responder de otros. Todos somos iguales pero, lamentablemente, algunos
son más iguales que otros y por lo visto los apellidos, y el poder de
cierta prensa, pesan más que la verdad.Es sabido que para los judíos nunca
nada fue fácil, ¿por que iba a cambiar ahora?
Elias Krimker
Capital Federal
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