El mundo del simulacro es amplio y asombroso. La posibilidad de “hacer como sí”, tiene costados inimaginables.
Todo parece real en casa de las tres hermanas, que fueran en su tiempo de juventud tres bellas flores de primavera. En el presente, cae la máscara que les cubría el rostro, dejando a la vista los verdaderos rasgos humanos que las caracterizan: La debilidad, la hipocresía, el recuerdo del pasado, el egoísmo, la fraternidad.
Esta obra anuncia ya desde su título “Como si estuviera Cipriano”, un acontecimiento teatral, digno de disfrute. Son cinco actores que juegan maravillosamente el difícil rol de la apariencia y del esfuerzo por preservar una identidad que no es propia. Al espectador le queda no solo el gratificante sabor de un buen espectáculo, sino además la necesidad de reflexionar acerca de los los valores que nos atraviesan a todos inexorablemente.
Cuando creíamos estar frente a un mundo armonioso y feliz, los personajes van desenvolviendo una madeja de misteriosa y desoladora verdad. Así, el mundo artificial se resquebraja y deja lugar al dolor y a la frustración humanos. El manejo de este tránsito es sutil y muy bien cuidado por parte de los actores.
El espectador que asista a la obra, endrá la valiosa oportunidad de entrar en contacto con un trabajo profundo, de variados matices en los personajes, y con un importante nivel de invstigación –que data de mucho tiempo en este grupo de actores-, y que se refleja en una más que respetable tarea de dirección (Andrea Ojeda), quién sabe orientar la escena con la minuciosidad de un artesano, como lo define una de las actrices.
El elenco está compuesto por Marcelo Chammah, Perla Marbach, Zulema Mijalovsge, Nora Roñis y Carlos Wolfson, a cargo también de la dramaturgia junto a Gastón Mazieres.
El grupo “E espacio vacío”, los espera todos los viernes de Octubre a las 21 hs, en el Teatro Astrolabio. Av. Gaona 1369 –Capital.
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