Las supuestas o no tan supuestas declaraciones del general Roberto Bendini acerca de las ambiciones patagónicas de "pequeños grupos de israelíes" no es un tema menor y es tan grave si profirió esas declaraciones como si no las hubiera hecho.Más allá de las "conclusiones" confusas de la comisión investigadora y de los deseos inocultables del gobierno de cerrar un frente molesto y recalentado por el juzgamiento a los militares luego de la derogación de las leyes de impunidad, late en el fondo una problematica preocupante:en el "democratizado" ejercito argentino anida un enquistado antisemitismo de fuerte contenido ideológico que se ha desarrollado desde comienzos del siglo XX y se agigantó en la década del 40 con la penetración nazi en la Argentina . Las acusaciones calumniosas acerca del interés israelí en la Patagonia tienen su base en el siniestro libro titulado El Plan Andinia, escrito en 1971 por el ex profesor de derecho constitucional de la UBA durante la dictadura militar, el ya fallecido Walter Beveraggi Allende quien accediera a altos cargos "educativos" durante los años de plomo de la dictadura. El Plan Andinia, pergeñado en su febril mente, consistiría en crear con ayuda británica,chilena y de los judíos argentinos e israelíes, un estado hebreo alternativo y encontró su enfermizo sustento en una despoblada región, una cita de Herzl en su libro el Estado Judío(sacada de contexto), la paranoia nacionalista de un sector de la sociedad y la absurda acusación de que turístas y mochileros israelíes que visitan los grandes lagos no son más que la avanzada del ejercito hebreo que envia a sus agrimensores.Bendini aprendió este disparate nutriendose no sólo del Plan Andinia sino de su siniestro predecesor Los Protocolos de los Sabios de Sión,libelo ruso de fines de siglo XIX usado por los zares, los comunistas, los nazis, los árabes y hoy por los extremistas palestinos para justificar sus atrocidades antijudías.Si bien con el correr de la democracia el ejército argentino fue depurando parte de su aberrante bibliografía (también se leía Mi Lucha de Hiter) a instancias de un pedido de DAIA, en los cuarteles argentinos de la democracia circulaba con profusión el mugriento pasquín nazi Alerta Nacional que editara el Fhurer criollo y ex candidato a presidente ,Alejandro Biondini, líder actual de la agrupación nazi Partido Nuevo Triunfo. Biondini siempre agitó por escrito, y ahora por Internet, esta "amenaza" israelí aprendida de su mentor ideológico, Beveraggi Allende. Bendini debe conocer a Biondini y si las expresiones de Bendini no fueron dichas por él las utilizaron otros militares retrógrados que conspiraron para desligitimar al gobierno como una forma de reivindicar el Punto Final y la Obediencia Debida.
Biondini- Bendini son la expresa manifestación que indica que, tal como lo expresara el analista Rosendo Fraga, en el ejército coexisten dos corrientes ideológicas opuestas: los liberales y los nacionalistas y que esta pugna nos es más que la expresión de una pugna ideológica que se extiende en rincones del país.Precisamente Bendini con su preocupación obsesiva por la amenaza territorial, su prioridad en la ocupación de territorios casi virginales, los temores vagos a las amenazas externas, el militar encarna esa indisimulable corriente del vetusto nacionalismo argentino. En función de este incidente es importante que se depure del ejercito a los sectores que sostienen este nacionalismo anacrónico alimentado de las frustraciones socio-económicas de la Argentina como una contribución indudable a crear un ejército democrático en el que los Bendini o su antecesor, el desafiante Brinzoni, no sean los rectores de un organismo que debe avalar a rajatabla los valores de la Constitución en lugar de seguir delirando en fantasiosas amenazas con objetivos inocultables.
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