Uno de los incidentes que en estos últimos tiempos generó mayor preocupación por su impacto social, es el que protagonizaran el Jefe del Ejército Argentino, General Ricardo Brinzoni y el periodista Héctor Timerman, luego de que Brinzoni lo invitara a dar una serie de conferencias en el Ejército y este ,hijo de Jacobo Timerman, periodista y ex director del periódico La Opinión que durante la última dictadura fue secuestrado, torturado y especialmente interrogado por su condición de judío-pone como condición para su concurrencia que el Jefe del Ejército lo acompañara a pedir perdón ante la tumba de sus padres. Como respuesta, el periodista recibe un texto en el que que entre otras cosas cita la obra "El mercader de Venecia", de claro tinte antisemita.
Entrevistado por Comunidades, el periodista dará su punto de vista sobre el asunto y sostendrá que su negativa a concurrir no sólo se debió a "lo que el ejército le hizo a mi padre". Su crítica apuntará a que en las filas del Ejército comandado por el General Brinzoni, se hallaba como abogado en causas de derechos humanos el Dr Torres Bande, apoderado legal de la agrupación política nazi Partido Nuevo Triunfo: "Cómo puede ser que yo como judío vaya a dar una conferencia a militares que han elegido para su defensa a un nazi", se indignará Timerman, para luego despotricar contra la dirigencia de la Comunidad: "esto tendría que haber sido un motivo para que de alguna manera la dirigencia de la comunidad judía denuncie al ejército y a quien fue su jefe, el General Brinzoni como un antisemita, y obligarlo a renunciar a la comandancia en jefe".
Si bien asumirá la acción de protesta de la dirigencia judía, calificará la carta enviada por el General Brinzoni como "patética", al alegar éste desconocimiento de que había nombrado a un abogado nazi. "Entonces había que echarlo por ineficiente en ese caso. Pero la comunidad judía se dio por satisfecha". Para el periodista, este tipo de actitudes "ha permitido después que la investigación de la AMIA y la Embajada de Israel sean llevados en forma política y se oculten los resultados".
Y es que para Timerman, la comunidad judía no es respetada en la Argentina "porque no nos hacemos respetar". Según alega, uno de los problemas en la Argentina no es el antisemitismo, sino "la falta de valentía que tiene la comunidad judía para enfrentar a los antisemitas. No me refiero al chico de la escuela que le grita algún insulto a un compañero porque es judío; estoy refiriéndome a declaraciones de un comandante en jefe del ejército, de algún profesor universitario, de un político o del presidente de la Asociación de Fútbol Argentino".
Finalmente, culminará su relato sobre lo sucedido con Brinzoni recordando que luego de su negativa a dar la conferencia, quien se prestó a reemplazarlo fue otro periodista judío. Y es que "lo que quería brinzoni era un periodista judío. Eso es parte del patetismo. No de Brinzoni sino de nosotros los judíos."
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