Prólogos demuestran que la estimulación profunda del cerebro, en una etapa temprana de la enfermedad, puede ser mejor para la producción motriz y la calidad de vida. La implantación de dispositivos de estimulación profunda del cerebro (DBS) en una etapa temprana de Parkinson muestra en un estudio innovador que reduce, de manera significativa, temblores y otros síntomas de la generalización de la enfermedad neurodegenerativa que comienzan alrededor de los 60 años. El estudio, es probable que termine la práctica mundial hasta ahora de implantar un dispositivo de estimulación eléctrica solo cuando la medicación ya no es efectiva. El uso de dispositivos DBS, implantados bajo el tálamo del cerebro, para el Parkinson comenzó en 1993. Fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en 2001. En 2005, el procedimiento fue incluido en la canasta de servicios de salud de Israel cubiertos por los fondos de salud. “Los DBS fueron reservados para los pacientes con la enfermedad bastante avanzada, que ya desarrollaron complicaciones por la terapia médica. Los DBS retroceden, muchos años, el reloj en la enfermedad. Algunas veces los efectos son muy dramáticos. La mayoría de los pacientes disfrutan una calidad de vida mejor, recobrando su independencia y reduciendo su medicación en un promedio del 50 por ciento”. “A pesar de la demostración de que los DBS son una mejor opción que la mejor terapia médica para los pacientes, hubo reticencia para enviarlos a una terapia invasiva por muchas razones, no todas las cuales fueron en el mejor interés de los pacientes. Entre otras, las potenciales complicaciones de la cirugía fueron señaladas”. “Cada tanto, veíamos a un paciente más joven enviado para cirugía por no tolerar la medicación, y estuvieron notablemente bien. Hubo tendencia, en los centros experimentados, de ofrecer cirugía en una etapa más temprana de la enfermedad. Esta basado en la premisa de que los riesgos de la cirugía son bajos, y que tenemos la responsabilidad de proveer una mejor calidad de vida para nuestros pacientes tan pronto como sea posible. Esto involucra cambios de paradigmas en la manera en que el Parkinson fue manejado por tanto años”. “Reconocidos neurólogos [en la Universidad Christian-Albrechts en Kiel, Alemania] compararon los DBS tempranos con la mejor terapia médica y demostró que son mejores para la producción motriz y para multiplicar las medidas de la calidad de vida”. No hay cura para el Parkinson (enfermedad progresiva fatal que afecta la respiración, el equilibrio, el movimiento y la función cardíaca y es una de las enfermedades del sistema nervioso más común en los ancianos). Hay decenas de casos en Israel, algunos a una edad temprana como los 40. La enfermedad es causada por el lento deterioro de las células nerviosas en el cerebro que crean el neurotransmisor dopamina, el cual ayuda al control de los movimientos musculares a través del cuerpo. Cuando el suplemento de dopamina disminuye, los temblores y otros síntomas empiezan, pero después de unos pocos años de terapia de reemplazo de dopamina, esto pierde su efecto. El Azilect (rasagiline), droga desarrollada en Technion y producida por Teva Neuroscience, alivia los síntomas, pero por un período corto. Los investigadores alemanes, en una prueba de dos años, asignaron al azar a 251 pacientes con un promedio de edad de 52 años con la enfermedad – promedio de siete años y medio para someterse a la implantación de un DBS más terapia médica o terapia médica solo. Y concluyeron que la neuroestimulación fue superior a la terapia médica sola en una etapa temprana del Parkinson, antes de la aparición de complicaciones severas de discapacidad motora. El productor líder del equipo del DBS para el Parkinson es Medtronic, con sede en Minnesota y la compañía de tecnología médica más grande del mundo, con sucursales en 120 países, incluyendo Israel. Es seguro que se sumará a la canasta de salud de Israel.
Fuente: Israel21c
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