La inmoralidad gana a la Universidad de Buenos Aires, esa culminación de un odio escondido sacado a relucir en el conflicto israelí, esa envergadura de incomprensión e hipocresía, la palabra justa para definir al clásico conocido estudiante que reprende desde su pupitre un conflicto milenario, y que solo por su condición de universitario cree poder rendir cuentas críticas a algo que ni siquiera está en sus planes comprender. Porque la ley es así, siempre que fue, pasó.
Hablo de la ya conocida, famosa y tantas veces hablada Izquierda Argentina, esa que abunda en la Universidad de Buenos Aires, esa que aun tiene sus logros y sus metas, pero que indudablemente aun tiene severas fallas en cuanto a algunas cosas que se propone. No será muy difícil entender su mentalidad, porque la confrontación y el tratar de encontrar un ideario revolucionario ah hecho de quienes lo conformar un culto. La agresión por sí misma en sus dichos hacia todo lo que ellos consideran incomprensible es sacada a relucir en el ya mencionado conflicto entre Israel y la franja de Gaza, o mejor dicho, entre Israel y el grupo terrorista Hamas.
La reconocida periodista Pilar Rahola menciono una vez: “La izquierda deja de ser izquierda cuando de atacar a Israel se trata, se transforma inevitablemente en el ala más temible de la extrema derecha Argentina” tal cual lo supo describir, esa irracionalidad y desprecio hacia el accionar israelí disfrazado indirectamente en el más puro antisemitismo. Solo basta con ver y observar las pancartas y carteles colgados en la facultad de sociales de la UBA, ese desmoronamiento de lo que supera a la comprensión, porque se puede tildar a alguien de genocida, siempre y cuando se haya entendido el por qué a todo lo que al genocidio refiere.
Tildar a Israel de genocida denota el sentimiento más morboso y antisemita hacia un conflicto tan sensible como el que describo, la exageración de la realidad de este triste confrontamiento expuesto en una universidad de semejante prestigio es preocupante.
Pero, lamentablemente, más preocupante aún, es la increíble libertad con la que se manejan pequeños líderes estudiantiles del grupo quebracho ente otros, que defiende al régimen de Iran y cuando de atacar a Israel se trata, aguardan en la primera fila para condenarlo.
Cabe resaltar que estos “líderes izquierdistas” son solo pequeños secuaces de la más extrema judeofobia Argentina, plasmada en las figuras de Fernando Esteche y Luis Delia entre otros personajes, que se visten de antisionistas pero que reniegan la defensa del estado judío ante los ataques de Hamas y que en algunos casos denigran y rechazan la existencia del estado de Israel como país soberano.
Ser universitario hoy en día acarrea muchos desencuentros con lo que refiere al ideal fijo de la universidad, donde no solamente se estudia y aprende, sino, que, en casos puntuales como el que hago mención se menosprecia y denigra al único país democrático de medio oriente desde la mas pura hipocresía y mentira, independientemente de lo que haga o no en una guerra, por que poco importan los demás conflictos y guerras donde mueren miles y miles de personas, solo importa este conflicto puntualmente.
Vestir con la kipá puesta o pronunciar abiertamente ser judío en la universidad será otro tema, siempre y cuando este “antisionismo” generalizado hacia el estado de Israel no involucre y genere un clima de odio más grande del que ya estamos acostumbrados a ver.
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